1979

La mujer de sus sueños

Pasaron semanas para que ella salga de su encierro, no fue al colegio muchos días y estaba destrozada emocionalmente, su madre trató de consolarla, insistió en llevarla a un psicólogo, su padre que ya no vivía con ellas volvió unos días a su casa ante el temor que también decida suicidarse, recordaba a cada instante todas las cosas que pasaron juntas, no podía dormir, ante el pánico de volver a soñar algo similar a lo que había ocurrido, tenía pavor que esa mujer vuelva a aparecer en sus sueños, bloqueó la cuenta de Fátima Kazán y tenía miedo de revisar su celular, dormía abrazada a su madre y le contaba lo que había pasado. Su madre le convenció en ir a un psicólogo y en la necesidad de retomar el colegio, volvió casi al final de las clases, el Director le dio permiso para ponerse al día con las tareas y así poder rendir los exámenes finales, aunque sus compañeros la respaldaban, todo el colegio murmuraba que ella era la culpable de que Alejandra haya saltado al vacío.

_ Hola, que bueno verte. Dijo él, se encontraron durante el recreo, ella estaba sentada en las graderías mirando como los chicos de la primaria jugaban fútbol.

_ Hola, gracias...Soñé unos días antes que Ale volaba desnuda por el cielo, le conté y nos reímos mucho.

_ ¿Hay algo más?

_ Si, hace un tiempo una mujer apareció en mis sueños, tuvimos sexo, una mujer mayor, hermosa era, luego alguien muy parecida me empezó a seguir en las redes, vi algunas fotos y me asusté.

_ ¿Y que mas pasó?

_ Ese lunes, después del encuentro en lo de Alejandra, subió una foto, estaba llorando al costado de una fuente, una especie de plaza o parque, esa noche fue lo del sueño y luego la historia que sabés.

_ ¿Decís que es la cosa esa que te comenté, lo que trajo el Padre Hipólito de Rusia?

_ No sé, tengo mucho miedo, tiemblo de miedo al dormir, mi mamá y el psicólogo dicen que es normal luego de lo que ocurrió.

Ella lo abrazó y lloró, el trató de tranquilizarla, no pudo, finalmente la llevó hasta donde le estaba esperando su madre. Después fue junto a Simón Pedro para decirle lo del sueño, el diácono suspiró y dijo que trataría de hablar con ella. Unos días después el diácono y ella estaban conversando en la sala de profesores, trató de tranquilizarla y entre llantos volvió a relatar lo de la mujer, Simón Pedro le habló de la Sociedad de los Escritos Joánicos y que podían ayudarla con el Ente, que creían de su existencia y que confiara en ellos,luego de mucho tiempo volvió a rezar. Unos días antes de terminarlos exámenes volvió a soñar con la mujer, tuvieron sexo, pero esta vez la dama fue mucho más violenta, le practicó sexo anal con los dedos y entre besos mordió su labios hasta hacerlos sangrar, al principio tuvo miedo, pero luego le gustó la sensación de placer y dolor, entre diciembre y el final del verano, soñó repetidamente con la mujer, la combinación de dolor y placer fueron aumentando. Desbloqueó la cuenta de Fátima Kazán cuando comprendió que la mujer de sus sueños era la misma que la del perfil en Instagram, pero ya no tenía miedo, una vez le escribió al privado, pero nunca recibió respuesta. Su dependencia con la dama de los sueños fue aumentando, no siempre soñaba con ella, así que cuando lo hacía al día siguiente se sentía de buen humor, como si realmente hubiera tenido sexo, un buen sexo. Una noche su amigo le escribió:

_Hola, no me hacés más caso, ahora que somos exas ya no te importo.

_ ¡Hola! No, no es así, ando tratando de recomponer mi vida nada más.

_ ¿Nunca más volvió a aparecer la cosa esa en tus sueños?

_ No, después delo que te conté, nunca más.

Siguieron hablando de proyectos y qué pensaban estudiar, ella no se animó a contarle que cada vez más dependía sexualmente de Fátima Kazán. Su madre la había dicho que la veía bien, que era una mujer valiente pues se había recuperado de la pérdida de Alejandra.