POV CamilaEstaba histérica, pero no era para menos. En aquel momento tenía claro que estábamos totalmente perdidas, pues Ally y Troy supondrían que continuábamos conduciendo en dirección a Filadelfia, y allí nadie nos esperaba hasta el día siguiente. No estaba segura de cuánto tardarían nuestros amigos en darse cuenta de que no nos poníamos en contacto con ellos, pero realmente en aquel instante no encontraba solución alguna a nuestro problema.
–No sé qué vamos a hacer… –murmuré, agachando la cabeza y tragándome el nudo de angustia que se encontraba en mi garganta.
–Saldremos de aquí, Camila, eso tenlo por seguro –intentó tranquilizarme Lauren, aunque por el tono de su voz parecía molesta. –Ya sé que no confías en mí y que crees que soy una inútil, pero de una forma u otra conseguiremos salir.
Alcé el rostro cuando escuche sus últimas palabras, sin poder creer lo que acababa de oír.
–Yo no creo que seas una inútil, y sabes que nunca lo he creído –le aclaré, esperando que no tuviera ganas de discutir en aquel momento.
–Vamos a buscar el auto –fue su única respuesta justo antes de darse la vuelta y comenzar a caminar de nuevo.
Adelanté el paso para ponerme a su lado y no tener que hablar con su espalda:
–Y claro que confío en ti, lo que no entiendo es a qué viene esto ahora. No puedes negar que estamos perdidas, Lauren.
–No lo niego, pero estoy harta de que seas tan pesimista.
–No soy pesimista, soy…
–Realista, sí, ya lo has dicho antes –me interrumpió de malas maneras, consiguiendo que le dedicara una mirada ceñuda. –Y sí, hemos tenido un accidente, nadie sabe dónde estamos, no tenemos auto, ni comida y tampoco una forma de ponernos en contacto con nadie, pero no creo que vaya a resultar muy complicado salir de aquí.
–Sinceramente, espero que tengas razón.
Un buen rato después, muertas de calor y empapadas en sudor, continuábamos buscando el auto.
–Estoy segura de que estaba por aquí –repitió Lauren por enésima vez, dando vueltas sobre sí misma como si con eso fuera a solucionar algo.
– ¿Sí? Pues yo creo que todos los árboles son iguales. Y no sé si te has dado cuenta, pero nos hemos desviado del precipicio.
–Mierda… ¡Maldición! ¡Hijo de…! ¡Mierda!
Estaba exhausta, y escuchar las maldiciones de Lauren no me ayudaba en absoluto, por lo que me senté en el suelo, no sin haber comprobado antes que no había ningún insecto al que pudiera aplastar, claro.
–Bueno, tranquilízate –le pedí en un intento por aclarar las cosas. – ¿Qué podemos hacer, aparte de maldecir y de enojarnos?
Pareció pensárselo durante algunos segundos, y después me dedicó una mirada resignada.
–Aceptar que estamos perdidas y esperar a que alguien nos rescate.
De acuerdo, no se me hacía una idea demasiado atractiva.
–No me parece bien –apunté.
–Cómo no…
La fulminé con la mirada cuando se sentó a mi lado, pero me ignoró.
–No creo que quedarnos sentadas y de brazos cruzados vaya a ser lo mejor. Podríamos intentar salir de aquí –propuse.
– ¿Y qué crees que hemos estado haciendo hasta ahora?
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El frío del silencio. (Adaptación Camren) G!P EDITANDO
RomanceCuando un matrimonio se rompe, sobrevivir junto a esa persona cambia las cosas... Adaptación, la historia original le pertenece a su creadora todos los derechos hacia ella y su cerebro. NO SE PERMITEN OTRAS ADAPTACIONES. 100K Lecturas 03/11/2019