Alarmado, JungKook corrió por el pasillo directo a la sala de emergencia. Tenía la respiración acelerada y los nervios de punta. Su segundo hijo estaba por nacer y la sensación no había cambiado ni un poco.
Sus suegros tenían a su pequeña hija, al verlo, la niña corrió a abrazar a su padre.
Seulgi se encontraba en labor de parto. Kook sabía que no tenía que darla sola aquel día, pero era su deber ir a la empresa para arreglar lo que alguno de sus socios casi arruina.
Llevaban tres años casados, SunHee era una niña preciosa que creció con todo el amor que puede darle un padre a su hijo.
Su vida como casados era tranquila y por supuesto feliz. Aunque claro, muchas veces discutieron por cosas sin sentido, siempre supieron arreglar sus problemas. Pues para ninguno delos dos, era posible concebir la vida sin el otro. Además, tenían a su pequeña hija y esperaban uno más.
El doctor salió después de 6 horas. JungKook, sus padres y sus suegros, esperaban en la sala, en silencio. La pequeña SunHee dormía en los brazos de su padre, tranquila.
Kook posó la mirada en el doctor.
— Señor Jeon. Quiero felicitarlo, es un varón, pesó 3.66 kg y tiene una excelente salud. La señora Jeon se encuentra perfectamente, aunque está un poco cansada, podrá salir mañana en la tarde — sonrió y le tendió la mano a JungKook. —. Sí usted quiere, puede pasar a verla.
JungKook estrechó la extremidad del doctor y miró a sus familiares. Después, vio a su pequeña hija y la sacudió para despertarla.
— SunHee, mi amor. Tu hermanito acaba de nacer ¿Quieres verlo?
La niña se removió entre los brazos de su papá y abrió sus ojitos despacito. JungKook esbozo una sonrisa mientras la niña asentía débilmente.
— ¿Y mi mami?
— Adentro, con tu hermanito.
— Vamos... — respondió la pequeña, con la voz ronca.
JungKook entro en la habitación con los demás pisándole los talones.
La enfermera los miró sin dejar de sonreír. Seulgi se veía cansada, pero también sonrió al ver a su esposo.
JungKook se acercó a ella, mientras la enfermera le tendía el niño a la madre para que comiera.
Kook miró a su hijo y cargó a su hija para que lo conociera. Seulgi acarició la cabeza de la niña y miró a sus padres. Después miró a su esposo y a su bebé.
— Creo que lo hacemos muy bien — dijo Kook de pronto.
Seulgi lo miró.
— ¿A sí? — sonrió.
Kook asintió.
— Sí, nos salen preciosos — besó la mano de su esposa con cariño y recargó su frente en la extremidad. —. Haz hecho un trabajo excelente. Te amo, Seulgi.
Seulgi acarició a JungKook con el pulgar sin dejar de verlo.
— Yo también te amo, Kook. Ellos son la prueba — comenzó a reír. —. Definitivamente, no me expondría a este dolor por otro hombre.
JungKook comenzó a reír. Su padre cargó a SunHee y su suegra cargó al pequeño bebé.
La señora miró a JungKook y sonrió.
— ¿Quieres cargarlo, cariño?
JungKook se puso de pie y extendió las manos. La mujer le tendió al niño, mientras Kook lo acomodaba con cuidado entre sus brazos.
Una vez más, miró a Musa y amplió su sonrisa.
— Se llamará Chung Hee ¿Te gusta?
Seulgi negó.
— Kwan Hee. Tiene más impacto.
(****)
Dos años más tarde.
Kook corrió detrás del pequeño niño desnudo. Llevaba una toalla sobre las manos y reía sin poder detenerse.
— ¡Kwon! ¡Ven aquí! No puedes andar desnudo, además, tengo que bañarte.
Sun Hee se asomó por la puerta de su habitación, con un par de muñecas en las manos. Comenzó a reír en cuanto su hermano se metió a la recámara y se escondió bajo la cama.
Kook entró en la habitación con la respiración entrecortada.
— ¿Y tu hermano?
SunHee se encogió de hombros y Kook ladeo.
— No se vale encubrirlo. Sí tu mamá llega y ustedes no están en la cama, aseados y cenados. Nuestra cena de aniversario se irá a la mierda y saben lo mucho que odio que las cosas se vayan a la mierda.
— Le diré a mamá que dijiste mierda dos veces — replico SunHee sin mirar a su padre, mientras peinaba a su muñeca.
Kook levantó una ceja.
— Yo le diré que lo dijiste una vez.
— Eso es trampa.
— La vida es una trampa, SunHe — sonrió. — Ahora ve al baño. Es hora de ducharse.
La niña se puso de pie de mala gana, mientras Kook se acercaba hasta la cama para sacar al niño por un brazo. Lo cargo y camino hasta el baño junto a sus hijos.
— Miren, pondré mucho jabón para burbujas y la tina se llenará de burbujas.
— ¿A poco? — musitó SunHe.
Kook comenzó a reír.
— Si sigues con tu ironía te pondré en los ojos.
La niña rió y se sumergió en el agua. Kwon tomó un auto y lo metió en la tina.
— Los autos no son para ducharse. Mete un barco.
— No quiero, me gusta así, papá.
Kook disfrutaba mucho pasar tiempo con sus hijos, pero últimamente no podía a causa del trabajo.
Ese día cumplía cinco años de estar casado con Seulgi y le había prometido que él prepararía todo. Le pidió que se fuera para descansar y se comprara mucha ropa linda.
Alimento a los niños y hablo con el cocinero para saber cómo iba la preparación de la cena que tendría con su esposa.
Arropo a sus pequeños y se dirigió a su habitación para alistarse.
Al mirarse al espejo, se dio cuenta de lo rápido que habían pasado los años. 5 años era demasiado tiempo, estaba casado y tenía dos hijos. Y aunque su seguridad ya no era la misma de antes, estaba feliz por seguir teniendo el corazón de Seulgi.
Bajó al comedor y espero hasta que llego su esposa.
Seulgi se veía hermosa. Pasó la mayoría del día con sus amigas en el salón para verse preciosa para su esposo.
Kook se aproximó para abrazarla y la besó en los labios. La invitó a sentarse y le sirvió el primer plato.
La velada estaba siendo formidable, ambos solían pasar un gran tiempo juntos. Reviviendo mil momentos juntos, desde el día en que se conocieron, como el que hicieron el amor por primera vez.
El día en el que le pidió matrimonio. El de su boda, cuando nació su hija, cuando nació su hijo. Se percataron de lo felices que eran juntos y si la vida se los permitía, continuarían así hasta dar su último aliento.
Kook se acercó a su esposa para besarla una vez más, la miró a los ojos y sonrió.
— Gracias por elegirme a mí, quedarte conmigo y hacerme tan feliz.
Seulgi abrazó a su esposo lo beso de nuevo.
— Gracias por ser tú el único que merece que me quede. Te amo Jeon.
Kook sonrió.
— Te amo más, señora Jeon.
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He is not my love (JJK) +18
Fiksi PenggemarLa ventaja de estar viva es que puedo elegir a quien amar. La desventaja... no importa cuentas veces suceda, siempre lo amaré a él. - Heterosexual. - Jungkook. - No copias ni adaptaciones. - Para Daphne my love.