Magic Kaito:"Hechizo De Amor"

Capitulo 4:"Primer juego"

- ¿Todos están listos? -preguntó emocionada la profesora, siendo únicamente iluminada por un farol que estaba a cierta distancia.

- La verdad que no -dijo uno.

- ¿Podemos ir a dormir?

- ¿No es peligroso acá de noche?

- ¿No hay algún pervertido o algo así por ahí? Quien sabe lo que nos hará...

- ¡Claro que no chicos! -negó las incomodades de sus alumnos.- Bien -carrospeo un poco y sonrió.- Ya que cada uno está en grupos de seis, se les asignaran a todos que busquen notas en los árboles.

- Pero estamos en la playa Sensei...

- ¡No sean tontos! -regaño fastidiada.- ¿Sólo se quedaron en las cabañas y en la playa? ¿No pasaron más allá de la cabaña principal?

Algunos suspiraron y negaron con la cabeza, mientras otros se golpeaban la frente.

- Pero nos prohibiste pasar, Sensei...

- ¡Bien, sólo escuchen! -los chicos se callaron.- El grupo que encuentre más nota gana. Listo -finalizo con un suspiro. Puso una cara soñadora.- Y ahora imagínense estar con la persona que amas en la oscuridad, sólo con una linterna, bajo las estrellas...

Los chicos pusieron cara de asco.- Eso suena muy turbio.

- Realmente ella es muy soñadora...

- Que esperan, ¡A jugar! -dijo después de tocer falsamente.

Estos asintieron y se esparcieran por todo el lugar, prendiendo la linterna por la oscuridad de la noche.

- Me da mala espina tener que ir por allá -comentó Keiko prendiendo su linterna y iluminando el camino que los llevaría.- Anda a saber que nos aparecerá.

- No creo que pase algo grave -opinó Hakuba también prendiendo la linterna.- Pero tengan en cuenta que tenemos a nuestros compañeros que seguro nos jugarán alguna broma... -instintivamente Hakuba, Aoko, Akako y Keiko miraban con los ojos entrecerrados a Kaito. Fujie observaba curioso.

Este al darse cuenta que lo miraban, sólo dopto en cruzar los brazos y virar la cabeza para otro lado.- No se porque me miran.

- ¿Y por qué sera? -ironizó Aoko.

- ¿Disculpa? -fruncio el ceño y la miró.- No todas las desgracias que pasa en nuestro aula son por mi culpa -el silencio inundó el lugar y las miradas de "¿En serio?".- Bueno...Algunas...

- Sacando eso de tema -dijo Keiko.- Podríamos separarnos en grupos de dos y buscarlo, así sería más cómodo y lo más probable es que ganaremos, ¿Qué dicen? -propuso.

- No es mala idea, Keiko-chan -confirmó Aoko.

- Hagan lo que quieran, me da lo mismo -habló con indiferencia Akako.

- Entonces tendríamos que hacer grupos de dos -concluyó Nakamori. Paso su brazo por el del detective y lo estiró.- ¡Vamos juntos Hakuba-kun! -sonrió apenada y con un pequeño sonrojo.

Los cinco quedaron en blanco al ver la acción de la joven de ojos azules. El británico pestaño repetida veces intentando procesar la información. Después de eso, sólo dopto por sonreír cortésmente.

- Claro vamos juntos -también le dio un pequeño apretón a su brazo, provocando que se acerque más a el.- Nosotros iremos por la parte del bosque, ustedes vallan por otras partes -ambos se dieron la vuelta, yendo al lugar.

- Nunca pensé que Aoko-Chan tomará tanta confianza en algo así... -susurro su mejor amiga.- ¿O no Kuroba-kun? -movió su cabeza para mirar al nombrado, pero ya no estaba, al igual que la peliroja.- ¿Cuándo desaparecieron?

- ¡Hey para! -regañaba un Kaito siendo llevado por la oreja.- ¡Duele!

- ¡Deja de lloriquear! -regaño Akako soltando finalmente si ojera, que por cierto quedó roja. Posicionó sus manos en la cadera.- ¿Podrías no ponerte celoso?

Las mejillas del mago se volvieron rojas.- ¿Celoso? ¡No me hagas reír! -dijo en cierta burla mirando el agua cristalina que reflejaba a la luna.

- Bien... -entrecerró los ojos, todavía con desconfianza. No pudo evitar darse cuenta del momento romántico en que estaban. Ellos dos solos, en la playa, bajo la luz de la luna...

Con las mejillas bien enrojecidas se miró los pies. Espera...

¡Ella no se tendría que poner nerviosa! ¡Es una bruja!

Levantó la cabeza.- ¡Kuroba! ¡Definitivamente te haré mi esclavo! -aseguró. Se sorprendió al ver que este ya se había desaparecido. Comprobó con las pisadas que mostraba la arena, se dirigía por donde había ido Hakuba y Aoko.- Definitivamente...No me rendire....

(...)

- Tengo miedo Hakuba-kun -dijo Aoko abrazando más el brazo del británico.

- No te preocupes, estas conmigo...