We're not friends. |Larry Stylinson|

5.

Ni siquiera recuerdo que estaba haciendo antes de que entraras a mi habitación hecho una furia. Solo recuerdo que vestías la sudadera azul que te di por tu cumpleaños. Tus ojos azules brillaban intensamente por el contraste y por tu enojo. Tu cabello estaba tan bien peinado que me extrañó, pero al mismo tiempo me gustó.

—¿Qué te sucede, Louis? –pregunté.

No respondiste, te limitaste a mirarme  mientras tratabas de controlar tu respiración. No pude evitar pensar que lucías sexy con tus mejillas todas sonrojadas y tu respiración haciéndome imaginar cosas que ni muerto podría pronunciar.

—¿Todavía me preguntas, Harry? –la furia en tu voz ronca me hizo temblar pero nunca sentí miedo. —¿Cómo te atreves a salir con Kenzie cuando estás enamorado de mí?

Entonces el mundo se congeló.

No sé porque me sorprendía que lo supieras antes que yo, si tú eras mi mera conciencia.  Lo que me sorprendió aún más era verte tan tranquilo, no te burlaste de mi ni te alejaste, o eso pensé hasta que, después de unos minutos mudo, te reíste sonoramente.

—¿Lo ves?... ¡Lo sabía! Cada vez que besas a Kenzie, me imaginas a mí, ¿no es cierto? –asco en tu voz era lo que percibía. Pero tus acciones eran otras, porque te acercaste a mí y tomaste mis mejillas. –Cada vez que te enrollas con ella, quisieras que mis manos sean las que te acarician. –Siento tus manos recorrer mi dorso lentamente, pero tus caricias suaves no son coordinan con tu mirada furiosa. –Quisieras que alguien te toque como yo toco a Emma, por que veo como me observas, observas cuando me sobrepaso con ella, observas cuando beso su cuello –siento tus cálidos labios en mi cuello y luego tu lengua es quien me acaricia. Tus manos bajan cada vez más hasta que me tocas en dónde quiero, es tan rápido y tan corto el contacto pero aun así me deja sin aliento. 

Apenas abro los ojos cuando siento que te separas de mí y puedo ver tu maliciosa sonrisa, tus ojos llenos de diversión mientras de alguna otra forma me miras con desprecio:

—Eres un tonto, Harry. –escucho como eco esas palabras. –Eres totalmente un asco.

Me siento destrozado y siento como el aire me falta, me haces daño, Louis.

Cierro los ojos deseando desaparecer. Tu risa suena más y más lejos cada vez hasta que desaparece.

Y de pronto todo es nada. Solo estoy yo y mi cama. Mi respiración es agitada y aún es de madrugada.

El sudor corre a gotas en mi frente. Ese sueño es la mayor revelación que he tenido desde que descubrí que me encantaba la música.

Louis, estoy enamorado de ti.