A cambio de nada.

CAPÍTULO 4.

||La chica de la foto es Celia||

SEGUÍA SIENDO SÁBADO POR LA MAÑANA.

Nos dijeron que solo podíamos entrar de dos en dos, y decidimos entrar yo y Ruben, que en cierto modo eramos los que mas necesitábamos verla. Alex y Dylan se quedaron en la sala de espera.

- Hola chicos - dijo Lucía con una pequeña sonrisa. Estaba tumbada en la camilla, pero esta estaba puesta de forma que ella se encontraba incorporada.

Los dos fuimos corriendo hacia la camilla y la abrazamos, un abrazo que duró poco, pero que consiguió hacer que a los tres se nos saltaran las lágrimas. Los dos nos disculpamos y estuvimos una media hora hablando, pero de cosas sin importancia. Luego decidí dejarlos a ellos dos solos, ya que imaginé que tendrían que hablar y no quería molestar.

Salí de la habitación, y ví que toda la sala de espera estaba llena. Alex me hizo una señal para que me sentara encima de él, yo accedí y me senté.

- ¿ Que tal ?¿ Como esta ? - dijo Alex apartándome el pelo de la cara y dejándolo caer todo sobre mi hombro izquierdo.

- Bien, se le ve muy cansada, pero parece estar bien. - le dije - Le e pedido disculpas, esto en parte es culpa mia.. - dije triste.

- No. No es culpa de nadie, ella bebió demasiado, y ya esta. - dijo intentando animarme.

- Sí, pero yo la dejé sola, no debería haberlo hecho, es mi mejor amiga..

- Bueno, fui yo el que te obligó a ir a mi casa.

En ese momento salió Rubén de la habitación y entraron un médico y una enfermera. Decidimos volver mas tarde.

La madre de Rubén nos esperó abajo, y nos dejó a cada uno en nuestra casa.

Eran las dos del medio día, estaba en mi habitación, tumbada en la cama. Me giré y ví la foto que tenía en la mesita con mi padre. En ese momento pensé en cuanto lo echaba de menos, nada era igual en casa desde que tubo el accidente y murió hacía unos 5 años. Trabajaba mucho, y yo a penas lo veía pero aun así lo quería mucho, y ahora daría lo que fuera por que volviera aquí, a casa, con mamá y conmigo, y volver a ser una familia. Mi relación con mi madre era muy estrecha, ella pasaba la mayoría del día en casa de mi abuela cuidándola, ya que estaba muy enferma, además también trabajaba mucho y desde que mi padre murió ella tenía depresión, y tomaba pastillas que le cambiaban el humor y a veces la volvía algo violenta.

Sonó el móvil, avisando de que tenia un mensaje y me sacó de mis pensamientos. Lo cogí y mire whasapp. Era de Alex.

Alex: Te apetece ir a comer conmigo? :)

Celia: Claro, tengo hambre, y mi madre no esta en casa jajaja

Alex: Vale, es que tengo ganas de verte.. paso a recogerte en medía hora :*

Celia: Vale :*

Me levanté de la cama y me dirigí al armario, cogí unos vaqueros largos, azules oscuros, unos botines marrones, y una camiseta básica de tirantes negra, y un jersey barrón claro con agujeros, el cual me pondría encima de la camiseta.

Fui al baño y me lavé la cara y los dientes. Cogí el maquillaje y me eché un poco, quería ocultar las ojeras. También me eche un poco de rímel. Nunca me maquillo, pero esque mi cara hoy es un cuadro. Me cepille mi pelo largo que me llegaba casi hasta la cintura, y estaba un poco rizado y decidí dejarmelo suelto.