Different »Ruggarol«

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KAROL

No sé lo qué me estába pasando con Ruggero, últimamente pensaba demasiado en él, jamás había imaginado tantas cosas con una persona, y menos con una como Ruggero.

Esa noche pasó por mí a la hora acordada, al parecer era una persona puntual.

-Estás muy linda - Me abrió la puerta y entré al vehículo - Corrijo, siempre estas muy linda, pero estas mas linda de lo normal - Sonreí involuntariamente.

-Mejor arranca el auto, no quiero arrepentirme de esta propuesta - Asintió.

-¿Por que eres tan así conmigo?

-¿Así como?

-No sé, tan arisca - Dijo tomando el volante.

-Con las personas como tu hay que tener mucho cuidado - Soltó un par de carcajadas.

-No soy un psicópata asesino de mujeres hermosas.

-Lo se, pero no hablo de ese "Cuidado" - Hice comillas - No te das cuenta o te haces, pero tu tienes él poder de conquistar a cualquier mujer - Sonrió y se acercó un poco a mi rostro.

-¿A cualquiera? - Asenti.

-A cualquiera - Hice una pausa - Menos a mí.

-Tu si que eres una caja de sorpresas, ¿Vamos? - Asenti.

(...)

Llegamos al estacionamiento y ahí dejamos el auto, Ruggero bajo primero que yo y de inmediato abrió mi puerta.

El lugar era muy lujoso, tenía enormes ventanas con una vista hermosa, unas luces de todos los colores por todo el lugar. Las mesas eran todas de vídrio, este lugar al parecer era muy caro.

-No hay nadie - Dije al ver más con detalle el lugar.

-Lo sé, digamos que pedí que por esta noche el restaurante solo sea de nosotros dos.

-Miré señorito Ruggerito - Apreté un poco su nariz - No se haga ilusiones, si acepté salir esta noche con vos fue porque...

-Dicen que la esperanza es lo último que se pierde - Interrumpió - Deja ese lado tan arisco de lado y se vos realmente.

-La verdad que te ganas el premio al chico mas chamuyero del mundo.

-Para nada, solo digo la verdad - Asenti - ¿Pasamos a la mesa? - Asenti nuevamente.

-Tengo que reconocer que tienes un muy buen gusto - Asintió con una sonrisa.

-Tu me gustas mucho, así que supongo que si - No pude evitar sonreír - Por más que intentes negarlo - Tomo de mi mano - Se que también te intereso.

-Y si mejor comemos - Se que quizas mi actitud era muy estúpida, pero era como una reacción que tenía mi cuerpo cada vez que Ruggero decía algo sobre mí.

(...)

-Esto esta muy delicioso - Decía Ruggero mientras probaba bocado - Fue una buena elección ¿No lo crees?

-La verdad que sí, la comida es deliciosa aquí - Bebí un sorbo del vino que Ruggero me había recomendado - Y esto también esta muy rico.

-¿Oyes eso? - Dijo señalando hacía arriba.

-¿De que hablas? - Dije, la verdad no sabía de que estaba hablando.

-¡De la canción! - Presté atención y si, realmente habían puesto una romántica y encima era en inglés - Ese tema solían bailarlo papá y mamá cada vez que salíamos algún lado, siempre pedían esa canción - Hizo una pausa - ¿Sabes bailar? - Negué - Que bueno.

-¿Que bueno?

-Si que bueno, aquí tienes al maestro perfecto - Se paró y extendió su mano.

-¿Que pretendes?

-Que bailemos esta canción - Se acercó y tomo de mi mano - Por favor, solo esta canción y no molesto más.

-De acuerdo, pero solo esté tema.

Ruggero tomo de mi mano y me llevó hasta él, pego mi cuerpo junto al suyo y colocó su mano en mi cintura.

-Si te piso no es mi culpa - Dije.

-Si para tenerte cerca tengo que dejar que me pises, créeme que no me importa - Sonreí ante su comentario.

-Veo que bailas bastante bien - Asintió con una sonrisa.

-Tú no lo haces nada mal tampoco, solo falta un poco de practica - Su mano recorrió mi espalda por completo hasta llegar a mi rostro, un leve escalofrío recorrió todo mi cuerpo en ese momento. No quería sentirme así, pero no podía evitarlo, era una reacción automática.

-¿Tu prima no volvió a molestar? - Nego - Entonces no crees que deberíamos acabar con este estúpido plan.

-Uno nunca sabe cuándo Brenda pueda atacar - Asenti - Ojala me siguiera molestando.

-A ti te gusta que las mujeres corran detrás ti.

-No lo decía por eso, lo digo porqué si me sigue molestando, tengo una excusa para tenerte cerca - Su mano acarició mi mejilla - Quizás soy patético o como quieras llamarlo...- Hizo una pausa - Pero te juro que en mi vida nunca me había gustado alguien como me gustas tú.

Su rostro se aproximó al mío, sus labios rozaron mis labios. Podía sentir su respiración agitada y su pulso a toda velocidad.

-Intento hacerme la tonta, intento no pensarte, intento alejarte de mí - Hice una pausa, mi cuerpo temblaba - Pero no puedo...me gustas de una forma que...

-Yo creo que en este momento las palabras sobran ¿No crees? - Dijo en tono seductor.

Sus labios se juntaron con los míos, sus manos rodearon mi cuerpo y me apretaron contra él, era la sensación mas maravillosa del mundo. Nuestras bocas se movían en una sintonía casi perfecta, en mi mente no había nada más que él y todo lo que me hacía sentir.

-Esto no está bien - Solté - Ruggero tu eres de los chicos que lo único que hacen es jugar con la personas, y yo no estoy para sufrir con vos.

-Dame una oportunidad - Dijo de un momento a otro - Solo una y te prometo que no te voy a fallar.

-¿De que hablas?

-Hablo de que quiero que intentemos tener una relación...- Tomo aire - ¿Te gustaría Karol?

-¿Salir contigo? - No podía negar que la idea me hacía muy feliz.

-Si, nunca se me paso por la cabeza estar en algo así, pero tú eres especial - Tomo de mis manos - Y te prometo que no te voy hacer sufrir, nunca.

-No puedo creerlo - Dije con carcajadas - Ruggero Pasquarelli pidiéndome algo formal, wow eso si que es nuevo.

-No sé que tienes, pero desde que te vi, quedé embobado con vos - Sonreí - ¿Que dices?

-Esto es una locura de verdad - Ruggero sonrió - Pero quiero vivirla contigo...- Nuestras frentes se juntaron - Solo te pido que si en un momento tú sientes que ya no quieres estar conmigo, me lo digas.

-No creo que eso pase - Dijo con voz tierna, luego me tomo en sus brazos y giro junto conmigo - Prometo que la vas a pasae genial conmigo - Sonreí.

En el fondo tenía el presentimiento de que esto no iba a terminar nada bien. Pero no me importaba, moría por ese chico, y solo quería disfrutar el momento que estabamos pasando, no quería pensar en lo que venía.