Capítulo 8: Bye, Bye Denovan.

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Allí frente a mí se encuentra ese imbécil infeliz, con ese rostro arrogante y egocéntrico, de pie como si no hubiera hecho nada. Solo verlo hace que me hierva la sangre, después de tanto tiempo esperaba nunca volver a verlo nuevamente, pero al destino le gusta joderme, desde tiempos memorables.

—¡Largate de mi propiedad! - espeto realmente furiosa.

—Escúchame primero —trata de calmarme con un tono de merecer respeto de mi parte.

—Tú, basura insolente, vienes a mi dominio a querer que te escuche —escupo entre dientes — ¡Largate de una jodida vez!

—Amanda, vengo de parte del señor Wallace Turner —mi expresión rápidamente cambia a una de extrañeza —. Ya que tu empresa aceptó el comercial intentaron comunicarse contigo para enviarte toda la información sobre el lugar, fecha y hora de la grabación, ya que estuvo lista luego de enviarte el contrato, pero no contestaste ni tú, ni tu secretaria, así que me enviaron a la empresa. Pero no estabas, entonces pregunté a tus trabajadores los cuales dijeron que no sabían nada sobre tu paradero, que posiblemente estarías en casa, así que vine hasta aquí, ya que sería malo si regresaba a la empresa sin haberte dado el mensaje.

—¿Trabajas para el señor Wallace? —suelto aun ensimismada, molesta y sorprendida, pero esa noticia me hace enfurecer más de lo que estaba antes.

—Así es —responde firmemente —. Y espero que con ello dejes de tratarme como basura. Porqué no lo soy —me mira molesto.

—Me robaste —sonrío con fastidio.

Maldición ¿Cómo es posible que éste imbécil trabaje para uno de mis socios? Apuesto que solo quiere fastidiar.

El jodido punto aquí es que está frente a mis narices tan tranquilo y diciendo tales cosas.

¿Quién demonios lo dejó entrar?

Supongo que despediré a alguien más tarde.

—¿Con qué lo sobornaste? —aparece una sonrisa de fastidio en mi rostro —. No me extrañaría que dentro de unos meses se declare en banca rota.

—No lo soborne con nada. Tengo buenas habilidades y además estoy creciendo, porqué a mí no me heredaron —extiende un folder azul —. Aquí está todo sobre el comercial —casi se lo arranco de las manos —. Que tenga un lindo día señorita Sullivan —se da la vuelta para marcharse como todo un triunfador.

¿Sería delito si mato a alguien y no encuentran su cadáver?

Justo ahora quiero que mis ojos sean escopetas y asesinarlo de una vez. Pero me abstengo a cerrar la puerta con furia descomunal, que apuesto dejó dañado más de algo en ella.

Mia se encuentra en la sala sin decir una sola palabra solo se limita a observarme fijamente con una expresión compasiva y triste.
Pero justo cuando ella abre su boca para decir algo, la interrumpo.

—No digas nada —solté las palabras intentando hacer sonar mi voz neutra, para luego marcharme escaleras arriba.

Sé que me quería decir palabras de ánimo y todas esas cosas sentimentales y cursis que se dicen siempre que alguien está triste o dolido, pero a decir verdad en este momento no me encuentro de humor para esas estupideces porqué podría comportarme como una completa porquería con ella y es algo que no quiero.

Entro en mi habitación, arrojo el folder en la pequeña mesa de noche y me siento en la cama para cubrir mi rostro con ambas manos y suspirar con pesar.

Chase Denovan.

—Por fin en casa —empleo un tono de aburrimiento fatal.

—Diablos pareciera que llegaste a un museo de monedas — cuestiona Tenneesse luego de cerrar la puerta tras de si.

LIFE: de mesero a modelo (Completa) [Life 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora