||LIBRO 3 DE LA SAGA SENTIMIENTOS.||
Emma es es divertida.
Kaled es borde.
Emma ama estar con su familia.
Kaled prefiere estar solo.
Emma es dulce.
Kaled odia lo cursi.
Y como dice la ciencia, los opuestos se atraen, ¿Será el caso de estos dos?
...
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Emma's P.O.V
Le doy la vuelta al tocino que da pequeños saltitos sobre el sartén caliente mientras muevo mí cabeza de un lado a otro al compas de la inexistente música.
- Ahg, huele a grasa aquí.- ruedo los ojos al reconocer la molesta voz de Cameron-la amiga rubia de Bethany-.
- Eso significa gloria.- Ben entra a la cocina y toma uno de los que ya están listos y se los lleva a la boca, saboreandolo durante unos segundos.- un gusto hacer negocios contigo, White.-dice para luego dejar un beso en mi mejilla.
Y por negocios se refiere a qué, yo le hago el desayuno y él es el encargado de comprarme lo que yo quiera de almuerzo ¿No son perfectos nuestros negocios? Sí, puede que sea algo injustos, pero él lo aceptó así, yo no lo obligué.
Mi teléfono empieza a sonar desde la encimera y Ben es el encargado de tomarlo mientras saco la ultima tanda de tocino del día.
- Es Ryder, dice que te extraña y que vuelvas pronto y que te tiene un regalo por... ¿Tú cumpleaños? Pero tú no cumples hasta dentro de tres meses... ¿Verdad?-dice, mientras me mira interrogante.
Lo miro indignada.
- ¿No te sabes la fecha de mi cumpleaños, idiota menor?-digo, haciendo referencia a que él es el menor de los tres, aunque no lo parezca.
- Mentira, mentira, estoy jugando.-dice, mientras se acerca a mí para abrazarme.
No me opongo, porque sé que él no es el más cariñoso de los tres, y cuando le dan ganas de dar afecto lo menos que tengo que hacer es negárselo.
Le extiendo el plato lleno de tocino y pan tostado y él lo mira como si se tratara de una obra de arte magnifica.
- Gracias, eres la mejor.-dice antes de tomar de darse la vuelta y desaparecer por la puerta, pero como si se tratara de que los hubieran invocado, Mark y Joshua entran con una sonrisa inocente.
- Mí negocio es solo con su hermano, así que si quieren comer, aquí está la cocina.-me hago a un lado y señalo la cocina como si se tratara de un comercial para vender esta misma.
Ambos me miran con molestia y Mark es el primero en hablar.
- ¿Pero a Kaled si le vas a hacer, no?-sonríe desafiante mientras yo lo mal, muy mal.
Joshua frunce el ceño al escuchar la mención de su primo, pero cuando él pretende hablar, coloco un plato de comida delante de los dos.
Mí plato de comida, para destacar.
No quería que Mark les contara a Joshua y a Ben sobre mi beso con Kaled ¿Por qué? Porque básicamente los conozco y sé que se crearían una película en la que yo soy la damisela en peligro y Kaled mi valiente caballero.
No, gracias.
Joshua es el que toma el plato y después camina tranquilamente hasta perderse de mi vista. Pero Mark se queda, y me mira como si él fuera mí papá.