Las campanillas de entrada sonaron, a las vez que tanto la mujer como Jungkook entraban a la tienda.
-Oh, Young Mi, cuánto tiempo.- se oye que exclama un hombre antes de aparecer detrás de una estantería.
-Mucho tiempo, la verdad.- contestó con amabilidad la mujer mientras se apoyaba en el mostrador. -Necesito que me des unas provisiones antes de tu viaje, querido.- río mientras mostraba una lista al hombre y este asintió, pegándole una leída.
-Hace unos días vinieron dos chicos, unos excesivamente pequeño, a buscar ropa.- comentó el hombre mientras sacaba una caja debajo y revolvía su contenido. -¿No tendrá algo que ver tu carta pidiéndome ropa para muñecos, con el pobre chiquillo, Young Mi?- el tono divertido con el que hizo la pregunta le robó una sonrisa a la mujer, quien miraba a su nieto encantaba de que este le hablase a Jimin con soltura.
-Hice lo que tuve que hacer, el chiquillo necesitaba un empujón para encontrar a quién lo guiara.- respondió vagamente mientras sonreía. El hombre asintió entre las estanterías con la lista en mano.
-Noona, ¿Por qué ChimChim es tan blanco?- preguntó Jungkook, sorprendiendo a la mujer.
-¿Tiene algo de malo?- el pequeño negó rápidamente.
-Es que es un osito muy bonito.- comentó con una sonrisa antes de distraerse con una mariposa de papel que pasó volando frente a sus ojos.
-Ese peluche tiene un aura diferente.- habló el hombre de repente, mientras le tendía un saco de tela con todo lo anotado en la lista. Young Mi asintió con una sonrisa y la tomó. -Supongo que es otro de tus favores no pedidos.
-Justamente.- respondió, teniéndole un sobre sellado. -Espero que te sea suficiente, cada vez es difícil de conseguir billetes de distintas épocas.- se quejó mientras tomaba a Jungkook de la mano.
-Espero volverte a ver, Young Mi.- murmuró el hombre con una sonrisa nostálgica.
-De eso no hay duda.- se despidió ella saliendo de la tienda con Jungkook a su lado.
El camino de vuelta ala casa fue silencioso, Jungkook estaba agotado y la mujer estaba ansiosa por llegar de una vez. Quería que Jungkook conociera al verdadero Jimin de una buena vez.
En cuanto llegaron a casa, Young Mi le ordenó a su nieto que fuese a dormir a su cuarto mientras ella iba al sótano a guardar sus provisiones.
Jungkook se encerró en la habitación y puso a Jimin en el suelo a su lado, mientras miraba las letras de sus raps en silencio. El sólo pensar en tener que ir a la escuela al día siguiente le dolía, él no quería. Ver a Jackson otra vez implicaba escuchar sus chistes malos y burlas sobre lo enano que era, estaba cansado de tener que aguantar lo mismo cada día de su vida porque no se llevaba bien con nadie.
Suspiró entrecortadamente, mirando su cuaderno rojo de comunicados del colegio, en unos pocos días iba a ser el festibal de padres e hijos y él...
Sollozó tapando su carita mientras balbuceba por lo bajo. Él quería sus papás, quería verlos de una vez aunque sea y abrazarlos, sentir el calor de su madre reconfortándolo, oír la vos fuerte de su padre diciéndole que nunca lo iban abandonar, Él sólo quería a sus padres una vez más, una última. Él quería ser como sus compañeritos de clase, pero sólo tenía su abuela.
-No llores.- oyó a su lado. Saltó de la silla aterrado, cayendo al suelo con la vista fija en un niño rubio que lo miraba fijamente y con un mohín en sus labios.
-¿Quién eres? ¿Qué haces en mi cuarto?- chilló agitado mientras se levantaba tratando de calmarse. Los ojitos de ese niño se le hacían conocidos.
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Cuidando A Un Niño De Peluche - Kookmin adapt.
FantastikJungkook está solo, y su abuela decide hacerle un amigo, un peluche que cobra vida por las noches. ............... ¡Adaptación! Esta historia no es mía, todos los créditos a CreepyAnto.