La furia del venado

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Rhaegar partió de su hogar sin dar muchas excusas, un viaje largo en el cual Elia sabia poco o nada del padre de sus hijos, Con la excusa del nacimiento de su segundo hijo el príncipe invitó a la reina a Dragonstone con la intención de alejarla de los maltratos de su padre, esta aceptó encantada y asistió junto a su hijo Viserys, poco después se enteró que esperaba a su tercer hijo.

El príncipe de plata volvió meses después a Dragonstone, lleno de culpa con ganas de ver a sus hijos y madre.

-¿Que has hecho Rhaegar? -Pregunto la reina Rhaella- tu deber es con el reino y con tu familia.

-Lo arreglare madre, no dejare que nada le pase a Elia ni a los niños -respondió con pesar.

-Tu padre los ejecuto -le informa ella mirando hacia el mar.

-¡Como pudo hacer eso!

-Ellos reclamaron por lo que hiciste -Le respondió- o lo que creen que hiciste.

-Madre yo...

-Desataste una rebelión -Lo interrumpió ella- Fueron muertes horribles que el norte no olvidará, Robert Baratheon quiere tu sangre, Jon Arryn esta muy encariñado con él y con el nuevo señor del Norte, Lord Hoster Tully apoyará a la familia del difunto prometido de su hija.

-Lyanna estará destrozada -Pensó en voz alta.

-No más que tu esposa cuando se entere de lo que dicen que le hiciste a la loba stark.

-Sabes que jamas haría algo así madre, ella y yo...

-Tu padre exigió la presencia de tu esposa e hijos en la corte -Lo interrumpió de nuevo.

-Quiere asegurar el apoyo de Dorne -Concluyó el príncipe.

-Deben ir, por la poca estabilidad del reino -Respondió ella sobando su vientre.

-Padre no esta bien, lo sabes -respondió el joven dragón.

-No le hará daño a tus hijos -Dijo la reina sin estar del todo convencida- si te rehusas a hacerlo estarás iniciando una guerra con tu padre, debes calmar a los señores rebeldes antes de pelear contra Aerys, son cuatro reinos en rebelión.

-Robert pelea como nadie -pensó- y esta obsesionado con mi Lyanna.

-Mañana Elia y los niños partirán a la capital -Dijo la reina- Quisiera acompañarlos pero este embarazo ha sido difícil hijo mío.

-Lo se madre, lo sé, igual debes quedarte como señora de Dragonstone -Le respondió él- Pero Rhaenys no puede ir a la corte, ella... Es diferente.

-Lo he visto -Dijo la reina- he intentado ayudarla pero aun no lo puede controlar.

-Ella sera importante, ella debe estar en otro lugar fuera de la vista de los señores que nos apuñalarian por la espalda de solo imaginarse lo que hará -Dijo el príncipe.

-Le temerán tanto que podrian olvidar que es solo una niña -Le dijo la reina.

-Si me permiten -interrumpió Sir Arthur- Yo podría llevar a la princesa a Dorne, los Martell la cuidaran sin importar lo que pasé.

-Oberyn lo hará por Elia -Pensó en voz alta Rhaegar.

-Pero Aerys no puede enterarse -Dijo la reina- su paranoia lo llevaría a ver eso como un acto de traición.

-Como si no fuera suficiente poner en sus manos las vidas de Elia y Aegon -Se quejó el príncipe de plata.

-No tiene porque ser así -Intervino Jon Connington- hace años que nadie en la corte ve a la princesa, podrían fácilmente confundirla con cualquier niña de rasgos dornienses.

-Tiene ojos violetas, con mechones oscuros y plateados amigo mio, mi hija no es fácil de confundir -Respondió Rhaegar.

-Tu padre no la verá, no dudara de que es ella si Varys se lo asegura -Pensó la reina Dragón.

-¿Y si hacemos lo mismo con Aegon? -Preguntó Jon Connington.

-Es un bebé de pecho -resopló el príncipe.

-Un bebe que necesita a su madre ¿Quien de ustedes osaría quitárselo a la princesa? -Desafío la reina- Yo le escribiré a Varys en vuestro nombre hijo mio, el nos ayudara con esto.

-Yo hablare con Elia -Respondió el joven dragón- caballeros, encárguense de buscar a la niña que se hará pasar por mi hija en la corte, una niña huérfana que necesite un hogar, no alejaré a otra madre de su hija, con Elia y Rhaenys es suficiente.

-¿Y luego que harás? -Preguntó Rhaella.

-Iré a la guerra por mi amor.

La princesa Elia se negaba a ir a la corte sin su hija mayor, lloraba partiendo el corazón del príncipe.

-Si descubren lo que puede hacer estará en grave peligro, estamos en guerra Elia -Dijo el príncipe con su hijo Aegon en brazos.

-¿Por que? ¡Dímelo! -Exigió ella- Se que susurran, sé que es por ti que empezó todo.

-Lo terminaré -Dijo el príncipe- lo prometo.

-Nunca fui suficiente para mi esposo -Dijo ella ignorándolo- Ahora me separaran de mi niña.

-Estará segura en Dorne, lo sabes -Dijo él.

-Es mía -Dijo ella sollozando- Me necesita y yo a ella.

-Prometo que volverás a verla en cuanto sea seguro, esto acabara, le quitaremos el poder a mi padre, haré de la corte y el reino un lugar seguro para Rhaenys -Dijo el príncipe hincándose ante ella.

-Debe ir con una carta, de mi letra, Oberyn debe leer mis palabras, no las tuyas -Dijo ella resignada- No sabe lo que ella puede hacer, pero cuando lo sepa debe ocultarlo.

-Te prometo que siempre cuidare de ustedes.

-¿Nos cuidarás de tus errores? -Reclamo ella- ¿Y mi honor? ¿Todo el daño que me haces? ¿Y todo el riesgo que corren tus hijos por tu capricho?

-Lo siento tanto Elia, nunca quise que esto pasara.

-Podría haberte perdonado todo -Pensó ella en voz alta.

-Baratheon, Stark, Arryn o Tully... Ninguno les hará daño Elia, no mientras yo viva -Prometió él.

El Dragón del Sol (Fanfic de Game of thrones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora