El enfrentamiento

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La evacuación de los soldados había sido realizada con éxito, por lo que ahora podía estar mas tranquilo sabiendo que no sacrificaría a quien no tenía nada que ver con esa situación. Aunque lamentaba que su amiga fuese tan terca y no hubiese querido marcharse. Ella estaba empeñada en acompañarle y enfrentar a Wesker  a su lado, pues al final de cuentas, ambos habían tenido mucho que ver con el rubio. Ambos tenían asuntos pendientes que saldar del pasado.

-Te ayudaré a traer a ese niño... se cuan importante es para ti. - Dicho esto, la mirada del mayor se ensombreció por unos segundos. No, no podía ocultar cuanto le afectaba el saber de su soldado. Es que ni siquiera, ni siquiera era posible que aun estuviese con vida luego de lo sucedido hacia ya tiempo en aquella última misión. El le vio morir, le vio despedirse aquella vez dentro del maldito submarino y lo peor de todo, le vio mientras se convertía en aquello contra lo que peleaba, tratando de mantener el control sobre su persona, luchando consigo mismo para salvarle. Ahora no estaba seguro de si lo había visto era real o no. Ese chico no podía seguir con vida, luciendo como si nada, como si nunca se hubiese transformado ¿Donde estaban las secuelas del virus que recorría su cuerpo aquella última vez que le vio vivo? Nada... no quedaba nada ¿Que era entonces? solo había una forma de saberlo...

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Solo quedaba un almacén, la duda era ¿donde carajo estaba dicho almacén? Estuvieron recorriendo lo que quedaba de revisar, ya habían cubierto terreno anteriormente con los soldados, por lo que era menos camino que recorrer, pero de igual forma debían darse prisa por que no estaban seguros de con cuanto tiempo contaban para detener a Wesker y lo que sea que planease esta vez.

-Vamos, lleven eso al almacén...

Esa voz, Chris reconocería aquella voz donde fuese... Le vio detrás de unos edificios, siendo seguido por un grupo de mercenarios que transportaban consigo armas de todo tipo. Decidió entonces seguirle junto con la rubia, procurando ser sigilosos.

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Habían sido guiados hasta una especie de aeropuerto militar, donde algunos aviones de aspecto desgastado se hallaban distribuidos entre el lugar. Las armas debían encontrarse cerca. Quizá listas para partir junto con el causante de todo aquello.

-Pero si es mi querido amigo, Chris y al parecer la señorita Valentine sigue con vida...

La potente voz resonaba a sus espaldas, una vez mas sorprendidos por el oji carmín, quien les miraba con una sonrisa tétrica y sus ojos resplandeciendo de esa manera tan llamativa y característica suya.

-Déjate de estupideces y dime donde esta... - La voz amenazante del moreno no dejaba duda que para juegos no estaba de ánimos. Su porte firme y sus brazos tensos mientras sujetaba el arma apuntando al rostro del rubio, aunque el contrario no parecía nada intimidado por la situación, en cambio, mostraba una especie de retorcido gusto por el rumbo de las cosas.

Algo era seguro ahora para Jill; Wesker antes de todo aquello, no sabía que tanto ella como Chris conocían al soldado oji miel.

-¡Ah! Ya veo, ese chiquillo de rostro bonito es amigo tuyo ¿Eh? Mira que graciosa es esta situación... Yo pensando en hacerte daño y resulta que lo logro sin querer... - dijo con su típico tono cínico. 

Comenzó a reír entonces y negó un par de veces antes de decir:

-¿Tu que opinas de esto, niño? - hasta ese momento, ni Jill ni Chris se habían percatado de que el menor se hallaba a solo un par de pasos de ellos. Ya sin la capucha; portando un uniforme de agente policial y unas botas negras. Aun con esa expresión neutra en su rostro y sus ojos vacíos y sin brillo.

-¡Piers! - No podía ocultarlo, no podía definitivamente negar el hecho de que estaba feliz de saber que aquel niño si era su soldado, algo contradictorio teniendo en cuenta la situación, pero ahora sabía que estaba con vida y ahora no le fallaría. Esta vez le llevaría a casa...

-Ay por favor... que situación tan patética. Ni siquiera te reconoce...

-Cierra la boca ahora,  Wesker -Esta vez era la propia Jill quién le apuntaba. 

Un disparo lleno el aire entonces, era Chris quién había disparado directo al rubio, pero sin llegar a dañarle dado la extrema agilidad del oji carmín. En medio de todo, una especie de rayo azul fue arrojado en dirección al Redfield, pero apenas logró esquivarlo.

-¿Lo ves? El prefiere protegerme a mi, querido Chris - sería mentira decir que el rubio no disfrutaba ver al azabache enfadado y creía estar entendiendo la situación mas que bien, por lo que no desaprovecharía la oportunidad para ver a su rival mal, por arrebatarle a alguien importante de su vida, tal como casi hacía en el pasado con su amiga, Jill.

Tanto Jill como Chris intentaban disparar hacia Wesker, errando todos los tiros y en el proceso tratando de esquivar los rayos azules que eran arrojados por el castaño. Cuando menos lo esperó, el Redfield ya tenía al oji miel frente a él.

-Piers... - susurró con apenas aliento. Estaba ahí, justo frente a su rostro, con sus ojos miel tan perfectos como los recordaba y su boca color rosa entreabierta y soltando leves jadeos al haber corrido hasta el azabache.

Este en cambio, no mostró sorpresa,ni atisbo de reconocimiento, sino que le atacó con un rayo azul que arrojó al Redfield lejos. Pudo escuchar a su amiga gritar su nombre y luego le vio correr hacia él.

-¿Lo ves, Chris? Este niño no te recuerda, le da igual tu vida. Esta aquí para protegerme... - ante eso, el moreno soltó un gruñido que hizo reír al rubio, quien se acercaba peligrosamente a ambos agentes con sus ojos carmín brillando con locura y al lado suyo el soldado, con rayos azules destellando entre sus manos.

Jill se interpuso para tratar de proteger a su amigo, con su arma en lo alto intercalando la mirada entre el castaño y el rubio. Disparo entonces hacia su principal enemigo, aunque este esquivo a tiempo y le acestó un golpe en el estomago que le  hizo arrodillarse  al sentir el aire abandonar sus pulmones.

Chris estaba indefenso, aturdido por el ataque de Piers, su arma lejos de su posición y su amiga fuera de combate... 

-Piers... reacciona por favor, soy yo, Chris... 

-Mátale... - Si, definitivamente el estaba disfrutando aquello, ordenarle al soldado algo que había querido que Jill hiciese en el pasado. La manera lenta en que el oji miel se acercaba al azabache y sus rayos azules crecían entre sus manos, amenazadores y centelleantes. Era todo, no solo era haberle perdido en el pasado, sino ahora igual, sin reacción de su parte, sin brillo en sus ojos miel, esta vez sería su joven soldado quien acabase con el... aquel que anteriormente había querido salvarle ahora le iba a matar.

Wesker se dio la vuelta para alejarse de ahí, con una sonrisa satisfecha en el rostro y enseguida  hizo una señal con la mano, haciendo que pronto un grupo de mercenarios saltaran de todas partes con armas entre sus manos y comenzaran a acercarse a los dos agentes en el suelo, justo detrás del joven soldado. 

***

Capitulo largo a mi parecer, aunque esta vez algo mas dramático muajajaja...

Ojala les guste y esperen la siguiente parte ;)

The return of a Hero (?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora