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   Jungkook veía cómo las personas en aquella espaciosa sala de juntas se mantenían en silencio y prestaban atención a la persona que se encontraba al frente, exponiendo un informe que había sido pedido hace unos meses

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   Jungkook veía cómo las personas en aquella espaciosa sala de juntas se mantenían en silencio y prestaban atención a la persona que se encontraba al frente, exponiendo un informe que había sido pedido hace unos meses. Todos hacían preguntas sobre ello y por qué de muchos acontecimientos; el objetivo primordial de la empresa y los medios para realizarlo, factores físicos que podrían afectar en un futuro sus intenciones y, sobre todo, la parte social y el entorno competitivo.

Sabía de lo que hablaban, eso era algo bueno. Pero debía admitir que le resultaba sumamente aburrido.

Observó cómo su padre prestaba atención a cada detalle y cuestionaba absolutamente todo. Daba indicios de variables estratégicos que podrían afectar a la elección de entrada para la expansión hacia el lugar/nación a la cuál estaban apuntando; desde concentraciones, sinergias y las motivaciones estratégicas globales.

Desde que el azabache había empezado a ser más constante en las instalaciones del grupo, se había dado cuenta de las millones de capacidades que su padre tenía y que por ello, asumía eran necesarias para encabezar tal posición. Tal sensación de sentirse un asco al lado de esa persona, sin duda le plantó aún más preocupaciones. 
Él debía ser concreto con cada una de sus decisiones y, sobre todo, ser veraz a la hora de identificar algún fallo o algo que sencillamente no lograse digerir.

Si no sabía hacer eso o era inseguro, ¿qué se supone que hacía ahí?

Relamió sus labios al pensar aquello y recostó su cuerpo en su asiento. No le dio más vueltas al asunto y sintió el bolsillo interior de su saco vibrar, miró hacia el frente, se levantó en silencio y sin pensarlo dos veces salió para atender la llamada.

—¡Jungkookie! —Alegó muy emocionado el pelirrosa desde la otra línea—. ¡No vas a creermeee! Espera, ¿estoy llamando en mal momento? —preguntó.

—¿Qué? No, realmente no. —Sonrió levemente y se alejó un poco de aquella sala. —¿Qué ibas a decirme?

—Es TT~ —canturrió—. ¡Adivina!

Jungkook rió al escuchar la emoción del mayor. —No tengo idea.

—Um, está bien, te diré —continuó y respiró profundo—. Esta mañana te dije que Jimin me visitaría, ¿cierto?

—Sí, ¿cómo les fue?

—Muy bien, pero no es lo importante. Seokjin Hyung me había dicho que en esta etapa TT sería capaz de escucharnos así que podía hablarle y demás; admito haberlo estado haciendo. ¿Sabías que ama el mango?

—¿Y tú cómo sabes eso? —Volvió a reír al pensar en lo tierno que estaba siendo Taehyung, más cuando ya había llegado a su mes número cinco. Ahora se emocionaba por todo, siempre era sonriente y le gustaba comentar anécdotas a pesar de que no fueran interesantes para nadie. A excepción de Jungkook, si era Taehyung, todo era de interesar.

Between Drinks [KOOKV] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora