Jack Frost usa faldas.
Jack Frost usa moños.
Jack Frost se cree niña.
Jack Frost es gay.
Jack Frost, Jack Frost, Jack Frost.
"-No te conviene conocerlo, vas a arruinar tu vida social cuando a penas comenzó.-miró a los costados-Es que, amiga, Jack Fr...
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Just Like You - Louis Tomlinson
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ERES LINDO
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—¡Rapunzel, Rapunzel!—corrían hacia ella en busca de conseguir un par de fotos para subirlas a sus redes sociales y así presumir ante todos que tenían una foto con la chica más guapa del colegio.
¿Tonto? Demasiado.
Es decir, ella era una estudiante común y corriente hasta hace unos días, pasaba desapercibida al ser una rubia más del montón, y de repente era una celebridad con la que todos querían estar, no terminaba de entender por qué, ya que no tiene ningún talento y su "belleza", no es nada del otro mundo.
No podía acostumbrarse y tal vez no tenía que hacerlo, porque después de lo que tenía planeado hacer estaba cien por ciento segura que Elsa no la querrá más en su grupo de amigos, ya no será una popular.
¿Y saben qué? No le podría importar menos.
Pero hasta que eso sucediera, actuaría como si nada pasara, como si ayer no la hubieran amenazado con destruir su reputación si seguía mencionando a Jack Frost, porque no es tonta, sabe que si levanta sospechas no solo ella será la afectada.
Por la forma en la que Elsa describió a Jack, pudo notar el profundo odio que la platinada siente hacia el chico y, al ser la reina de la secundaria, ella puede hacer lo que se le dé la gana con él. Rapunzel lo último que quiere es que sufra más de lo que probablemente ya sufrió.
Ella sabe lo que es que todos te odien y te tachen de rarito, o en su caso rarita, en su anterior colegio le pasaba eso, todos los días sin falta aquella chica se encargaba de bajar aún más su autoestima, si es que era posible, y los demás solo se reían creyendo que era una simple broma.
Eso le había dejado marca, tanto que debió ir un par de meses al psicólogo, lo cual la ayudó bastante e hizo que poco a poco volviera a quererse, en el proceso tuvo que escuchar las miles de disculpas de sus padres y las promesas que le hacían sobre que su nuevo colegio sería de los mejores, que ahí nadie le haría daño.
Tenían razón.
Ahí nadie le hacía a un lado ni la miraban sobre el hombro, ahí era alguien querida e importante por muchos, ¡tenía de amigos a los chicos más populares! ¿qué más quería?
