- El final del viaje -

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Narrado omniscientemente.

El sol se hacía presente cada vez más en el horizonte, como todos los días.

Shanalotte despertaba siempre temprano, en la madrugada, siempre para poder observar a la oscuridad perecer ante la luz, le daba una tranquilidad extraña.

En cambio, Nale simplemente dormía lo que era necesario, a veces mucho, y a veces muy poco, de hospedaba en el segundo piso del ahora hogar de Cale, el cartógrafo, el piso era de madera, así como todo ese sitio, pero a él le importaba muy poco.

Aunque ese día, el despertó más temprano de lo habitual, "mala suerte" pensó él mientras tomaba sus prendas de vestir, el hacía mucho había dejado de usar armaduras, ya no se encontraba en peligro, encontró la paz, bueno, se le veía con su espada de vez en cuando, los viejos hábitos nunca mueren.

Sin hacer ruido, bajó sin entretenerse demasiado, mirando a otros miembros de la casa, Gilligan, Saulden, Rosabeth... todos durmiendo en camas improvisadas, no muy separados, después de todo no era una mansión.

Shanalotte estaba en el pilar de piedra, aquel lugar en el que Saulden estaba todo el tiempo, (al menos al principio) observando el mar, el cual lentamente se iluminaba.

Nale cerraba la puerta intentando no despertar a nadie con el ruido, la puerta era de metal, pero uno muy pesado.

— ¿a quién rayos se le ocurrió hacer esta tontería? - mencionó mientras la cerraba con cierto enojo.

Se volteó y logró ver a su amiga, y él ya acostumbrado a eso, decidió ir con ella, no tenía nada que hacer.

Shanalotte notó que él se acercaba, ella tenía una clase de sexto sentido, era muy rara, en eso Nale tenía un poco de razón.

La chica de pelo castaño había estado pensando en declarar su amor, pero sentía miedo, un sentimiento muy raro en ella, pero es lo que provocaba el amor.

— Hey, Shanalotte, ¿cómo estás?

Ella quería besarlo, quería decirle cuanto lo amaba, pero se le hacía irracional... ¿porqué tenía que ser tan complicado?

Sin darse cuenta, ella estaba haciendo muecas con odio, y Nale se preocupó por eso, por lo que le tomó por el hombro mientras la movía ligeramente, tratando de que saliera de su pequeño transe.

— pe... perdón, recordé algo.

Dijo, excúsandose rápidamente, y él sólo sonrió un poco.

— Bueh, quiero avisarte sobre algo.

— ¿uh?

Me iré dentro de poco, me asentaré en el antiguo fuerte del bosque de los gigantes, en la parte más linda, por supuesto.

El pecho de Shanalotte sufrió un cosquilleo muy notable, quería decir algo, pero temía a equivocarse o a decir algo incongruente.

— ¿porqué?

Fue todo lo que logró decir sin trabarse.

— Bueno, quiero hacer una familia y todo eso, el primer paso sería tener mi propio hogar, ¿no?

Ehh, si, pero no tienes que irte para tener una familia, Nale.

Es que, tengo que buscar el amor, y aquí no veo nada, siendo sincero.

El amor era una cosa muy diferente a lo que Shanalotte estaba acostumbrada, era una mezcla de todo, enojo, felicidad, nervios, miedo... era increíble, de eso no había duda alguna, y este caso, el enojo se hizo con el control de ella, estaba un poco harta de que él no se diera cuenta, aunque, también era su culpa.

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2019 ⏰

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