Capítulo 8

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El sonido de mi alarma me despertó. Estire mi mano para apagarla, finalmente llegué a ella y la apagué. Era lunes, día de escuela. Me estiré sentándome en mi cama, solté un largo bostezo.

Ayer domingo fuimos por las cosas de Juanpa a su casa. Sus padres parecían aliviados de que por fin se fuera de la casa, y no es que no lo quisieran, pero escuché algo que le dijo su padre antes de marcharse.

"Es para que te hagas más responsable".  Y así fue como se despidieron.

Llegamos y ayudamos a Juanpa a instalarse y el resto del día no la pasamos viendo películas sin hacer nada más. Nos dormimos tarde debido a que estábamos viendo un maratón de Harry Potter el cual no terminamos, nos faltaron las últimas tres películas. Pero decidimos dejarlo para el próximo fin de semana.

Tomé una toalla del pequeño ropero y caminé directo al baño. Abrí el grifo de la llave y esperé a que se calentar el agua. Me quité la venda de mi rostro y la dejé a un lado. No tardé mucho en darme un baño, tomé mi bata de baño y me envolví en ella para caminar de regreso a mi cuarto.

Caminé por el pasillo y toque en la puerta de Sebas para que se despertara. De los tres yo parecía la mamá. Sebas a pesar de que al principio se molestó por haber interrumpido su sueño pronto se le olvidó y apareció una sonrisa en su rostro. Él siempre andaba con esa sonrisa.

Entré a mi cuarto y comencé arreglarme, tomé una venda limpia de mi cajón y me la acomodé nuevamente como todos los días lo hacía. En ese momento empecé a tener destellos en los ojos como si me estuvieran tomando muchas fotos con el flash activado retrocedí dando pasos hacia atrás. Al sentir mi cama me senté en ella y puse mi cara entre mis manos ya me estaba acostumbrando a eso. Tardó algunos minutos para que mi vista se volviera a la normalidad.

Terminé de arreglarme y bajé a preparar el desayuno. Cuando Sebas y Juanpa bajaron yo estaba sirviendo el desayuno. Había huevos con tocino, jugo de naranja y un café.

-Rayos Jess, yo podría acostumbrarme a esto -dijo Juanpa mientras metía un bocado en su boca.
-Jess es la mejor rommie que podrías tener -dijo Sebas.
Forcé una sonrisa
-Gracias chicos -dije
-Oye ¿qué pasa? -preguntó Sebas.
-Nada creo no dormí bien -mentí.

Sebas fingió creerme. Acabamos el desayuno y yo iba a lavar los platos sucios pero Juanpa y Sebas no me dejaron. Así que fui a la sala a esperarlos para irnos a la escuela, me senté en el sofá. Algo al lado de la televisión llamó mi atención. Era mi guitarra, me levanté del sofá y caminé hasta ella, la tomé entre mis manos regresé a sentarme donde estaba antes. Afine las cuerdas, cerré los ojos y comencé a tocar. Extrañaba esos momentos, yo sola en compañía de mi guitarra. Toqué una de mis canciones favoritas, pero no la canté; eso de cantar no era lo mío. Cuando terminé de tocar unos aplausos se hicieron presentes sacándome del transe en el que me encontraba.

-Bravo -gritó Juanpa.
-Hey vamos, ¿que ocurre? -iba a hablar pero me interrumpió Sebas -y dime la verdad. Sólo tocas la guitarra cuando estás pensando en algo que te preocupa.
-Volví a tener un episodio -dije
-¿Qué? -me preguntó.
-Que volví a ten... -me interrumpió.
-Sí escuché -dijo Sebas -ya no te había pasado hace como un mes -dijo realmente preocupado.
-Mierda -dijo Juanpa enojado.
-Hoy nos quedamos en casa -dijo Sebas.
-No chicos estoy bien -dije tranquilizandolos.
-Lo siento pero estoy de acuerdo con Sebas.
-Chicos en serio estoy bien -recalqué manteniendo mi postura.
-Pero...
-Pero nada -dije -estoy bien.
-Bueno sabes que estamos para ti -dijo Juanpa.
-Lo sé chicos gracias.
Sebas me abrazó y pronto Juanpa se unió al abrazo.
-Te amamos y a pesar de todo no vamos a dejarte sola -dijo dejando un beso en mi frente.
-También los amo -dije dejando la guitarra en el sofá.
-Llévala a la escuela dijo Juanpa señalando con el dedo la guitarra.
-La gente necesita buena música -completo Sebas.
-De acuerdo -la metí en su estuche y la colgué sobre mi hombro y tome mi mochila sobre el otro hombro la cual me fue quitada por Juanpa.
-Yo la llevo -me dijo sonriendo.
Realmente no sé qué haría sin mis dos mejores amigos.

DANIELA POV

Con todo lo que está ocurriendo en mi vida podría tener el valor de decir que mi vida estaba volviendo a la normalidad, no me refiero a que esté olvidando a Poché porque ¿cómo olvidar al amor de tu vida? A lo que me refiero es que ya no duele tanto su ausencia como lo hacía antes he aprendido a vivir con eso.

La mano de Pau estaba haciendo movimientos frente a mi cara tratando de llamar mi atención.

-¿Qué? -dije
-Pregunté que si estás lista para la escuela -me dijo.
-Si.

Esta mañana Pau había tomado la decisión de llevarme a la escuela, yo había insistído en que no era necesario pero como siempre ella ganó.
-Bueno vamos no queremos que llegues tarde ¿cierto? -dijo mirándome.
-cierto -le sonreí.
Tomamos el elevador para bajar al estacionamiento. Pau y yo íbamos en silencio al llegar al auto. Pau entró al coche del lado del conductor y yo me subí del lado del copiloto encendió el auto. Yo prendí la radio para llenar el silencio que se había hecho y cerré los ojos.

FLASHBACK

-Eres el amor de mi vida -me dijo con los ojos llorosos. Me reí, era muy divertido verla en ese estado.
-Tú no eres el mío -le dije molestando.
-No me importa yo si te amo a ti -me respondió intentando darme un pico pero me eché para atrás.
-Déjame besarte -me dijo haciendo un puchero.
-No, no te mereces mis besos.
-Oye -dijo tocando el hombro de una chica llamando su atención -¿qué opinas de esta belleza de mujer que no quiere besarme? -realmente estaba muy borracha.
-Opino que si ella no te besa lo haré yo -le dijo guiñandole un ojo mientras se volteaba de nuevo.
En ese momento no reaccioné hasta que sentir los labios de Poché sobre los míos me dio un beso muy lento no me pude resistir y también la besé. Poché tenía el poder de transmitir todo su amor con un simple beso.
-Te amo tonta -le dije una vez que nos separamos. Lo dije alto para que la chica que se le había insinuado a Poché también escuchará.
-Yo te amo más celosita -me rodeo con sus brazos por la cintura.

FIN DEL FLASHBACK

EN TODAS MIS VIDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora