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NIALL-

Me había dado cuenta de que mi reacción ante su beso en mi frente era algo similar a la reacción que sentí cuando zenme había pedido ser su novio… ¿Qué significaba eso? ¿No era solo una atracción lo que sentía por Louis? ¿Cómo es que pasó todo esto?

El rostro del chico castaño me observaba aténtateme, como si quisiera que yo rompiera el silencio. Pero ahora me acostumbraba a ello, a solo mirarlo y descubrir más rasgos hermosos de su rostro. Sus manos lentamente me acariciaron el cabello, mirando todo lo que él hacía en mí. Sus dedos pasaron por mi frente, rozando mi piel mientras sus ojos se posaban en los míos. Me di cuenta que seguía acariciando mi rostro, así que decidí cerrar los ojos lentamente, él ahora comenzando a acariciar mis párpados con mucha delicadeza. Respiré profundamente, realmente relajado, quedándome sin abrir los ojos mientras él seguía pasando sus dedos, que ahora se dirigían a mi nariz. Me dio un agarrón pequeño en ella, mientras el reía sigilosamente, y yo sonreía agradablemente. Mi sonrisa se borró cuando el pulgar de Lou se posicionó en mis labios, marcando su figura y bordeándolo. Rápidamente mis manos comenzaron a sudar, me ponía nervioso que hiciera eso, muy, pero muy nervioso. Es como si quisiera salir corriendo pero a la vez no, como si quisiera que el momento pasara rápido en el ámbito de lo vergonzoso, pero quería seguir en el ámbito de mi reacción, de lo que me causaba.

- Niallcito –dijo con un nuevo apodo que me hizo sonreír. Sus pulgares desaparecieron de mis labios, estos los extrañaron al instante por el masaje placentero que me estaba dando- son las cinco y media, es hora de que vuelvas a casa.

Abrí los ojos lentamente, viendo otra vez sus ojos mirándome. Asentí algo confundido por el paso del tiempo tan rápido, ni si quiera me había dado cuenta de tan agradable que estaba con Lou.

Me senté en el pasto, recogiendo mi mochila con pereza. Lou me tomó desprevenido cuando despeinó mi cabello, haciendo que mis ojos se cerraran a medias mientras lo miraba con falso enojo, frunciendo mi ceño y mis labios con diversión.

- ¡Lou! –gemí tratando de que parara de hacer eso.

Pero no lo hacía, él sonreía mientras seguía sacudiendo y despeinando mi cabello, como cuando un padre le dice a su hijo “eso es campeón” y le sacude el cabello. De esa misma forma era como Lou me lo sacudía a mí.

Tomé su brazo con mis dos manos, alejándolo de mi cabello y haciendo, al fin, que parara de sacudirlo.

- No me gusta que me hagan eso, Louis. –le dije tratando de sonar lo más molesto que pude.

- En el fondo te gusta, admítelo. –dijo con cierta gracia que me hizo sonrojar.

Me levanté del pasto, limpiándome el pantalón en la parte trasera, colocándome la mochila y caminando con Lou hasta la vereda. Una vez allí, los dos nos miramos sonriendo. Abracé a Lou y le di un beso en la mejilla.

- Hasta mañana, Lou.

- Hasta mañana. No te olvides de soñar conmigo ¿Entendido?

Reí asintiendo y besando por segunda vez su mejilla, aprovechándome de la situación. Me despedí con la mano, mientras emprendía rumbo a mi departamento.

La sorpresa que me llevé en cuanto llegué a mi hogar, fue ver que había un particular bolso de alguien en el sofá de la sala, dejé la mochila en el suelo, mientras fruncía el ceño. Mi corazón se aceleró en cuanto oí pasos acelerados. Por el pasillo apareció el cuerpo de Zayn, quien estaba con los ojos oscuros.

- Z-Zayn… -logré articular, con los ojos abiertos mientras tragaba saliva costosamente.

Mis manos comenzaron a temblar instantáneamente, al igual que mis pies que parecían flojos como si fueran de hilo.

Vicio [Ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora