NOTA: ¡Ya volví!
Si, ya se tarde un buen. Es que pasaron tantas cosas y pues... ¡joder! Tengo que actualizar y pensar en ustedes.
Perdón perdón perdón :c
También disculpen porque el capítulo es algo corto, sólo que vuelvo a tomarle la onda a esto de escribir y pues como que debo inspirarme de nuevo.CAPÍTULO 3
-Quiero a todos armados y listos - La voz potente y firme acompañada de una sonrisa apenas perceptible mientras se preparaba para decir lo demás - Aún queda trabajo por hacer antes de marcharnos de aquí- el hombre se dirigió entonces hacia su "guardaespaldas" acercándose para entregarle un maletín de tamaño medio y luego comenzó alejarse a pasos tranquilos soltando en el proceso un "!Te encargo lo demás! "
Una vez que el contrario estuvo sólo, en medio del silencio algo captó su atención. Se quedó quieto unos segundos tratando de escuchar alrededor; eran apenas meros susurros y luego un click... definitivamente había personas rondando por el área.
**-Shh... nos escuchara si siguen quejándose.
-Vámonos de aquí. Ese sujeto parece peligroso y si nos ve...
-Calla. Tomaré una foto de esto y la enviaré a la base (click). Ese maletín debe esconder algo y... ¿Dónde coño esta? - los novatos buscaban con la mirada al encapuchado, sus ojos y sentidos atentos por la repentina desaparición de aquel sujeto que hacia apenas segundos estaba parado delante de ellos cargando aquel extraño maletín con él.
-¡Maldición! ¡Disparen!
El repentino grito y orden venía del capitán del grupo, sus ojos destellando miedo y algo más parecido a la adrenalina, detrás de ellos corría a toda velocidad aquel sujeto; ágil cual pantera. Su rostro oculto por las sombras y su aura peligrosa le daban un toque de miedo, pero aún más que eso, los novatos temblaban al darse cuenta de que sus disparos eran ágilmente esquivados por el encapuchado misterioso.
Los movimientos que utilizaba al atacar a los novatos parecían los de un profesional. A pesar de su altura media y su cuerpo ligeramente musculoso, parecía tener una fuerza impresionante y habilidades en lucha de cuerpo a cuerpo, eran los movimientos de un soldado bien entrenado sin duda. Un soldado élite.
-¡Alto! - Los que quedaban en pie reconocieron enseguida al dueño de aquella voz.
-¡Capitán Redfield! ¡Agente Valentine!-los soldados le vieron correr a lado de la rubia,mientras ambos disparaban en dirección al sujeto de vestimenta oscura,el cual enseguida detuvo sus movimientos y sin girarse a pelear, simplemente corrió entre los edificios y desapareció enseguida.
-¿Qué ha pasado acá? - No quería pensar en lo peor, pero siendo sincero el Redfield esperaba una masacre alrededor. Sangre y vísceras luego de saber que dicho sujeto era peligroso, esperaba si, uno o dos muertos y estaba preparado para afrontarlo de ser así, sin embargo los soldados que se encontraban tirados y habían sido atacados, tenían apenas heridas superficiales y se encontraban sólo inconscientes.
-Aquel sujeto no mato a nadie... - Jill se encargó entonces de revisar a cada hombre y asegurarse de que todos estaban respirando. Era inusual aquello, pero quizá la intención era sólo asustarles para mantenerlos alejados, aunque... ¿Por qué no matarlos para lograr su cometido?**
Los soldados más pronto que tarde confirmaron lo que ellos ya sospechaban; los almacenes contenían armas que estaban siendo transportadas a algún sitio aún fuera de su radar de búsqueda.
Tenían las coordenadas de varios almacenes y tan pronto como estuvieron lo suficientemente lejos para estar "seguros" el capitán Redfield dio la orden de ataque. Varios misiles a metros de su posición, uno tras otro causando explosiones alrededor y apenas temblores donde ellos se encontraban.
**Minutos o quizás hrs ya desde que el Redfield autorizó los misiles. La primera parte de la misión ya estaba completa; encontrar sus depósitos de suministros y destruirlos. Ahora faltaba lo más importante que era encontrar al responsable y detenerlo antes de una nueva amenaza bioterrorista. Lo de menos era para qué, pues el objetivo estaba más que claro en todo aquello. Querían causar daño igual que todos los implicados con la corporación Umbrella.
Jill y los novatos ya descansaban para reponer energías y él... montaba una especie de guardia nocturna hasta su relevo. Lamentablemente tener tanto tiempo con sus pensamientos y nada más, le llevaban a pensar en su anterior intento de renuncia. Cuando pensaba ya alejarse de las armas y dar paso a nuevos soldados que tanto como él, deseaban acabar con el bioterrorismo, tanto como su antiguo equipo Alpha, tanto como... Piers.
El era sin duda el más capacitado para liderar el nuevo equipo; fuerte de mente, capaz de tomar decisiones rápidamente y elegir lo mejor para él y para el equipo, habilidoso con las armas y más importante... los soldados confiaban su vida a él. Incluso Chris lo hacia sin darse cuenta, quizá porque en el fondo sabía que el soldado oji miel estaría ahí para salvarle aún si se encontrase a metros de su posición, llegaría de alguna forma o utilizaría el rifle de francotirador para matar a los enemigos que rodeasen al mayor.
Pensándolo mejor, quizá ni siquiera habría estado preparado para dejar al soldado partir a misión sólo. Nunca habría estado tranquilo sabiendo que este estaba en el campo de batalla arriesgando su vida. Piers se había vuelto importante en algún punto de su día a día y saberlo en peligro era algo que atormentaría su "descanso" cuando quiso renunciar. No, no habría podido dejarle... pero al parecer la vida si que podía arrebatarlo de su lado sin que pudiese protestar o evitarlo.-Tsk... maldición.
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The return of a Hero (?)
Fiksi PenggemarAl capitán Redfield se le ha asignado una nueva misión de carácter peligroso, está vez no estará a cargo de su tan conocido equipo Alpha sino que su compañera será la mismísima Jill Valentine, quien le acompañara a lo largo de esta misión en la cual...