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KAROL

Esa noche Esteban volvió muy tarde, de seguro el penso que yo estaba dormida pero no era así. Por la mañana se fue muy temprano a la universidad, su actitud me hacía darme cuenta que estaba muy molesto conmigo, pero prefería no presionarlo, tampoco él podía obligarme aceptar su propuesta. 

Llegué bastante temprano a mi trabajo, supuse que Ruggero iba a estar ahí porqué su auto estaba estacionado afuera, deje mi cartera junto con mi campera sobre el perchero de mi oficina, abrí el correo, había demasiados. Desde que Ruggero había confirmado su paternidad las entrevistas se habían duplicado.

-Por acá están las oficinas de las personas que se ocupan de todo el lado de patrocinio - Escuche la voz de Ruggero. Se podían oír los pasos de él con alguien más.

-Es más grande de lo que yo podía imaginar - Una voz femenina se hizo presente en la charla - Cada día me sorprendes más.

-Gracias por el halago, casi nadie se da cuenta de las cosas que hago - Sonreí ante su comentario - Tengo un trabajo difícil, ser una superestrella no es para nada fácil, es muy agotador.

- No tengo duda, sabes...- Los pasos se detuvieron - Mentí cuando dije que quería venir a descansar porque estaba muy agobiada, en realidad tenía muchas ganas de  verte - Hubo un silencio incómodo en ese momento.

-No quiero que volvamos a lo mismo - Decía Ruggero. Se que no era lo prudente, pero no pude evitar levantarme y caminar hasta la puerta. Asomé mi cabeza discretamente - Lo que pasó con nosotros fue hace mucho, éramos un niños.

- Pero vos me seguis gustando Ruggero - Le decía una chica bastante alta, su cabello era rubio y tenía varias ondas. Tenía un cuerpo muy trabajado y su perfil era casi perfecto - La temporada que pasaste conmigo allá fue increíble.

- Tenía 17 y tu 15, fue una estupidez lo que hicimos y no va a volver a pasar - Al parecer era una de sus típicas amigas de Ruggero.

-¿Que haces Karol? - Escuche la voz de Vale detras mio. La mire y sonreí, volví la mirada a donde esta Ruggero y el tambien me estaba mirando junto con su amiga

- Mierda - Susurre - Se me cayo mi arito y lo estaba buscando.

-Pero si tienes los dos - Toque mi oreja.

-Ah aquí está, al parecer no se me cayo nada - Sonreí.

-Me parece que mucho trabajo te está haciendo mal Karol - Soltó Ruggero - ¿Estás bien?

-Obvio - Sonreí - Tengo mucho trabajo así que voy a terminar unos papeles.

Todos me quedaron mirando como si estuviera loca, yo solo sonreí y entre rapido a mi oficina. Vale hizo lo mismo y cerró la puerta para que nadie molestara.

-Otra vez vino a molestar Brenda, porque no se  quedó en su país - Decía enojada mientras revisaba una carpeta.

-¿La conoces? - Pregunté

-Desafortunadamente es mi prima - No voy a negar que quede impactada, ¿Acaso Ruggero tenía una relación con su prima? - ¿Pasa algo?

-No para nada - Encendí mi computadora - ¿Vos como andas? - Cambie de tema rápidamente.

-Muy bien, aún que hace un tiempo que mi relación amorosa no viene para nada bien - Se lamentó.

-No sos la única - Suspire - Volviendo al tema de tu prima - Hice una pausa - No te cae muy bien ¿Verdad?

-Para nada, no le da para nada vergüenza coquetearle a Ruggero delante de todo el mundo - Se sentó en frente mío - Es odiosa, aparte que es la típica nena de papá.

-La verdad que no la conozco, pero con lo poco que vi se nota que Ruggero le interesa.

-¿No que estabas buscando tu aro? - Mi cara se torno de un color rojizo.

-Emm, bueno...- Me tildé - Es que no pude evitar escuchar.

-Me imaginó, pero si, ella supuestamente ama a mi hermano - Hizo una pausa - Y como mi hermano es un mujeriego de lo peor, no le importa - Se paró junto con sus carpeta - Me tengo que ir, tengo un par de cosas que hacer, aparte hoy a la noche tengo una fiesta en casa de mi família - Su dirección era la salida, pero algo la detuvo - Mi novio no puede ir conmigo ¿Me acompañarias? No quiero estar entre tanta gente hipócrita sola.

-Obvio - Asenti - ¿A que hora?

-A las 11 paso por tu casa, estate lista Karol - Dijo una vez afuera del lugar.

-Okey - Grité desde mi oficina.

La tarde fue un poco cansadora, había demasiado trabajo. Por un momento había pensando en no ir a la dichosa fiesta, pero si embargo no quería dejar sola a Vale.

Mi remis estaba por llegar o por lo menos eso me habían dicho desde dónde lo había mandado a pedir.

-Hola hermosa - Sentí un susurro en mi oreja.

-¿Que haces Ruggero? - Me aleje.

-Uy perdón, no pense que te fueras asustar - Se burló - ¿Tan feo soy?

-No, pero lo que tenes que "lindo"...- Hice comillas con mis dedos - Lo tenes de idiota - Sonrió.

-Por lo menos aceptas que soy lindo, eso es un gran paso - Negué - ¿Que hacías hoy escuchando conversaciones ajenas?

-¿Yo? ¿Escuchando? - Solte un par de carcajadas fingidas - Para nada, no me interesa nada tuyo excepto por el trabajo.

-No te creo - Levante mis hombros - Eres muy rara a veces.

-¿Rara yo? - Note que mi remis venía doblando por la esquina - En todo caso sos vos el raro, por lo menos yo no tengo una relación a escondida con mi prima...- Hice una seña y el remis se paro - La verdad que eso me da un poco de asquito - Sonreí y subi a mi remis. Ruggero quedo inmóvil mirando hasta que el remis lo perdió.

En todo el camino me fui pensando en lo que había dicho, quizás había sido demasiado desubicado mi comentario. Además a mi no me tenía porque importar con quién salía Ruggero.

Introduje la llave de mi apartamento y abrí la puerta, Esteban se volteó al verme. Tomo su plato y caminó hasta la cocina en dónde lo depositó.

-¿Podemos hablar? - No me respondió - No me gusta estar así con vos.

-¿De que queres hablar? ¿De que ya no estas segura de tu amor por mí? - Dijo mirandome - No te gastes, ya se la respuesta.

-Por favor hablemos, yo en ningún momento te dije que no te amo más - Me acerqué hasta dónde el estaba - Esteban, que yo no me quiera casar ahora no significa que un futuro sea así - Hice una pausa - Yo te amo, te amo mucho y obvio que me quiero casar con vos, pero no ahora. Es muy pronto ¿No lo crees?

-Puede que tengas razón - Sonrió y se paro en frente mío - Quizás no pense que era tan pronto, es que te juro que ansío tanto que llegue ese día en el que nos casemos - Mis manos atraparon sus mejillas.

-Yo también - Deje un corto beso sobre sus labios - Pero no es el momento todavía, mientras te propongo que sigamos siendo los mismos de antes - Asintió.

-Te amo Karol - Después de sus palabras comenzó a besarme.

Algo extraño me sucedía, ya no sentía esa sensación de que algo estallaba en mí cada vez que el me besaba, quizás tenía razón y el amor que yo sentía antes por él se estaba desvaneciendo...

Different »Ruggarol«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora