.Capítulo 37.

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*Natalia*

Abrí los ojos y vi a Alba pegada a mi cara, es preciosa, tenía la respiración relajada, los labios medio abiertos y las mejillas un poco rojas.
Soy tan feliz con ella.
Se que la tengo que dar alguna explicación de mi desaparición de ayer, no va a sonar muy bien que ayer viniera mi familia a pasar una semana en Madrid y yo no la haya dicho nada.
Se lo que vas a pensar, que no eres tan importante para mi como para presentarte como mi novia, pero no es eso, no quiero que te sientas presionada o te asustes o pienses que voy muy rápido... O otras mil cosas que pienso que pueden pasar.

Me levante lo más lentamente que pude para no despertarte, cogí una manzana y me fui a mi casa. Me tengo que duchar y arreglar para ir al hotel a por mis padres y mis hermanos.

Cuando estaba llegando al hotel mi móvil empezó a sonar, tú.

Conversación telefónica.

Yo: Albi. -Dije alegre-
Alba: ¿Nat donde estás? -Dijo aún dormida-
Yo: Tenía que hacer unas cosas, y estabas muy mona durmiendo.
Alba: ¿Me puedo enterar de que cosas se trata?
Yo: Mira ahora mismo tengo un poquito de prisa, si puedo luego me paso por tu casa y te lo cuento ¿vale?
Alba: Como quieras. -Respondió seca-
Yo: Cari no te enfades.
Alba: No me enfado, solo me parece raro.
Yo: Verás que cuando te lo cuente es una tontería, tengo que colgar, luego te llamo.

Justo cuando colgué vino mi hermana desde recepción corriendo a abrazarme.

Elena: ¡Nat!
Yo: Holiiii. -Dije abrazándola-
Papá: Poco puntual, como siempre. -Dijo dándome un abrazo-
Mamá: Deja a la niña, estaría liada. -Dijo dándome un beso-
Santi: O estaría durmiendo, que huelo la resaca.
Yo: Yo también os echo de menos. -Dije a tono de broma-

El resto del día fue genial, estuvimos por Gran Vía, les enseñé los sitios por donde me muevo, estuvimos tomando algo en Fuencarral, Santi y Elena se volvieron locos con todas las tiendas... Y era hora de llamar a Alba para invitarla a cenar, así que me aparte un poco para tener mas intimidad.

Conversación telefónica.

Yo: Holi guapi ¿que haces?
Alba: Tirada en el sofá con Afri ¿tú?
Yo: Te quería invitar a cenar.
Alba: ¿En tú casa?
Yo: No, en el restaurante vegetariano que tanto te gusta ¿que te parece?
Alba: Perfecto. -Dijo contenta-
Yo: No vamos a estar solas.
Alba: ¿Vienen Maria y Pablo?
Yo: No, van a venir unas personas muy importantes que quiero que conozcas. -Dije nerviosa-
Alba: Natalia Lacunza ¿vamos a cenar con tus padres?
Yo: Puede, bueno si, a ver sólo si quieres, si no te apet...
Alba: Nat respira, me parece genial. -Dijo riéndose-
Yo: ¿Segura?
Alba: 100%
Yo: Pues a las 10:30 nos vemos.
Alba: Te quiero Nat.
Yo: Y yo a ti más.

Me giré y caminé sonriendo hasta donde estaba mi familia.

Yo: Familia tengo plan para esta noche. -Dije feliz-
Papá: ¿Teatro?
Santi: Ojalá no sea eso.
Yo: Os voy a presentar a Alba.
Elena: ¿Tú novia?
Yo: Si. -Dije nerviosa-
Mama: Que ganas tengo de cocerla. -Dijo abrazándome-
Yo: ¿Te parece bien papa? -Pregunte con miedo a la respuesta-
Papá: Hija, he aprendido que si tú eres feliz yo también, y si esa chica es parte de tu felicidad estoy encantado de conocerla.

Me emociona el cambio que a dado mi padre, se a dado cuenta que no puede obligarme a ser feliz según sus gustos.

Nosotros llegamos un pelin antes al restaurante, nos sentamos en la mesa que teníamos reservada, y esperamos a Alba.
La vi entrar por la puerta, como para no fijarme en esa rubia despampanante y esa sonrisa que ilumina todo.

Yo: Ya está aquí. -Dije caminando hacia Alba-

Todas las miradas cayeron en ella, nos dimos un suave beso en los labios y la presente.

Mi madre encantadora.
Elena muy simpática.
Mi padre algo nervioso pero correcto.
Santi vacilando, en su línea.

La cena transcurrido tranquila y sin alteraciones, Alba parecía llevarse mejor de lo que pensaba con mi padre, yo intentaba encaminar las conversaciones hacia temas no polémicos.
Estuvimos un buen rato haciendo sobremesa, se planteó la idea de ir a mi casa a seguir con la velada, pero finalmente no se consiguió.

Mama: Cariño mejor mañana, hoy ya es tarde. -Dijo mirando a Elena-
Elena: Iros vosotros al hotel y yo me voy con ellas.
Santi: Elena que pesada eres.
Mama: Elena otro día.
Papá: Ya has escuchado a mamá. -Dijo levantándose-

Cuando ya estábamos en la puerta del restaurante Alba se despidió de todos, dijo lo bien que se lo había pasado y agradeció a mi padre por pagar la cuenta.

Yo: ¿Todo bien? -Pregunte una vez solas-
Alba: No a estado nada mal ¿no?
Yo: Yo no me la podía haber imaginado mejor. -Dije sonriendo-
Alba: Ya conocemos las dos a las familias, esto va cogiendo forma. -Dijo riéndose.
Yo: Tú familia no me querrá ni ver.
Alba: Tampoco eso, exagerada.
Yo: Pero algo de rabia si me tienen ¿no?
Alba: Cariño, me han visto llorar mares por ti, es normal.

La frené y la di un suave beso, intentando trasmitirla seguridad y para reafirmar que nunca más llorará por mi culpa.

Llegamos a mi casa y fuimos directas a la cama, María estaba con Pablo así que teníamos la casa sola.

Alba: Yo no tengo tanto sueño. -Dijo mientras doblaba sus pantalones-
Yo: ¿Insinúas algo? -Dije riéndome y abrazándola por la espalda-

Se giró lentamente y me empujó contra la cama, se sentó encima de mi y empezó a devorar mi cuello.

Y después de un polvo espectacular, hicimos la cucharita y caímos rendidas, había sido un día bastante largo e intenso.

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¡Estamos a punto de terminar! Decirme si queréis otra historia y sobre qué ya que no creo que haya segunda parte de esta :)

670km /Albalia\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora