Las clases transcurrieron lentamente y al finalizar el día acompañé a Wendy a su casa.
Vivía en una casa pequeña, pero confortable y no había nada mejor que eso. El día que me contó que sus padres se separarían no lo quise creer, los padres de Wendy eran tan unidos y a la vez unos excelentes padres.
Wendy sacó la llave de su bolso y la colocó en la cerradura de la puerta. Antes de girarla volteó a verme.
Wendy: Antes de entrar debo decirte que esto es difícil para mi, seguro están discutiendo y verás cajas apiladas en cada esquina. Así ha sido últimamente.
______: Tranquila Wendy ¿Si? estoy aquí para ti, siempre.
Wendy Asintió y luego de dar un leve suspiro giró la llave.
Era verdad, sus padres estaban discutiendo y ni siquiera notaron que yo había llegado, ni siquiera la presencia de Wendy habían notado.
Wendy me tomó del brazo y jaló de mi hacia su cuarto, quería que evitara ver la situación en la que estaba su familia.
Wendy: Odio tener que encerrarme en mi cuarto para evitar verlos pelear por mi, como si fuera un objeto, como si mi opinión no importara.
Abracé a Wendy en modo de consuelo, pero lo único que cause fue que ella comenzara a llorar.
Wendy: No me quiero ir de aquí, este es mi lugar -Sollozó.
No sabía que decir, subia y bajaba mi mano por su espalda para que se tranquilizara.
Wendy: No me quiero separar de ti, eres mi única mejor amiga -Añadió.
_____: Eso será imposible, jamás me alejaré de ti. Te quiero mucho, Wendy.
Wendy: Yo te quiero más _____.
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