Capítulo 9: Desgraciadamente Auch.

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Chase Denovan.

El taxi se detiene justo en la puerta del edificio. Yo salgo del auto mientras Tenneesse paga.

Entramos tan tranquilos como si de un día cualquiera se tratase, sin embargo eran casi las once.

¿Cuando se ha hecho tan tarde? Es la pregunta que ronda en mi cabeza.

Las puertas del ascensor se abren cuando llegamos al piso marcado.

Saco las llaves que llevo en mi bolsillo, tan deprimido que ni yo me conozco.

Entro al apartamento tan vacío como siempre. Que desgracia, después de lo que sucedió con Sasha todo lo veo deprimente, tanto que me dan ganas de arrojarme por la ventana del edificio y eso no me agrada.

—¿Ahora si me dirás que te pasa? —pregunta el peliblanco de brazos cruzados, pero aún así con un semblante de preocupación.

—Nada, solo me siento un poco cansado y me duele el cuerpo — miento, no le diría lo que pasó hoy, no sé como podría reaccionar o que me dirá, mayormente por que ahora estoy con Amanda.

—¿Estás seguro? —frunce el seño. Posiblemente no me haya creído, y no me extraña al final de cuentas es difícil que se trague una de mis mentiras después de tantos años de ser amigos.

—Completamente —evito verlo a los ojos por más de dos segundos. Él me inspecciona con la mirada de pies a cabeza.

—Chase...

—Tenneesse, en serio no me siento bien. Me duele el cuerpo, quiero descansar. Así que por favor deja el interrogatorio que no me pasa nada de lo que posiblemente te estés imaginando —último esfuerzo, si no se cree ésto no sé que más decirle para que me deje en paz.

Suspira dándose por vencido.

—Okay —suelta más relajado y me abraza, para luego revolver mi cabello —. Ve a dormir llamita.

—¿Llamita? —levanto una ceja. Es la primera vez que me llama así.

—Solo olvidalo fosforito —se da la vuelta y yo lo fulmino con la mirada.

—Eres un tarado, cabeza de harina —me doy la vuelta para entrar en mi habitación.
Me arrojo como peso muerto a la pequeña cama del lugar.

Incapaz de conciliar el sueño me dedico a ver la luna a través de la ventana. Y ya que mi mente está activa aprovecho para imaginarme convirtiendome en un hombre lobo.

Lo sé, es estúpido pero divertido.

Mi celular empieza a sonar de la nada sacándome de mis pensamientos completamente normales por supuesto.

Sin mirar de quién se trata lo contesto y lo llevo a mi oreja.

—¿Hola? —respondo frotando mis ojos.

—Chase, te quiero mañana en mi oficina a las siete, no más, no menos.

—¿Pero qué? —¿Amanda? —¿Cómo conseguiste mi número?

—Mia me lo dio —escucho que suspira a través de la línea — ¿Escuchaste lo que te dije Chase?

—Sí, escuché perfectamente —¿Por qué se está comportando tan cortante? Quizas por lo cansada que posiblemente esté, pero igual, no se siente bien que tu novia te hable así, es extraño, mayormente si no le has hecho nada.

—Bien, entonces se puntual, te veo mañana —cuelga.

¿Qué demonios acaba de ser todo eso?

—Mejor me duermo —dije para mi mismo, evitando sentirme aun más deprimido y empezar a pensar cosas extrañas.

Intenté conciliar el sueño nuevamente y para mi suerte funcionó.

LIFE: de mesero a modelo (Completa) [Life 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora