Viejos conocidos

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NOTA:

VOLVÍ HAHA
ENSERIO UNA DISCULPA, NO SE PORQUE DESCUIDE ESTE TRABAJO. QUIZÁ FALTA DE INSPIRACIÓN, PERO VOLVÍ CON ESTE NUEVO CAP Y ESPERO LES GUSTE PORQUE...

AHORA SI VIENE LO SHIDO XD

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CAPÍTULO  4

-Sea quien sea el responsable… lo acabaré- su voz demostraba su completo enojo. Su compañero en cambio se mantenía apacible, como en trance, mientras el rubio maldecía una y otra vez y caminaba de un lado a otro cual gato enjaulado.

-Agente Valentine y… capitán R-Redfield ellos están aquí – era como si estuviese hablando sólo. Sus ojos sin brillo, perdidos en algún punto detrás del contrario, quién apenas escucho al chico hablar detuvo sus pasos bruscamente y le miro con el ceño fruncido y una mirada interrogante que pese a todo no hizo que la expresión vacía en el rostro del menor cambiase. Parecía estar hablando sin darse cuenta y es que recordaba que justo así le habían llamado los soldados a aquellos dos que corrían en su ayuda. A pesar de ello, el enfurruñado sujeto de cabellos rubios no noto aquella casi imperceptible mirada nostálgica en los ojos de su “guardaespaldas”.

“Chris Redfield y Jill Valentine” – una sonrisa ladina hizo aparición en su rostro. Había llegado el momento y esta vez no fallaría.

-Vamos – dijo entonces, encaminándose hacia algún sitio, siendo seguido segundos después por el joven quién nuevamente colocó la capucha sobre su cabeza.
**

Uno, dos y tres disparos antes de que el último j’avo de pie soltase el arma y cayese de rodillas con un golpe seco.

Fueron atacados por un grupo mediano de j’avos mientras investigaban los alrededores de las bodegas ya destruidas. Sabían que aún quedaba un almacén y era el principal, aquel donde se encontraban las armas y donde seguramente se guardaba el virus que había vuelto a iniciar el ciclo de los mercenarios infectados.

Preocupado e inquieto. Justo así se encontraba el azabache y es que aún recordaba como Jill tuvo la “brillante” idea de separarse para a palabras de ella “cubrir más terreno y lograr encontrar el almacén principal”. Ella sólo había partido con dos soldados novatos y  en la última conversación que tuvieron por sus comunicadores le informaba que seguían a un par de mercenarios, de eso ya hacia un par de hrs. No había vuelto a comunicarse ni ella ni ninguno de los novatos que la acompañaba.

-Maldición
**

Sus ojos demostraban un cierto miedo. Nunca lo había sentido a tal grado  y ¡joder! Estando en ese trabajo había visto innumerables veces a los muertos vivientes, pero… a esta persona recuerda haberla visto morir, recuerda haberlo visto hundirse entre aquel infierno de lava ardiente y recuerda la satisfacción que sintió al saberlo muerto. No era posible que siguiese ahí, de pie frente a ella y sonriendo tan cínicamente como siempre.
Sus ojos rojos carmín brillaban con un toque de locura en ellos, tal como antes y su porte temible seguía intacto. Una mala jugada del destino al ser ella quien se topase con él sin estar preparada.

Pero eso no era lo más inquietante ahora para ella, sino aquel otro rostro de mirada vacía y ojos apagados, aquel que parecía ser más una marioneta en aquel juego absurdo y seguía cada orden que le daban.

Flashback~

Los j’avos que ella y los novatos seguían, les habían guiado directamente hacia un edificio desgastado aunque de buen tamaño, aún así  habría pasado desapercibido a ojos suyos y de Chris, era una suerte  que aquellos mercenarios no hubiesen captado su presencia aún.
Extrañamente los comunicadores no funcionaban estando cerca de aquel edificio. Era como si entrasen a la boca del lobo al no tener comunicación con nadie más, pero ya estaban ahí, debía sólo investigar un poco y después saldría deprisa para solicitar ayuda a la base y a Chris.

-Ustedes quédense aquí. Iré deprisa y si no salgo en media hr, busquen a Chris.
Igualmente tener un plan B no estaba de más.

Las paredes desgastadas y el olor a humedad del lugar le daban un aspecto tétrico. Los mercenarios avanzaban sin molestarse en ver los alrededores y era un suerte para ella que fuese de ese modo.
Al  final del amplio pasillo se hallaba una gran puerta de marco desgastado, estaba segura que los mercenarios habían entrado por ella, esta se encontraba  ligeramente entre abierta, dejando ver apenas algunas cajas apiladas cerca de una pared y algunos muebles cubiertos con telas blancas.

No había ruido por lo que se adentro lo más silenciosa que sus ágiles piernas le permitían. Nada. No había nadie ahí y aquel lugar le estaba poniendo de los nervios. Esperaba quizá una reunión de j’avos, armas apiladas o quizá al responsable de todo, pero aquello era hasta decepcionante… o eso pensó…

Bienvenida! – fue tal el sobresalto que sin darse cuenta soltó el arma y giro en dirección de donde provenía la voz. Abriendo sus ojos como platos ante lo que estos le mostraban, esa persona frente a ella no debería estar siquiera en pie ¿Cómo carajo era posible?

-Tu…- su voz fue menos que un susurro, no contenía reproche ni algo parecido, estaba más salpicada de sorpresa. Es decir, había visto las fotos de la investigación y habría jurado que aquello era una coincidencia; un tipo parecido, alguien que sólo compartía rasgos similares con aquel ,  no creía del todo lo que veía, no, absolutamente no.

Su interior se revolvió, sus entrañas protestaban y el malestar sólo creció cuando el tipo comenzó a bajar las escaleras con ese porte elegante y esos ojos rojizos amenazantes puestos sobre su persona.

-Yo… ¿Dónde está tu amado Chris?

-Deja las bromas,  Wesker – dijo, sin ocultar el desprecio en su voz al mencionar ese nombre- ¿Qué carajo quieres lograr ahora con este nuevo brote del virus?

Aunque quizá la pregunta más importante fuese “¿Cómo lograste adquirir el virus C?” ya que en el momento en que este estaba causando destrozos, era Jake quién estuvo involucrado, ya había pasado tiempo de la “muerte” de Wesker. No era posible ni tenía lógica lo que estaba ocurriendo.

-Tuve algunas cosas a mi favor. Aunque ahora tengo asuntos más importantes que atender, lamento no poder atenderte como es debido, querida. Pero te dejaré divertirte con mi nuevo ayudante.

Antes de que la chica avanzará hacia el rubio para atacarle, una mano le detuvo. Siguiendo con la mirada, se topó con un hombre cubierto por una túnica oscura y al que apenas se le notaba la boca, ya que los ojos de igual forma estaban casi ocultos entre las sombras de aquel traje, su cabeza estaba apenas levantada, pero al quitarse la capucha para dejar al descubierto su rostro, la mirada sorprendida de la chica no pudo sino evidenciarle algo al oji carmín, quién aún no se movía de su sitio; ella conocía a ese chico.

-Parece ser amigo tuyo por lo que veo… - lanzó entonces una risa burlona y sin perder su porte elegante, se dio la vuelta con cierta elegancia murmurando en el proceso un “pues pónganse al corriente”

The return of a Hero (?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora