Capítulo 38

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La mañana estaba al caer, con ello solo debíamos iniciar una pequeña incursión para obtener información, el marqués había sido considerado como el comandante general. Nosotros íbamos a ser las figuras, pero nos negamos pidiendo ser quienes vayan en las primeras incursiones.
Luego de tal discurso, debíamos al menos iniciar la batalla para mantener en alza la moral.
"Kyle, ¿Ya tienes... todo preparado?".
Rímini quien estaba en la misma habitación que yo, era quien estaba más alterado por la situación.
"No te preocupes, tengo experiencia en la lucha en cuevas, bosques y campo abierto, por cierto, lleva bajo la ropa una malla de cadenas, un pequeño escudo en tu brazo no diestro y por las dudas, lleva una espada corta o una daga para sitios cerrados".
"De... acuerdo, podrías repetírmelo... antes de salir".
Sus nervios eran demasiado claros, me hizo recordar mi primera noche en el bosque.
"Cuento contigo Rímini".
"Yo... igual...".
Su voz se oía más tensa que antes, por lo que al terminar de elegir mis armas, pase a su lado, golpeando su cabeza.
"¿Eso por qué fue?".
"Parece que ya te relajaste".
Al darse cuenta de ello, se rió y se levantó de su cama.
"Vamos a sobrevivir".
"Idiota, eso no hay que mencionarlo".
Pese a la bandera de muerte que Rímini lanzó, estaba seguro que íbamos a sobrevivir, después de todo, soy aquel que es amado por la diosa.
Dejamos la habitación para encontrarnos en camino con Sephyria y Alista, listas para emprender a la batalla.
Cruzamos el puente sobre el foso, poco después pudimos ver las criaturas a las cuales nos íbamos a enfrentar.
Su tamaño era alrededor de setenta centímetros, su cuerpo era extraño para lo que ya conocía. Un cuerpo ovalado que emulaba un exoesqueleto, con tres patas de cada lado, por lo que parecía ser un insecto, tenía una pequeña cola segmentada parecida a la de los escorpiones, terminando no en aguijón, si no en una bola con una pequeña protuberancia. Tenía una boca con cuatro pinzas dos a cada lado, y sobre su espalda, una pequeña caracola. A los lados de su cabeza, tenía una especie de tentáculo.
La cantidad de esas criaturas superaba mis expectativas, haciendo cinco a uno por donde se podía ver, mientras que nuestro grupo era de cuatro personas cada uno en un total de doce grupos, lo que hacía un total de más de doscientas cincuenta criaturas.
"Kyle, ¿Sigues manteniendo tu confianza?".
Lo cierto es que me hace dudar, sin embargo al aproximarnos a uno, este nos ignoró por completo hasta que estábamos a no menos de tres metros de él y allí si avanzo hasta nosotros.
Podía sentir cierto temor a lo que estaba ante mí, una criatura de la calamidad.
Desenvainé al instante la espada larga e ignorando al grupo ataque a la criatura cortando su cola al instante.
Tras ello, la criatura me ataco con ferocidad, sin embargo Rímini saltó sobre esta, dándole un golpe con su escudo.
"¡¿Por qué te abalanzaste de esa forma?!".
Su tono parecía molesto.
"Quiero comprobar algo".
Ataque a la criatura, apuñalando mi espada en su cuerpo, sin embargo esta no se detenía.
Utilicé magia eléctrica y con esto la criatura se detuvo.
Observe a los alrededores y ninguna de las otras criaturas se lanzó a nosotros.
"Sephy guarda eso en el saco de tu bolsa".
Ella alcanzo la cola de la criatura y luego la deposito en un saco, una muestra para confirmar luego.
Viendo que nada nos atacaba, decidí diseccionar a la criatura en el lugar.
"¿Qué intentas hacer Nymph?".
Alista no parecía feliz al verme destripar a la criatura.
"Necesito información, quiero confirmar algo, por lo que esto es necesario".
Golpee varias veces la caracola en su espalda hasta romperla.
Esa cosa estaba hueca, solo la tenía cubriendo algo blanco y viscoso en su espalda.
Con la espada lancé eso viscoso a las otras criaturas y estas lo ignoraron por completo.
"Entonces eso no era".
Murmuré mientras apuñalaba el cuerpo de la criatura, destrozando poco a poco su duro exoesqueleto.
Allí encontré cosas y partes de su cuerpo, sin embargo nada de lo que destruía o lanzaba a las criaturas atraía su atención.
"Voy a intentar algo, mantengan su posición".
Rímini apoyó su mano en mi hombro.
"¿Vas a luchar solo?"
"No, por esa razón les pido que mantengan su posición, necesito encontrar la fuente de su ataque en conjunto".
Me puse una capa que había traído y con esta sobre mi cuerpo, fui directo a la siguiente criatura.
Ésta a diferencia de la anterior, me atacó al instante de llegar a los cinco metros y con ello, iba balanceando su cola una y otra vez.
Corte uno de sus tentáculos y esta no dudo en lanzar un golpe con su cola, el cual no llego a golpear.
Al observar mi capa, pude notar unas pequeñas manchas en esta, al instante tome distancia y lancé la capa a las otras criaturas, estas se alborotaron y con ello, se abalanzaron sobre esta.
Pude ver a otras lanzar golpes con su cola sobre la capa y allí más y más iban llegando.
Me aproximé a la criatura cortando su cola, luego la dividí en dos, dispersando el líquido en el sitio, lo que atrajo a varias de esas criaturas.
Lancé magia de agua sobre la criatura y luego magia eléctrica, para finalizar con una estocada en su cabeza, dejando a la abominación fuera de combate.
Volví a mi posición junto al equipo.
"Es la cola, tenía mis dudas al ver como la balanceaba, cuando reconoce a un enemigo difícil, va liberando liquido sobre este. En la batalla pasa desapercibido ya que no afecta en nada, por lo que tal vez eso causo su falta de atención".
"Entonces ¿Por qué llevamos esta cola con nosotros?".
Al oír a Rímini, decidí hacer la prueba que había dejado pendiente.
"Primero debemos tomar distancia, luego comprenderán lo que quiero investigar con ella".
Nos alejamos de las criaturas hasta mantenernos con estas apenas a la vista.
De mi cinturón, saqué un pequeño cuchillo y con este, con mucho cuidado fui cortando la cola de la criatura, sacando parte por parte hasta encontrar una glándula llena de líquido.
"Diablos, casi la destruyo y terminaríamos rodeados de esas criaturas".
Le pedí un frasco a Sephyria y con mucho cuidado, fui extrayendo el líquido dentro de este.
"Tengo una leve idea de lo que piensas, aun así es asqueroso".
Alista veía con asco, mientras yo iba largando ese líquido con cuidado dentro del frasco.
Algunas criaturas iban avanzando a nosotros, en lo que cerraba el frasco.
Me retiré los guantes y se los lancé, a la vez que lanzaba los restos de la cola y su glándula.
Estas comenzaron a atacar los guantes, pero ignoraron la glándula.
"Esa glándula tiene algo que las hace ignorarla".
"¿Para qué quieres ese líquido?".
Rímini no entendía aun lo que pensaba.
"Observa".
Fui directo a las criaturas que estaban atacando mis guantes y les lancé el frasco con ese líquido.
Eso hizo que una fuera bañada en el líquido y las otras se lanzaron sobre esta, aun así de un momento a otro dejaron de atacarla.
"Alista, ¿Puedes lanzar tu magia sobre ellas ahora?, es momento de retirarnos".
Ella accedió y luego un gran rayo cayó sobre las criaturas destruyendo a todas en el lugar.
"Volvamos".
No sin antes ir directo a obtener la única cola sana, que sobrevivió al ataque de hace un momento.
Poco tiempo después de salir, ya habíamos obtenido buenos resultados.
Fuimos alcanzando a los otros grupos y entre asistencias, al final despejamos un camino de regreso, obteniendo así un adicional de cuatro colas extras.
Al ingresar a la fortificación, les indicamos de lavar de forma urgente todas nuestras prendas, incluidas la de los otros grupos.
Mientras nos cambiábamos, el marqués oía lo que habíamos descubierto.
"Así que producen un líquido que atrae a otros, sin embargo ¿Por qué no nos habíamos enterado de ello hasta ahora?".
Le expliqué que la cantidad de líquido que liberan era casi imperceptible, por lo que en combate, estas criaturas iban marcando poco a poco a los más fuertes o en su defecto a los que más las enfrentaban.
Llegando a un punto en el cual eran abordados por grandes cantidades de criaturas y a su vez, eran más salpicados con ese líquido.
"¿Puedo saber el motivo de traer esas colas?".
Le expliqué el plan que se me había ocurrido, era un poco cruel, pero daría una oportunidad de realizar un ataque a gran escala.
Reunimos tropas mientras les explicábamos la situación, en eso también les dimos las ideas para obtener más líquido de esas glándulas.
Los voluntarios para una misión de ataque y retirada, fueron cincuenta grupos, en los cuales también participamos.
El general en esta misión, como de todo el sitio, era el Padre de Alista, Crael Du Nord.
La estrategia consistía en avanzar e ir eliminando las criaturas tanto como fuese posible.
Tras ello lo siguiente era obtener las colas que se encuentren en mejores condiciones y guardarlas en sacos separados.
Si uno sentía que estaba siendo perseguido, debía abandonar su equipo y retirarse.
Era una jugada arriesgada, pero eso salvaría las vidas de quienes estaban luchando.

La batalla fue larga, sin embargo los grupos que siguieron este método, mantuvieron una alta tasa de supervivencia, mientras que aquellos egocéntricos, tuvieron que ser rescatados o abandonados.
Al caer la tarde, la subyugación había dado sus frutos y con esto, se había podido recuperar el pueblo que circundaba la fortificación.
Por otro lado, de los cincuenta grupos de cuatro, las pérdidas fueron equivalentes a doce grupos.
Cuando luche con esas criaturas en solitario, no me habían parecido ser considerables de rango C, sin embargo en la batalla, su organización fue abrumadora, al atacar una atacaban cinco, sus tentáculos que antes no me habían afectado, eran capaces de arrebatar los escudos y espadas a aquellos que no lograban cortarlos a tiempo.
Las pinzas en su boca, de llegar a algún miembro, lo desgarraban y si alguien terminaba en el suelo, ya era su fin.
Pese a todo esto, las bajas fueron mínimas a lo ocurrido en otras ocasiones.
Al hablar con el general, decidimos abandonar el terreno recuperado, queriendo evitar ser abordados por la noche como había ocurrido en otra ocasión, razón la cual se había hecho tal foso y la empalizada.

...

Mientas descansábamos, una charla entre los líderes de los distintos grupos junto al marqués estaba en proceso.
"De recuperar ese pueblo, hay que comenzar con las obras del foso y empalizada el mismo día".
"Se necesita un grupo que contenta a las criaturas y otro que se encargue del trabajo".
"No, necesitamos la mayor cantidad de personal intentando alcanzar la mazmorra".
"Tontos, la cantidad de criaturas es mayor, recuerden lo que ocurrió la vez pasada, bajamos la guardia y por ello terminamos acorralados".
"¿Para qué hicieron recolectar todos esos materiales?".
"Algo de esas criaturas debe ser efectivo".
"¿Retirarse luego de ser atacado?, ¿abandonar el equipo? Solo un tonto acepta esas condiciones".
"¡¡Silencio!!".
El grito del marqués, hizo que todos volvieran en sí.
"¡¡Escuchen insensatos, ¿No comprendieron nada incluso estando en el campo de batalla?!!".
Nadie respondió a esas palabras.
"¡¡¿Recolectamos materiales?!! ¡¡Error, solo obtuvimos sus colas!!".
Dio una bocanada de aire antes de hablar.
"¡¡Traigan a Kyle y Alista!!".
Tras ello fuimos convocados para la reunión, a la que no fuimos invitados.
Expliqué cada punto de la batalla, con apoyo del marqués logramos hacer que para sus preguntas levanten sus manos, también hablamos de él plan para la erradicación completa de todas las criaturas fuera de la mazmorra.
Las críticas no se hicieron esperar, sin embargo, fuimos pacientes y logramos mantener el orden mientras dimos cada detalle de la estrategia y así, cada persona abandonó la sala satisfecha con el plan.
"Estoy impresionado por tu elocuencia joven Nymph".
"No es elocuencia señor Du Nord, es solo ser franco, les expliqué lo que querían saber, nada más ni menos".
"Ahora ¿Funcionara la táctica que planeaste?".
"No puedo asegurarlo, solo podemos intentarlo y si falla, solo debemos cambiar el plan".
"Para sacrificar ganado, no lo habíamos intentado. Ya, todo lo que propones está más allá de lo que habíamos planeado".
En el sentido estricto de sus palabras, mi estrategia es un poco retorcida, debería funcionar y con ella podríamos hacer un ataque en gran escala.
Al otro día iniciamos la incursión y lanzamos el plan a primera hora, sin embargo cometimos un error, el líquido el cual debíamos usar, se había descompuesto, por lo que solo reiniciamos el plan del día anterior.
Tras varias horas, apuntamos a obtener glándulas y con estas, en dos horas más, logramos reintentar el plan que había fallado.
Enviamos a un animal lanudo bañado en el líquido de las glándulas, la oleada de criaturas fue atroz, más de cien de estas se abalanzaron sobre el pobre animal de sacrificio y tras esto, invitamos el ataque a gran escala de Alista y los tres mago que habían en la base, el resultado fue mejor de lo esperado, solo quedaron restos calcinados de las criaturas y un gran cráter en el centro.
"Fue una locura, ¡¡pero funcionó!!".
Ante mi celebración, el resto de soldados y aventureros lanzaron sus gritos de celebración, sin embargo, un temblor nos hizo sudar frio.

Âme Noire - V. II (Isekai) (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora