Su actitud.

505 51 1
                                    

Pasó un tiempo, y cuando creía que ya había perecido en algún sitio, volvía a Majula con heridas notables, o en un estado semi-hueco.

Pero eso nunca le borraba su sonrisa, incluso estando al borde de perder su humanidad... le agradaba a la gente del pueblo, era muy agradecido y nunca era grosero.

Él descansaba al lado del caballero Saulden, hablaban sobre lo que solían hacer antes de llegar a Majula, con el tiempo se hicieron amigos.

De vez en cuando venía a mi para fortalecerle tanto física como mentalmente a cambio de almas, las cuales yo guardaba por si acaso.

Me sorprende que no haya caído todavía... siento esperanza en mi ser...

Dark Souls II: Intertwined SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora