VI • {Quédate} •

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Canción:

Let me touch your fire - A R I Z O N A

ETHAN POV'S

-¡Ethan espera!- Me dijo la bruja antes de salir de la sala en la que estábamos.-No puedes decirle nada de esto. Ella no lo sabe y no lo entendería.

-¿Estás tratando de tonta a mi Luna?-Dije furioso.

-No es eso idiota.-Se posicionó Zayn por delante de ella. Maldito vampiro.-Si ella lo sabe, va a querer huir e irse del pueblo. No podrás cuidarla si se va.-Hizo una pausa.-Y te prometo que si le sucede algo no dudaré ni dos segundos en romper el pacto.-Me lanzó una mirada sombría.

Nuestro pacto era el siguiente. Podíamos vivir en el mismo pueblo, alejarnos de los problemas y vivir en paz y en armonía siempre y cuando ninguno de los vampiros atacara a los licántropos, y viceversa. Aparte de la prohibición de cazar dentro del pueblo para ambas razas.

-No te preocupes.-Dije enfadado.-Nadie le va a tocar un pelo.

El sólo asintió. Es un maldito.

-Bueno, ahora lo entiendes.-La bruja recalcó.-No puedes decirle nada.

-Tengo que protegerla, ¿cómo lo haré si ella no lo sabe?-Aclaré.-Es obvio que ya no vivirá en tu estúpida hostería. Tiene que vivir conmigo.

-Ella lo decidirá.-Dijo desafiante.-Pero no puedes decirle nada. No aún.

No estaba totalmente convencido. Sentía que debía decírselo. Debía ser sincero con mi compañera de vida, pero la bruja tenía razón. No sabía como iba a reaccionar, y debía procurar tenerla cerca todo el tiempo.

Les di una última mirada, y salí de la habitación para ir a buscar a mi luna.

-¿Kate?-Había llegado justo a la sala principal dónde las había dejado, y no había nadie.

Las puertas estaban abiertas de par en par y no se oía un alma.

-Maldición.-Dije desesperándome.

-No se la puede llevar aún.-Dijo Vicky tras de mí.-La luna roja no es hasta en un mes, no le serviría de nada llevársela de aquí tan pronto.

Comencé a revisar cada cuarto de la casa y no las encontraba. Me estaba volviendo loco.

Todos corríamos de arriba a abajo, y nada.

En un momento, escuché unas risas, y una dulce voz que me tranquilizó.

Comencé a seguir las voces, y me guiaron al entre techo, dónde Kate tenía su cuarto secreto. No lo había conocido hasta ese momento.

-Ha sido gruñón de pequeño.-Le decía Kate mostrándole fotos.-Mira aquí. Estaba enojado porque nuestros padres lo enviaron a cuidarme al bosque mientras yo recogía moras.

Maddison sonrió. Su sonrisa era lo más lindo de la vida.

-Es lindo desde pequeño.-Comentó acariciando una foto mía.

-¿Te parezco lindo?-Dije abrazándola por detrás, por lo que dio un pequeño saltito.

-Ya, no la asustes.-Dijo Kate riendo.

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