Between Drinks [KOOKV]

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    Taehyung se encontraba sentado en su cama, mantenía sus manos juntas y su mirada no se despegaba de ellas.
Pensaba en lo que había sucedido con su menor y no podía sentirse peor. Sus frías palabras no dejaban de aparecer en su cabeza, recordándole lo muy poco que le conocía.

Su corazón se arrugaba cada vez más y su semblante sólo demostraba las desagradables emociones que se habían colado en su persona. Aquella imagen que había logrado obtener del Jungkook de hace años, había desaparecido por completo, siendo reemplazada por alguien desconocido y, confesaba a su vez, muy tenebroso. Taehyung había notado que incluso le daba miedo decirle algo.

El castaño respiró profundo, talló su cara y tomó su celular para marcar un número en específico.

—Oh, Tae —mencionó Soo—. Buenas tardes.

—Buenas tardes, mamá Soo —musitó.

—Hmm… Tae, ¿pasó algo? —Preguntó—. Esa vocecita no es muy habitual en ti.

El chico pensó por un rato sus palabras, hizo una mueca al centrarse por completo y después dijo—: ¿Puedo… ir a su casa?

—Pero por supuesto, sabes que las puertas de mi hogar están abiertas para ti y para el pequeño Eunwoo.

—Él no irá conmigo —aclaró—. Necesito… yo necesito decir muchas cosas y realmente siento que con la única que puedo hacerlo, es con usted. Pedirle… quizá algún consejo.

—Puedes venir cuando quieras —informó.

—Gracias.

—Te estaré esperando, Tae.

    Mantenerse al pie de todo, quizá era la única opción que tenía Jungkook si quería cumplir con todo lo que se le estaba pidiendo. Ser excelente era su prioridad, ser excepcional una regla y no dejar pasar absolutamente nada era un requisito.
La última vez que había pedido a un asistente o alguien que abarcase la mínima parte de sus responsabilidades, terminó siendo un desastre y prefirió no estresarse más con el tedioso tema de delegar funciones.