Capítulo 12

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Ya había llegado a la sala del curso de magia, la persona que nos iba a instruir era Emila.
"Todos, es la hora del curso, tomen asiento".
A diferencia del curso de esgrima, este curso nos mantuvo hablando de teorías y explicaciones sobre los usos de la magia.
Luego de varias horas de ello, al fin se llevó a la práctica.
Sin embargo, todo lo que se dio, ya lo había dado tiempo atrás en casa.
Luego de un tiempo usando magia de rango E, terminó la clase, diciendo que aquellos que se habían presentado hoy, tienen el día de mañana libre, ya que se repetirá el curso dado.
Esperaba algún tipo de ceremonia, pero eso fue dejado de lado, ya que era un costo innecesario para la academia y sus estudiantes, lo que si fue necesario ir a elegir las habitaciones a utilizar.
Aun que me tomó unos minutos elegir cual usaría, ya que todas eran iguales, solo elegí la primera que encontré, para poder salir rápido a cualquier lado.
Había avisado con antelación a Merak de alcanzarme mis pertenencias, por lo cual solo debía desempacarlas.
Para mi desgracia, Rímini había elegido la segunda habitación, lo cual lo convertía en mi vecino de cuarto.
Las habitaciones eran de un lado del pasillo, ya que el edificio adjunto era el femenino.
Lo que dejaba mi habitación, la de Rímini y las siguientes en una fila.
Al parecer el residente de la tercer habitación era un postulante a espadachín, llamado Vinco. Era un sujeto alto, muy alto.
El llegó a saludar a mi habitación, obteniendo así un susto de mi parte, no por que hiciese algo, sino por que se sorprendió al sorprenderme.
Resultó ser un buen sujeto, algo parlanchín, pero agradable, al parecer resulta ser el hijo de un caballero, llegó bajo la idea de convertirse en espadachín, era un plebeyo, sin embargo logro superar al instructor en una batalla cerrada.
Hablando con el descubrí la asignación de los estilos, resulta que todos inician como espadachines, luego al avanzar en las prácticas, se les ofrece probar distintas armas y estilos, bajo instructores especializados, si ellos aceptan, obtienen un pase para entrenar esa especialidad y masterizar el arma a elección o el estilo elegido.
Todos deben soportar el primer año utilizando esgrima, ya que se les enseña defensa básica con espadas y desde esa base, pueden decidir que rumbo tomar, incluso eso aplica para los Rangers.
Luego de terminar la charla, el se fue a entrenar, quiere tener una revancha contra ese instructor y que le tome enserio.
Yo continúe organizando mi habitación, hasta que alguien golpeó mi puerta, la persona era quien ocupaba la habitación cuatro del primer piso.
Era un chico de pelo rubio, llamado Goldof, el queria saber si realmente estaba aplicando para magia y esgrima.
Por desgracia, este sujeto era una basura peor que Rímini, ya que este se burló de mi objetivo, también discriminaba a todos los demihumanos.
Al prestar atención a su rostro, había un hematoma, tal parece que fue a la habitación dos.
Comencé a reírme en su cara y este se sorprendió de mi reacción.
"¿Perdiste la cordura plebeyo?".
"No, solo me río del idiota que fue a la habitación dos eufórico".
Tocó su mejilla con sus dedos y recordó esa situación.
"Solo un bárbaro intento de espadachín, alguien que busca el pináculo de la magia, no debe interactuar con tal barbarie".
"¿Puedo saber en que clase te tocó?".
"¡¡Sorpréndete plebeyo!!, estoy en la clase Rubí, un nivel que nunca alcanzarás".
"Ah... Eso es sorprendente, ¿Eso entonces es mejor que la clase especial a la que pertenezco?".
Él tipo quedo en silencio, abrió la puerta y se fue azotándola con fuerza.
"¡¡Hahahahaha!!".
Nunca había visto tal reacción en mi vida.
Mientras terminaba de desempacar, las cosas que me habían sido alcanzadas por Merak, otra vez alguien golpeó la puerta.
Al salir, habían traído varias de mis cosas que habían sido decomisadas, entre otras cosas, aquellos libros y pergaminos que habían llevado al tasador de la torre de los magos.
Estos venían con una nota, tal parece que se quedaron con el libro de las hipótesis, por lo que si quería recuperarlo, tendría que ir hasta allá, pero ellos proponían pagar una jugosa suma por este.
El dinero no era algo que me sobrara, pero deseaba poder leerlo antes de decidir sobre ello, asi que pospuse ese asunto y solo recibí aquellas cosas que no fueron prohibidas a ingresar.
Es decir, las plantas curativas y los frascos y agujas.
Todos los venenos fueron decomisados sin retorno.
Unas horas más tarde ya cuando todo había sido organizado, recibí una nueva visita.
Era Sephyria quien no sabia que hacer, me llamaba para consultar algo, por lo que decidí ir a su habitación.
A las ocho se realizaba un toqué de queda, por lo que debía apresurarme, ya que eran pasadas las seis.
Al llegar allí, su habitación estaba prácticamente vacía, por lo que comprendí cual era su problema.
"Dime, ¿No tienes objetos con los cuales llenar esta habitación?".
Ella asintió, pude entender la situación.
Me había contado su situación, pero no sabía que tan compleja era, como para no tener siquiera un cambio de ropa.
"Mañana debes acompañarme a un sitio, es sencillo, si todo sale bien, obtendrás beneficio de ello".
Su cara decía que era una estafa, sin embargo luego de haberla ayudado en esa ocasión, no podía ignorar mi solicitud.
Al final, no acepte esa situación asi nada más, deje algunas de mis pertenencias para que ella pudiera utilizar, al menos para pasar la noche.
No dejaba de agradecer mi ayuda, no lo hacía por ella, fue así por mi propio capricho.
Al llegar la mañana, debíamos ir a las practicas con Randall, no podíamos llegar tarde, ya que siendo el "Sargento" no queríamos hacerle enfadar.
Fue una mañana agitada, el entrenamiento del día anterior, solo había sido una brisa en primavera, comparada a esta estadía en el infierno.
Tras terminar la clase, Sephyria terminó colapsando, puedo comprender por que el Sargento había soportado tan relajado nuestro encuentro.
Descansamos un rato, hasta pasado el medio día.
"Sephyria, es hora de ir a ese lugar".
"¿Qué es ese lugar?".
Ella abrazaba su cuerpo al preguntar.
"La torre de los magos".
"¿Eh...?".
Su rostro estaba en blanco, espero no se hiciese ideas extrañas.
Ella me seguía, mientras su cara seguía en blanco.
Al llegar a la torre de los magos, llamamos a la puerta, siendo recibidos por un anciano en una túnica gris.
"¿Cuál es el motivo de su visita?".
Fue la pregunta que hizo el anciano.
"Vengo a negociar un libro con hipótesis mágicas, soy Kyle Van Nymph".
El anciano se quedo pensando y tras llegar a una decisión, nos guió a una habitación blanca en mármol.
Cuando abrió la puerta, llegó un viejo gordo, con rostro de cerdo.
"Tu debes ser el dueño de ese libro viejo y maltratado".
Sus ojos evitaron los míos y se dirigieron directo a Sephyria, mientras se lamía los labios.
Que sujeto tan repugnante.
"Vengo a buscar mi libro, ya que esta tan viejo y maltratado, supongo que no tienen interés en el".
El cerdo hizo una mueca, mientras dejaba de devorar a Sephyria con los ojos y decidió prestarme atención.
"Tu no podrías aprovechar ese conocimiento, seria mejor para ti, venderlo a nosotros y llevarte algunas monedas".
Algo no me gusta, mejor llevaré el libro y luego decidiré el curso de acción.
"Parece que no llegaremos a un acuerdo, asi que tráiganlo y me lo llevaré, estoy seguro que podre obtener un buen beneficio si hablo con Velda".
Esta vez la expresión del cerdo era de ira.
"¡¡No podrás darle el uso que merece!!".
"Tal vez, pero lo llevare conmigo y averiguare si esa hipótesis puede volverse una teoría, estoy seguro que Velda estará interesada en esa investigación".
Tras mis palabras el cerdo llamó a un hombre, quien trajo una bolsa llena de monedas.
"¡¡Aquí tienes, acepta esto y vete!!".
"Tal parece que los oídos del cerdo codicioso no escuchan bien, no me interesa su dinero, vengo por mi libro".
A regañadientes, el libro me fue entregado, sin embargo estoy seguro que el cerdo no se iba a rendir así nada más.
Salimos del lugar, teniendo que pasar a prisa por el lugar, ya que algunos encapuchados, estaban apresurándose a cerrar las salidas.
"¿Qué fue todo eso Kyle?".
"No estoy seguro, se suponía que iban a tasar un libro, mi intención era venderlo, pero su actitud tenia algo que quiero confirmar".
"Es sorprendente que pudieses notar eso, yo no podía mantener mis ojos en ese sujeto".
Estoy seguro que de ser el caso inverso, tampoco podría hacerlo.
"Debemos apresurarnos a la academia, esta situación me dejó intranquilo".
Pude sentir personas siguiéndonos, por lo que dimos vueltas por caminos poblados de personas.
"Kyle, este camino no es el mejor".
Sephyria dijo algo obvio, sin darse cuenta que nos estaban siguiendo.
"Ah... Ya veo... Estaba pensando que por aquí había una tienda en especial".
"¿En especial?".
Ella solo seguía mi paso, hasta llegar a una tienda de armaduras.
"¿Por que ingresamos aquí?".
No podía decirle que era para despistar a nuestros perseguidores, necesitaba una excusa.
"Esto puede molestarte, pero venimos por algo de tu equipo".
Lo cierto es que para el cuerpo de ella, seria mejor un set de cuero, ya que aun esta en desarrollo, pero su pecho es grande, por lo que una armadura podría ser costosa.
"Primero apuntemos a un set de cuero, luego vamos por un escudo y una espada de una mano".
Las espadas de práctica resultan ser de dos manos, eso es para fortalecer los músculos.
Estuvimos un tiempo haciendo compras en la tienda, aproveche que ella estaba observando las armaduras, para hacerle una consulta al tendero.
"¿Hay otra salida que podamos usar?".
El hombre que estaba atendiendo, nos miró de reojo y señalo una puerta de personal.
"¿Torre de magos?".
Asentí.
"Esa salida va directo a la academia, es de personal, así que podrían creer que siguen dentro".
Le agradecí el gesto regresando con Sephyria.
"¿Elegiste que llevar?".
"Hay varias que me gustan, pero el costó es... Imposible en este momento".
Le pedí que me enseñara cuales eran y tras considerar su valor, llevé aquéllas que hacían juego, tras elegir para mi una malla de cadenas.
Por supuesto que lo mismo había comprado para ella, a lo que le pedí permiso al encargado, de poder equiparlas antes de salir.
Cuando ella iba a salir, le dije que íbamos a ir por otra ruta.
Tras salir y observar los alrededores, no pude encontrar a alguien siguiéndonos, por lo que la huida era un éxito.
Al menos hasta ese momento.

Âme Noire - V. II (Isekai) (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora