01. Sangre prohibida (KaiSoo/KaDi)

Final

KyungSoo

Al lado de JongIn, Taemin los saludó en la puerta, empalmando la ropa ensangrentada de JongIn. KyungSoo arrastro los pies reacio a enfrentar a Taemin otra vez. Taemin le recordaría a JongIn que KyungSoo debería irse, y... KyungSoo no quería, ya no. JongIn había demostrado que podía superar la adicción que KyungSoo temía tanto.

Antes que pudiera hablar, dijo JongIn, -Estoy tomando a KyungSoo como mi presa enlazada. KyungSoo se quedó boquiabierto, con el pecho apretado. ¿No solo una presa, sino una presa enlazada? -¿Qué?

-¿Qué? -Taemin se hizo eco, sus cejas se levantaron.

-Sí. Presa enlazada. Pero tenemos que irnos, -dijo JongIn, asintiendo sobre su hombro. -Arregle para una compañía de subastas. Volveremos a comprar las cosas cuando estemos en otro lugar. Los federales están sobre nosotros.

-Eso es terrible, -gritó Taemin.

KyungSoo se encogió, su corazón se hundió. Esto era todo lo que había querido evitar en primer lugar. -Lo siento por todos esos problemas.

-Está bien, -dijo JongIn. Presionó un beso en la frente de KyungSoo, mirando a Taemin. -Lo estoy manteniendo. Eso es definitivo.

El pulso de KyungSoo se disparó. ¿Tiene esto que ver con la cosa de la presa enlazada? -¿Estás... manteniéndome? No, ¿no quieres a Taemin?

Tanto JongIn como Taemin lo miraron fijamente. Por un momento tenso, KyungSoo se retorció. Tal vez todo lo que había sucedido fuera una ráfaga de adrenalina, y nada de eso significaba algo para JongIn.

Pero JongIn soltó una risa. -Taemin es mi mayordomo. Se unirá a nosotros cuando nos mudemos. Hizo una pausa, frunció el ceño y KyungSoo leyó la incertidumbre en aquellos ojos oscuros. -¿O te estás... yendo?

¿Cómo pudo JongIn pensar eso? -Iré contigo, -dijo KyungSoo, mirando al suelo. Había estado asumiendo que JongIn quería a Taemin como compañero, y... era embarazoso admitirlo, ahora que sabía que estaba equivocado. -Solo pensé...

Taemin sonrió, una chispa de amabilidad en sus ojos. -No, somos estrictamente empleador y empleado.

-Y amigos, -dijo JongIn. Deslizó su brazo alrededor de la cintura de KyungSoo, acercándolo. Las mejillas de KyungSoo se calentaron.

Después del caos de todo, fue agradable, solo de pie con JongIn, apoyándose en su costado. JongIn casi había muerto por ahí, pero había sobrevivido. Se había alimentado de la sangre de KyungSoo, caído en una bruma, pero había regresado. Y KyungSoo no tuvo las palabras para decir lo agradecido que estaba por todo eso.

Taemin los miró con los hombros caídos. -Lo siento, Sr. Do Te juzgué con dureza y... empeoré tu situación llamando a la policía.

KyungSoo lo miró. ¿Fue Taemin?

JongIn arqueó las cejas. -Usualmente no cambias de opinión tan rápido. Y todavía estoy furioso por eso.

-Lo miré desde la ventana, -dijo Taemin, inclinando la cabeza. Sus orejas se pusieron rosadas. -Parece... El Sr. Do podría ser bueno para usted.

¿JongIn sabía sobre los federales? Pero parecía que lo había descubierto recientemente, y estaba enojado en nombre de KyungSoo. Y eso estuvo bien, JongIn cuidando de él. El corazón de KyungSoo perdió un latido.

-Realmente lo siento, -dijo Taemin, pidiendo disculpas. -Por todas las cuentas, deberías despedirme.

JongIn inhaló profundamente. -Te perdonaré esto una vez, -dijo. - Confié en ti, Taemin.