Promesa

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Remington

No puedo entenderlo, he perdido a mi hijo y sé que eso va a destrozar por completo a Amy, suspiré necesitaba calmarme no podía ser tan negativo ni romperme en llanto ya que me iba a necesitar más que nunca. Mire a mi madre y hermano ellos como yo habían quedado sin palabras al oír que Amy había perdido a nuestro hijo inclusive mi propia madre se encontraba llorando por la pérdida y mi cuñada también, Sebastián simplemente consolaba a ambas mujeres como podía mientras yo simplemente me sujetaba la cabeza deseando que está noticia no fuese real.

...

Amy

Me dolía la cabeza y estaba en una cama de hospital a decir verdad no había perdido del todo el conocimiento sin embargo no podía dejar de preguntarme si mi bebé se encontraba bien, tenía miedo de saber que no sobrevivió y entonces Remington estaría furioso porque siento que es mi culpa que sucediera está tragedia.
Me levanté de la cama como pude con un tremendo dolor en mi vientre bajo y mi vagina, espere a que entrara la enfermera a revisarme si algo había sucedido en su ausencia las típicas cosas de rutina que solía hacer cuando trabajaba en el hospital.

—Señorita... ¿Podría llamar al doctor? Quiero saberlo el estado de mi bebé—dije de manera tímida acariciando mi vientre lleno de vendas.
—claro enseguida—dijo la joven dejándome sola en la habitación.

Suspiré mientras esperaba pacientemente a la llegada de un médico o alguien conocido ya que al parecer no dejaban entrar aún a los chicos, al poco tiempo escuche un par de golpes en la puerta haciendo que levantará la vista. Remington entraba con su madre, hermano y Larisa. No tenían buena cara eso era señal de malas noticias comencé a respirar profundo simplemente al ver como intentaban tener palabras para explicar la situacion, sujete con fuerza  mi vientre completamente insegura de saber la realidad de mi embarazo.

—chicos... Díganme que el bebé está bien por favor—suplique sin dejar de sujetar mi vientre.

Mire a los chicos desviar sus miradas a diferentes direcciones y las chicas ponerse a llorar, desde ese momento sentí toda la sangre siendo drenada de mi rostro y abrí los ojos de sorpresa comenzando a llorar. Esa era la señal de que ese pequeño rayo de sol había perdido la vida.

Sin soportar más comencé a llorar y sujete mi rostro llorando con desesperación, pronto sentí los brazos de Remington abrazarme con fuerza intentando consolarme y susurrar que esto no había sido mi culpa. No podía entender ¿Porque? ¿Porque Logan se empeñaba a joderme la vida? ¿Porque me hacía tanto daño?

Mi llanto no cesaba y simplemente deseaba regresar el tiempo a ese momento en especial para poder salvarle la vida a mi hijo, esto había roto mis esperanzas de manera inmediata sobretodo mis ilusiones había quedado por los suelos.

...

Remington.

Después de una hora llena de llanto por parte de mi madre, cuñada y novia. Todo estaba tranquilo los ojos de Amy tenían sueño, cansancio y tristeza marcados en ella.

Suspiré no sabía cómo hacerla sentir bien pero por ahora debía ser fuerte por ambos y darle la mejor cara a la situacion. Hablé con el médico sobre el tiempo que tardaría en sanar su cuerpo y recomponerse por el embarazo abortado, una vez que me dieron las indicaciones junto con los cuidados necesarios salimos del hospital sin problemas.

Podía ver en su rostro la tristeza que tenía al ver que su vientre había dejado de estar abultado y desvió la mirada a la ventana intentando ignorar el dolor que sentía ella misma. La abrace por detrás para darle mi cariño que acepto sin corresponderle.

—Te amo...—fue todo lo que dije causando que soltara una lágrima que cayó en mi manga poco después.

Se giró a verme con los ojos cristalinos y me abrazó de vuelta hundiendo su rostro en mi pecho, acaricie su cabeza por un rato antes de subir al auto e irnos a casa. El camino fue silencioso y el ambiente se sentía tenso entre nosotros como si fuese el último viaje juntos en auto sin embargo la mano de Amy acarició mi mano que estaba por la palanca del acelerador acariciando está con suavidad y un pensamiento de inseguridad me invadió.

—me va a dejar—pense.

Yo no quería que esto pasará así, desvíe mi ruta hasta un mirador y me estacione para ir contra la otra puerta abriéndola esperando a que ella saliera. Me miraba con confusión y la abrace contra mi pecho deseando que nunca se fuera de mi lado.

—No me dejes Amy... Por favor... Prometo que la próxima vez voy a hacer todo para protegerte, te cuidare como una reina, no importa que tan difícil sean las cosas... De verdad te amo y sé que no es suficiente pero... No me dejes solo...—susurre con la voz que estaba por quebrarse y los ojos que comenzaban a llorar, le estaba entregando finalmente mi corazón y está dispuesto a arriesgar todo por un futuro con ella.

Se quedó mirando y bajo la vista.

—yo... Remington... No sé si podré darte hijos como tú lo deseabas—susurro Amy mirando la sortija con la que le pedí que nos casamos y otra que yo le había dado por promesa en casarnos.
—no importa si puedes o no tener, quiero tenerte a ti... Eso me importa mas—dije levantando su rostro envuelto en lágrimas como las mías.

Se lanzó hacia mi dándome un apasionado beso, la abrace con fuerza contra mi cuerpo y acaricie toda su espalda. Nos alejamos por falta de aire, nos miramos agitados y simplemente juntamos nuestras frentes mientras tenía mis manos envueltas en su cintura y ella acariciaba mi rostro con sus pequeñas manos.

—Quiero estar contigo en intentar tener ese bebé las veces que sea necesario y darles todo lo mejor—susurre mirándola con sinceridad.

Ella me miraba con una pequeña sonrisa en sus labios y poco después volvimos a besarnos con ternura como si ambos nos necesitaramos.

—Pense que tú ibas a dejarme porque no pude tener a nuestro bebé... Pero se con mucha alegría que el próximo bebé que tenga va a estar alegre que tú seas el padre como al igual que el—dijo con su voz dulce que solía tener.
—y también no se te olvide que ese bebé estaba orgullo de tenerte a ti como madre... Vamos a casa que necesitas descansar un tiempo y yo voy a cuidarte —dije besando sus labios y después su frente.
—Me quedaré contigo por siempre... Es una promesa—dijo Amy extendiendo su dedo meñique hacia el mío, imite su acción haciendo una unión entre ellos y con ello era seguro que teníamos una promesa real.

...

Room Side "B"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora