.Capítulo 33.

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*Natalia*

No lo podía creer, mientras caminaba hacia mi casa intentaba tranquilizarme, pero se había puesto a ligar con la puta camarera delante mío.
Al subir a casa estaban Pablo y Maria tumbados en el sofa, entre les salude y me fui a mi habitación.
Me puse música para intentar relajarme, no sirvió para nada.
No paraba de darle vueltas en mi cabeza al mismo tema, Alba mucho se queja de Mike, pero luego se pone a ligar delante mío con la camarera, no entiendo nada.
La llame, pero no me contesto, no pienso insistirla más, que haga lo que la de la puta gana.

María: ¿Todo bien? -Dijo entrando y bajándome de la nube-
Yo: Todo mal.

Se sentó conmigo en la cama, le conté lo sucedido y mis sentimientos ahora mismo hacia Alba.

María: ¿Pero tú quieres volver con ella?
Yo: Creo que si.
María: ¿Crees? -Dijo riéndose-
Yo: Mari no tengo ni puta idea de que es lo que quiero, lo único que se es que hoy quería arrancarle la cabeza a la camarera.
María: Cariño, tú quieres estar con Alba, te lo digo yo.
Yo: ¿Pero que hago si ella suda de mi cara?
María: Habla con ella, sincérate.
Yo: ¿Ahora? Ni de coña, que sea muy feliz con su camarera.
María: ¿Y ya está?
Yo: Si. -Dije orgullosa-
María: Yo creo que ella suda de la camarera, que simplemente ha echo eso para picarte.
Yo: Pues se le a ido de las manos.
María: Puede ser, por eso ahora vas a ir a hablar con ella y aclararlo todo.
Yo: Ni de coña. -Dije segura-
María: Si vas a ir si.

Y así fue, tras mucho discutir me obligó a ir a casa de Alba, cuando llegue a su portal me quede un par de minutos dudando si llamar o no, justo cuando iba a hacerlo se abrió la puerta.

Afri: Que casualidad.
Yo: ¿Esta Alba?
Afri: Está con la camarera.
Yo: ¿Me lo dices enserio? -Dije claramente enfadada-
Afri: Es coña, pasa esta en la cocina. -Dijo riéndose-
Yo: Joder, casi se me sale el corazón.
Afri: Yo os dejo solas que he quedado, cuídamela.
Yo: Lo intento.

Nada más entrar la vi sentada en el taburete de la cocina, su mirada fue directa a mi.

Alba: ¿Tienes llaves de mi casa? -Dijo sería-
Yo: Tenemos que hablar.
Alba: Hablemos.
Yo: Alba, no aguanto mas esta situación.
Alba: ¿Que situación?
Yo: No soy capaz de pasar la noche contigo y a la mañana siguiente verte tontear con una y hacer como si no pasara nada. -Confesé-
Alba: Natalia...
Yo: No, déjame terminar y luego hablas tú.
Yo: No te puedo prometer que lo nuestro salga bien y que seamos felices para siempre, pero creo que nos merecemos una segunda oportunidad, tu y yo, sin camareras ni nadie de por medio.
Alba: ¿Te refieres a volver juntas?
Yo: Si, me refiero justo a eso. -Dije riéndome-

Se quedó callada, el silencio estaba siendo muy incómodo.

Yo: ¿Vas a decir algo?
Alba: Necesito pensar.
Yo: Lo entiendo.

Me di la vuelta y caminé hacia la puerta, justo cuando estaba abriéndola Alba reaccionó.

Alba: Si. -Grito-
Yo: ¿Si que? -Pregunte dudosa-
Alba: Si, quiero volver a intentarlo contigo. -Dijo acercándose a mi lentamente.

Yo sin dudarlo acorté la distancia y conduje mis labios a los suyos.

Yo: Que rápido piensas. -Dije casi sin separar nuestros labios y riéndome-
Alba: No tenía mucho que pensar. -Dijo y volvió a unir nuestros labios-

El resto del día lo pasamos en su cama, entre polvo y polvo solo parábamos para echarnos un piti.
La noche llegó antes de lo previsto, y tras tanta actividad durante el día caímos rendidas, pero sin separarnos ni un milímetro, como si tuviéramos miedo a estar la una sin la otra.

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Os aviso que puede que el final se esté acercando, dejarme en los comentarios si queréis una segunda parte de esta novela o empezar otra distinta.

670km /Albalia\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora