A cambio de nada.

CAPÍTULO 3.

||La chica de la foto es Celia||

SÁBADO

Hoy no sonó ninguna alarma, un beso en la mejilla de un chico de ojos azules fue lo que me despertó aquella mañana.

- Buenos días princesa - dijo a la vez que me abrazaba por detrás - Te quiero.

No contesté, no sabía muy bien que había pasado aquella noche, tenía un dolor de cabeza insoportable, y lo primero en lo que pensé fue en Lucía. ¿Como pude irme ayer sin ella? ¿Donde estará? ¿Se iría con Rubén?

- Alex, ¿sabes algo de Lucía o Rubén? - dije incorporándome y sentándome en el borde de la cama.

- No, acabo de levantarme. Pero no te preocupes, seguro que Rubén se la llevó a su casa y abra dormido allí. - dijo y se sentó a mi lado.

Seguía en bóxer, no me había dado cuenta hasta ahora, pero verlo así tan cerca de mi era algo que me encantaba, creo que empezaba a gustarme aquel rubio de ojos azules, y es que era increíblemente perfecto.

- Voy a llamarla - dije cogiendo mi móvil.

Desbloqueo el móvil son las 10 de la mañana, no pensaba que era tan pronto. Miro las notificaciones del móvil, tengo una llamada perdida de Rubén y varios mensajes de Lucía.

*Audio 1*

Tía donde te has metido, llevo un rato buscándote.

*Audio 2*

Iba con Ruben y nos hemos peleado, pero ahora voy a mi casa.

*Audio 3*

Te espero allí. Voy muy mareada y se me nubla la vista.

Su voz era un poco ronca, se notaba que iba muy borracha, me costaba entenderla.

La llamada de Rubén fue una hora mas tarde de los mensajes de Lucía, se lo dije a Alex y decidimos llamarlo.

Al tercer toque cogió al telefono:

-Hola, ¿Rubén? - dijo Alex, ya que yo había puesto el manos libres.

- Hola, decirme que estáis con Lucía, Dylan y yo llevábamos buscándola desde anoche. - dijo con una voz muy preocupada.

- ¿Que la dejaste sola? - Dijo Alex preocupado.

- Joder, Ruben como se te ocurre - dije pensando en lo inmaduro que había sido dejándola sola con lo borracha que iba.

- Yo.. ya os contaré, ahora necesito que vengáis y nos ayudéis a buscarla. - dijo arrepentido desde la otra línea.

- ¿Donde estas? - Preguntó Alex.

- Cerca del parque de la calle de Dylan, en el que quedamos ayer. La he llamado mil veces y no lo coge, voy a llamar a la policía. - dijo Rubén, se notaba que lo estaba pasando mal.

- No, aun no. Seguir buscando por allí, Alex y yo iremos a su casa, puede que este allí. - Dije levantándome de la cama. Alex también se levantó.

- Vale, en cuanto sepáis algo llamarme. - y sin dejarnos contestar colgó.

Alex y yo nos vestimos, el se puso ropa limpia y yo no tenía mas remedio que ponerme el vestido de anoche, que por cierto tenía manchas con olor a tinto.

Los dos salimos de la casa rápidamente, fuimos a casa de Lucía, la casa en la que se suponía que las dos pasaríamos la noche.

Llamamos al timbre una y otra vez, nadie abrió la puerta. Llamamos a Rubén, que cogió el teléfono enseguida. Le dijimos que no había nadie en casa, y que si había no quería abrir o estaba durmiendo. Decidimos llamar a la policía.