Capítulo 02

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Ya había pasado un día desde la salida de mi territorio, ahora estaba en un viaje, con cuatro personas más, de las que no conocía de nada.

Estuve viendo por la ventana, observando el río compartido que iba atravesando el bosque y más allá de ello, apenas era visible la montaña tras este. Por supuesto mi territorio ya se encontraba a buena distancia.

El bosque y la montaña eran enormes para llevar un día de viaje y aun así poder verlos a la distancia.

Por seguridad, llevaba conmigo mi espada y dos dagas, además de un alambre fino atado a una cuchilla.

Mi cinturón rebosaba de pequeños frascos llenos de distintas cosas, también llevando pequeñas bolsas para arrojar.

El resto de mis armas, se encontraban en la caja del carruaje.

Había traído un lápiz de grafito y un par de hojas atadas con hilo, dando la forma de un cuaderno. Ambos eran elementos costosos, que fueron regalo de despedida de mis padres, la intención era tener donde poder escribir las ideas para nuevas armas o estrategias, pero decidí usarlas para planificar las mejoras que quiero implementar en el pueblo.

Poco a poco estuve pensando en el suministro de agua, primero la idea que llego a mi cabeza fue desarrollar una bomba de agua, eso facilitaría la extracción de agua en el pozo.

Comencé el diseño, pero no podía darle solución a algunos temas, por lo que solo dibujé como creía que debía funcionar.

Luego pensé en usar un molino para extraer agua del río, tras varios intentos, falle al desarrollarlos.

Comencé a ver la rueda del carruaje y una idea vino a mi cabeza.

Una rueda con jarras, que al ser empujada por el agua, tirara agua de esas jarras a un conducto de madera, lo que llevaría el agua directo al pueblo, pero tras pensarlo un rato, esa cosa existía y para darle uso debía crear un canal.

Sobre el tema de los baños. Siendo sincero no tenía ideas claras, pero tras pensar un buen rato, se me ocurrió la idea de realizar un gran pozo y con él un baño público, el cual, cualquiera podría utilizar, la idea no era mala, solo faltaba desarrollar el sistema.

Tras pensar en ello con cuidado, no tenía que resolver todo yo solo, podría reunir a la gente y entre todos, apuntar a crear todo esto, sobre el tema del agua, una bomba estaría bien, solo debía encontrar a alguien que pudiese crearla.

La higiene de la gente también es un tema de importancia, la mayoría decide tomar baños a lo largo del río, así que si hacia esos baños públicos, también podría añadir un lago artificial, el cual tendría agua fresca desde un canal.

Solo debía elegir el lugar y las condiciones para ello.

Sin embargo, algo hizo frenar de golpe el carruaje y con ello, un rayón en mi cuaderno.

Guarde este en mi bolsa junto al libro, donde pude ver una pequeña niña mal herida, huyendo del pequeño bosque a un lado de nosotros.

Al observar al bosque, de este salió una bestia con cuerno, no un Louni, con sangre en sus fauces.

"Qué molestia".

Los caballos se asustaron, pero no tuvieron la fuerza para escapar al intentar en direcciones diferentes.

"Niño huye, esa bestia te va a matar".

Eso fue algo cómico de oír, desenvaine y tras notar eso, el Louni se abalanzó sobre mí, siendo decapitado de un simple movimiento.

Limpié la sangre de la espada y la guarde en su vaina.

"Niña, ¿Estas bien?".

Que pregunta estúpida acababa de hacer, claro que no iba a estar bien.

Ella me miró y lo único que pudo pronunciar fue.

"Fuerte".

La lleve conmigo hasta el carruaje detenido. El conductor me observaba con asombro.

"Niño, ¿Dónde aprendiste a luchar contra esas bestias?".

No use las palabras, solo indique con el índice en dirección al bosque.

"¿El bosque maldito? ¿El bosque Becker?".

Asentí, su rostro palideció y yo solo me senté para saber quién era la niña.

"Dime tu nombre".

"Raisha".

Al observar sus facciones, me lleve una grata impresión, me hacía recordar a la apariencia de la Diosa.

Un cabello color bermellón y unos ojos amarillentos, ella poseía pequeñas plumas de color naranja tras sus orejas, cubiertas por tres trenzas que caían por su espalda.

"¿Qué te ocurrió Raisha?".

Ella comenzó a relatar su historia.

Provenía de una pequeña aldea demihumano en el territorio del imperio, esta zona es fronteriza, así que pequeñas aldeas como la suya no son extrañas.

Hace dos semanas, algo extraño acechaba el bosque circundante, al principio solo eran ruidos extraños en la noche, luego el poco ganado que tenían comenzó a desaparecer, tras quedarse sin ganado, la gente iba desapareciendo, hasta que hace tres días, decidieron abandonar el pueblo, sin embargo dieron con un campamento de varias bestias.

Todos huyeron en cualquier dirección, ella fue separada de su familia, siguió huyendo, hasta que encontró los cuerpos sin vida de su familia, aun así no desistió, llegando a donde se encuentra ahora.

"Debió ser difícil".

Me compadecí de ella quien había comenzado a llorar.

Hablé con el conductor y me dijo que podría llevarla conmigo, pero debía hacerme cargo de ella.

No tenía familia ni a donde ir, así que no tenía otra opción que ayudarle.

Tras subirla al carruaje, noté que su cuerpo estaba en terribles condiciones, por lo que decidí curarla antes de irme.

Le consulte al cochero y este dijo que no había problema siempre y cuando pueda hacer frente a la siguiente bestia que aparezca.

Me apresure a recolectar agua del río, lavé su pequeño cuerpo y luego de ello, desinfecte y curé todas sus heridas, tras observar su cuerpo, por mi mente cruzo la idea de que ella era amada por la diosa, tales heridas y ser capaz de huir, un escalofrío recorrió mi espalda al tener que curarle.

Al regresar al carruaje, ella parecía una niña normal, dejando de lado la cantidad de vendaje sobre su cuerpo.

Mi ropa extra le quedaba demasiado grande, pero era preferible eso a estar con su ropa destrozada y ensangrentada.

Continuamos nuestro viaje, en lo que ella solo se aferró a mi, mientras dormía llorando por lo sufrido.

Âme Noire - V. II (Isekai) (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora