Pasó el tiempo, el pozo fue sellado, forasteros se pasaban por Majula para saludar a Nale, el rey maldito, ese fue el apodo que le dieron... y suena muy genial, siendo sincera.
Muchos intentaron ganarle en una pelea, pero no creo que alguien pueda igualar alguna vez las habilidades de él, es simplemente imposible.
Saulden ahora estaba contento, hablaba con muchas personas, convivía en las recientemente incluidas noches de fogata
que hacíamos cada cierto tiempo, creo que yo era la única que estaba atrasada en alguna forma, ya que sólo actuaba de manera diferente con Nale, Saul, y los otros que estaban durante la maldición.— Buenas noches, Shanalotte... ¿que haces aquí, todavía despierta?
Miraba la luna, su luz...y cómo esta rebotaba en el óceano sin fin, cuando llegó Nale, estaba detrás de mi.
— Observo lo más hermoso que me da la naturaleza.
— jajaja, si no fueras tan rara, ¡seguro me que gustarías mucho!
— ¡eres un maldito idiota, Nale!
Me enojé bastante, grité muy fuerte ante su comentario, no pude controlarme, él acababa con la paz que yo tenía cuando se acercaba... pero eso no era ningún inconveniente.
Nale se disculpó por lo que había dicho, pero no entendió mi enojo en ese momento... sólo siguió molestando toda la noche.
— Siendo sincero, Shanalotte, te quiero mucho, no sé el porqué, pero lo hago.
Su brazo rodeaba mi cuello, él me tenía pegada a su cuerpo... parecía una fantasía.
— ¿porqué me quieres?
Supongo que una chica enamorada común y corriente se pondría a tartamudear o a decir incoherencias, pero no yo... al menos no en ese aspecto.
— Bueno, te digo que no lo sé, pero tal vez este ligado a tu personalidad... eres muy rara, ¡peeero! antes de que te enojes, así eres perfecta.
— Uuh, idiota...
ESTÁS LEYENDO
Dark Souls II: Intertwined Souls
Fiksi PenggemarShanalotte empieza a escribir sus pensamientos sobre el nuevo "monarca" en un pequeño diario.