🌸XI: Quiero...🌸

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—Lamento si los interrumpo en su desayuno. — Fue lo primero que dijo el azabache, rompiendo el hielo de aquel ambiente tan tenso que había entre los tres.— Pero el Hokage solicita aŌtsutsuki en su despacho. — Nuevamente cruzó mirada con él, haciendo que este frunciera el ceño y apretara su mandíbula.— De inmediato.

—¿No se podrá esperar unos minutos? Aún no hemos comido nada.— Cuestionó la peli rosa al notar que Indra tenía cero interés de querer hablar con el Uchiha.

—Dijo que era de suma importancia que fuese ahora.— Explicó.

—Pero...-

—Iré.— Aceptó, siendo lo primero que dijese desde que el Uchiha llegó. Sakura le miró un tanto preocupada y este simplemente le dio la espalda al azabache para quedar frente a ella y posar una mano sobre su cabeza.— Come y ve al hospital, te alcanzo pronto.

—...Sí... —Contestó sin mucho ánimo, fingiendo una pequeña sonrisa, decepcionada por no poder estar con él el tiempo que le quedaba antes de entrar a trabajar. Vio como este se sentaba en el recibidor para ponerse su calzado y luego, ponerse de pie para salir del apartamento, pero pudo ver claramente como Indra chocaba su hombro contra el del azabache, aunque este último ni siquiera se volteó a verlo. El castaño se había ido de ahí.— ... — La peli rosa no sabía qué decir, se había quedado a solas con el Uchiha y podía sentir muy bien la mirada de él clavada en ella.

—¿Puedo pasar? —Fue él quien rompió el hielo entre ambos, tomando por sorpresa a la joven por aquella pregunta.—  Quisiera hablar contigo.

— ¿Eh?— La Haruno no tenía ni la más mínima idea de lo que él quería hablar, pero de solo pensar que estarían solos bajo cuatro paredes, le ponía bastante nerviosa. — Sí... Pasa. — Aceptó un tanto insegura, no sabía bien si había tomado la decisión correcta en dejarle pasar a su hogar.

— Gracias. — Dijo él antes de ingresar en el piso de ella y sacarse su calzado en el recibidor, adentrándose luego por el pasillo en donde estaban las entradas a cada habitación. 

— Estaba por desayunar, ¿Quieres algo para beber o comer? — Le ofreció volviendo a cerrar la puerta, pasando un poco de él y yendo directamente a la cocina para continuar con lo suyo; sirvió té en una taza y esperó a la respuesta del azabache para poder servirle algo.

— Comí antes de venir, pero igual gracias. — Volvió a agradecer luego de que entró a la cocina, sentándose justo enfrente de donde se había sentado la Haruno al otro lado de la mesa. Ella asintió,  comenzando a comer tranquilamente, o eso quería hacerle parecer a él, porque el estar comiendo bajo la mirada del azabache le incomodaba. 

— ¿Qué era eso de lo que querías hablar? — Le cuestionó esta luego de haber bebido un sorbo de té, apresurándose con ese tema, debido a que pronto debía irse a trabajar. 

— Sé que no llegué hace mucho y sabes que pronto debo irme nuevamente, ¿Cierto? — Ella asintió, un tanto extrañada por el extraño tema que él sacó, ¿A qué quería llegar? —  La última vez que nos vimos, me dijiste que te llevara conmigo. —Fue en ese momento, en el que su corazón se detuvo y todo su alrededor se volvió negro, quedando solamente ella y él al otro lado de la mesa. No tenía idea de que él aún lo recordaba, pero lo que más le impresionaba es que se lo mencionara en un momento como estos.— ¿Aún quieres que te lleve conmigo?

— ¿Q-Qué? — El alma se le fue hasta los pies ante esa pregunta, ¿Acaso ese era Sasuke de hace dos años? porque realmente no podía reconocerlo. No solo por el hecho de poder entablar una conversación casi normal, si no también porque él estaba ofreciendo llevarla con él en su viaje.

— Tengo pensado quedarme por unos días si lo quieres pensar, pero necesito que me des una respuesta pronto para poder hablarlo con el Hokage y pedirle su permiso, y claro, a tus padres también.

— ¿¡M-Mis padres!?— Finalmente enrojeció de la vergüenza al imaginarse aquella escena, porque era justamente lo que hubiera deseado hace un par de años. Pero desde ese tiempo hasta ahora, habían cambiado muchas cosas. 

—  Así es. — Afirmó mientras se quitaba aquella venda de su cabeza, dejándola sobre su regazo y dejando que su cabello cubriera uno de sus ojos.— Tus palabras no me han dejado dormir en paz ni una sola noche, pero después de meditarlo por tanto tiempo, decidí finalmente llevarte conmigo. No solo porque es algo que tú querías, claro que no sé si aún quieres, pero también es algo que yo ... — No logró continuar la frase debido a que ella lo interrumpió.

—  ¡Se me hace tarde! — Fue lo que dijo haciendo que él no pudiese terminar de hablar, no solo porque era verdad de que a lo mejor tuvo la esperanza de que algún día él volvería a decirle justo lo que estaba haciendo ahora, pero eso fue antes, ahora no sabía si quería realmente eso ocurriera, pues desde que Indra ha estado en su vida, muchas cosas han cambiado, en ello, sus sentimientos. Pero desgraciadamente no por completo y temía volver a sentir algo por el azabache. —  Lamento no poder seguir con esta conversación, pero debo irme a trabajar. — El ceño del Uchiha poco a poco se fue frunciendo por aquel cambio de actitud por parte de ella. No lo entendía muy bien, ella estuvo enamorada de él por muchos años, ¿Acaso el amor que le tenía se fue tan rápido? Sabía que de por medio estaba Indra, pues sabía que había algo entre ellos, pero no creía en lo más mínimo que ella haya dejado de amarlo por completo.

Sin decir ni una sola palabra ella se levantó de la mesa y recogió todo para lavar todos los trastes, todo el momento con la mirada del azabache en su espalda, el cual claramente desde que lo interrumpió hace un rato, se encontraba muy serio. Una vez terminó de lavar, secar y guardar todo, fue a su habitación para poder cambiarse de atuendo, aliviándose un poco de no tener más la mirada del Uchiha puesta en ella. Estando en su habitación buscó su ropa ninja de siempre para colocársela y en cuanto se estaba poniendo el cinturón alrededor de su cintura, sintió una gran fuerza jalarla hasta dejarla recostada sobre la cama, no fue algo brusco, pero si algo muy sorpresivo para ella. En ese corto segundo había cerrado sus ojos por el susto que pegó, pero al abrirlos, se encontró con unos ojos totalmente diferentes: uno negro y en el otro uno en el que poseía el rinnegan.

— ¿S-Sasuke-kun?— Le nombró una vez y pudo pronunciar una palabra. Lo tenía justo enfrente de ella, él se encontraba arrodillado en el suelo. solamente con su torso encima de ella, aprisionándola contra la cama. — ¿Q-Qué haces?

— No sabes lo mucho que te he pensado este último tiempo...  — Confesó con su respiración cerca de la de ella, estaban con una distancia muy diminuta, casi tocándose con los labios. Las mejillas de ellas enrojecieron por aquella confesión tan de repente, no era usual que él dijese algo como eso. Él alejó un poco su rostro, mirándose uno al otro directamente a los ojos.— Si me dices que sí a mi propuesta, prometo hacerte feliz... Te quiero en mi vida, Sakura. Quiero... — Hizo una pausa, tampoco era fácil para él mostrar aquel lado tan cursi, pero estaba haciendo un esfuerzo por ella.— Quiero que seas mi mujer. 


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