POV Camila
Abrí los ojos un segundo antes de que el despertador comenzara a sonar, y estiré el brazo con pereza para detenerlo. Cuando me moví para sentarme en la cama, me percaté de que Lauren aún no se había levantado, por lo que lo hice yo antes que ella y me encerré en el cuarto de baño. Me di una ducha rápida y terminé de despertarme por completo, así que cuando salí, me vestí y me maquillé como siempre. Salí de la habitación y escuché ruido proveniente de la cocina, por lo que supuse que Lauren estaba preparando el desayuno. Me dirigí a la habitación de Coraline y levanté la persiana intentando hacer algo de ruido para que mi hija fuera despertándose. Podía ser una niña muy traviesa, pero le costaba mucho despertarse para ir al colegio. En cambio, los fines de semana, a las ocho ya estaba dando guerra. Era algo que jamás comprendería.
Me acerqué a la cama y me senté en uno de los lados.
–Despierta, Bella Durmiente –le dije en voz baja a la vez que le hacía cosquillas.
–No –musitó tapándose la cabeza con la sábana, y a mí me dio la risa tonta. –Tengo sueño.
–Y yo también, pero mami tiene que ir a trabajar y tú tienes que ir al colegio.
–No quiero –se destapó un poco y me hizo un puchero, pero yo no me ablandé.
–Pero tienes que ir. ¡Mañana ya es el último día de clase antes de las vacaciones! Así que tienes que empezar a despedirte de tus amigos, ¿o es que no quieres despedirte de ellos?
Negó lentamente con la cabeza, pero sonrió, y yo supe por qué. Eso de las vacaciones le había gustado.
– ¿Iremos de vacaciones? –me preguntó mientras se destapaba y estiraba los brazos hacia mí para que la cargara. Lo hice, pero tardé un poco en responder porque no sabía qué decirle.
–Claro, ya veremos lo que hacemos. Pero antes de eso, hay que ir al colegio. ¿Vamos a lavarte la carita?
Asintió con rapidez y corrió hasta el cuarto de baño. Cuando estuvo peinada y vestida, las dos bajamos hasta la cocina, donde encontramos a Lauren sentada en la mesa con un café delante de ella.
– ¡Mamá! –gritó Coraline, y corrió hasta su madre, que la tomó en brazos, le dio unos cuantos besos en sus mejillas y la sentó en su regazo.
–Buenos días, princesa. ¿Has dormido bien? –le preguntó con una amplia sonrisa. Yo no dije nada, simplemente me puse a prepararle el desayuno a Coraline y de paso un café para mí.
– ¡Sí! ¿Sabes que mañana es el último día de colegio? –inquirió ella con entusiasmo, y yo sonreí internamente, pero dejé de hacerlo un segundo después, cuando recordé la amarga discusión que tuvimos Lauren la noche anterior.
–Claro que sí. ¿Estás contenta?
–Mucho, pero voy a echar de menos a mis amigos…
–Bueno, supongo que se veran este verano.
En aquel momento se terminó de calentar la leche de Coraline, así que saqué el vaso del microondas, se lo puse en la mesa y le acerqué los cereales y las galletas.
–Coraline, recuerdas lo que vamos a hacer este fin de semana, ¿verdad? –tuve la necesidad de preguntar en aquel momento.
– ¡Sí! ¡Vamos a ver a Katherine! –gritó alzando los brazos con emoción.
–Eso es, y también veremos a Troy y tía Ally –le recordé.
Teníamos planeado aquel fin de semana desde hacía meses. Troy y Ally habían sido nuestros mejores amigos desde siempre, pero cuando se casaron cuatro años atrás, decidieron irse a vivir a Richmond, en Virginia. Hacía dos años que no los veíamos, pero hablábamos frecuentemente por teléfono, y también nos comunicábamos a través de Internet, pero no era lo mismo. Coraline y Katherine, la hija de Troy y Ally se llevaban más que bien, y se conocían desde que eran bebés, a pesar de que Katherine era un año mayor que Coraline. Por eso mi hija estaba tan emocionada con la idea de ir a visitar a su amiga.
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El frío del silencio. (Adaptación Camren) G!P EDITANDO
RomanceCuando un matrimonio se rompe, sobrevivir junto a esa persona cambia las cosas... Adaptación, la historia original le pertenece a su creadora todos los derechos hacia ella y su cerebro. NO SE PERMITEN OTRAS ADAPTACIONES. 100K Lecturas 03/11/2019