Para ti.

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Es hoy.

El día más esperado, el día donde sus nervios se apoderaron de él aún así, no dejaba de actuar como un chico rudo y grosero para que nadie notará esos nervios.

El cumpleaños de Ochako Uraraka.

De la chica quien gustaba desde hace un buen tiempo,y es obvio que no se había confesado ni sé atrevía hacerlo, su orgullo se lo impedía y no solo eso, le daba pena. Aún así él daba todo su esfuerzo en decirle esa palabra tan complicada pero tan hermoso a la vez "Me gustas" pero a la final terminaba huyendo o diciendo cualquier estupidez. Ya estaba frustrado y cansado pero tenía que seguir adelante aunque no valiera la pena, aunque todo se fuera a la mierda, él quería confesarse y dejar ese peso que tenía en sus hombros.

Ahora tocaba de su parte darle un regalo ya que en el cumpleaños del rubio ceniza, ella le regaló unos chocolates junto a un pedazo de pastel, y todo hecho por ella misma.

Busco en su gabinete la pulsera que había comprado hace un par de semanas, la examinó nuevamente para ver si no tenía ningún rasguño, todo tenía que estar perfecto.

Pero algo le incomodaba con respecto a esa pulsera.



[Hace dos semanas]

Katsuki cuando apenas llegó al gran centro comercial entro a la primera tienda de accesorios de mujeres que vio, le daba igual ver cómo la chicas se le quedaban viendo, solo quería comprar lo que sea.

Se dirigió a la vitrina donde se podía ver todo tipo de collares y pulseras, miraba cada una de ellas con determinación, hasta que una llamo su total atención. La pulsera consistía en pepas blancas a excepción de una que era color negro. Era simple, sencilla y linda, también barata.

-Oye, señora -Llamo a una de las empleadas quien estaba cerca de él.

-¿Uh?- La empleada se volteo para toparse con el rubio ceniza- Diga jovencito -Dijo amablemente.

-Quiero está pulsera- Señaló.

-En seguida-Dijo, sacando la llave para abrir la vitrina-Sabes, está pulsera es compartida pero,-Decía, Katsuki solo se limitó a escuchar- No tenemos la otra, se dice que si encuentras a la persona con la otra pulsera, esa persona llenara tu vida de alegría y amor, tendrán sus peleas y malos momentos pero eso nunca los va a separar.

-Si claro, como si esas cosas pasaran-Dijo de manera sarcástica, no creía ninguna palabra de la empleada -Son puras idioteces que se crean la gente estúpida para pensar que van a conseguir el amor- Ya no era sarcástico, ahora era grosero con la empleada.

-Bueno, es lo que dicen- Dijo con una leve sonrisa está sin tomar tan enserio el comentario sarcástico y grosero, menos mal que es paciente- Tome joven, son 200 yenes -Entrego la pulsera a Bakugo.

-Aja.

Y desde ese día no dejo de pensar en las palabras de la empleada.



-¿esa persona llenara tu vida de alegría y amor? ¡Son puras mentiras! no sé porque mierdas le doy tanta vuelta al asunto, que estupidez"-Pensó el rubio mientras colocaba la pulsera en una bolsa de regalos.

- "Ahora, voy a la casa de la cara de Ángel, le doy el regalo y me largo a la mierda"-Repaso su plan 5 veces por su cabeza.

A medida que iba llegando a su destino ya tenia las ganas de dar la vuelta y arrojar todo a la basura, primero que todo es su primera vez en regalar algo a alguien y más cuando esa persona se vuelto muy importantes para él aunque no logré admitirlo pero, él no es de esas personas en dar regalos. Segundo, es Uraraka Ochako de quien se trataba, con tan solo estar con ella lo pone nervioso pero no lo demostraba tanto.

Y sin que el lo supiera, sus pies ya estaban en el tapete de la casa Uraraka, y al tocar el timbre, sus manos empezaron a temblar un poco.

-¡Voy! -Grito Ochako desde adentro, con tan solo escucharla sus pelos se pusieron de punta y al parecer los latidos de su corazón empezó a ser más fuerte.

-"Ya me estoy arrepintiendo de esta porquería".

La puerta se abrió mostrando a una castaña sonriente, típico de ella -¡Bakugo-kun! Me sorprende verte aquí -y realmente lo estaba, nunca se imaginó tenerlo en frente a él en la puerta de su casa -¿Que te trae por aquí?

-Toma-Sin rodeos, Puso el regalo delante de ella- Esto es para tí -Antes de que dijera eso desvío su mirada a un lado con un poco de sonrojo en su rostro.

-¿¡Para mi?! -No puede estar más que sorprendida-Aww~, eso es muy lindo de tu parte, Bakugo-kun.

-¡Si, si como sea! ¡Toma el jodido regalo!-Grito, menos mal que los padres no estaban en la casa de la castaña para que no oyeran tal vulgaridad.

Sin pensarlo dos veces, Ochako tomo del regalo abriéndolo al mismo tiempo y con tan solo ver la pulsera quedó en shock.

-¿No te gusto o que? -Hablo Katsuki al notar como Uraraka no decía nada - ¡Oye, cara redonda!- Grito para sacarla de su estado de shock.

-¡E-espera aquí! -Con toda la velocidad del mundo Ochako corrió a su habitación.

Katsuki no pudo ni reclamarle por dejarlo afuera, hecho un largo suspiro -Me quiero ir ¡Cara redonda!

La castaña volviendo en segundos, ahora se notaba más nerviosa que el mismo Bakugo, en sus manos llevaba las dos bolsas de regalo, la de Katsuki y la que trajo ella desde su habitación.

-¿Entonces?

-B-bueno, yo tenía planeado darte esto cuando cuando comenzáramos clases, yo no sé dónde vives -puso su regalo delante del rubio- Esto es para tí, tú regalo de Navidad.

-¿Eh? -Con brusquedad, tomo aquel regaló, ya al tenerlo en sus manos lo abrió.

En el regalo era una pulsera igual a la que él había comprado pero en este caso, la pulsera es de pepas negras a excepción de una que era totalmente blanca, en eso recordó las palabras de la empleada.

"se dice que si encuentras a la persona con la otra pulsera, esa persona llenara tu vida de alegría y amor, tendrán sus peleas y malos momentos pero eso nunca los va a separar".

Ahora entendía el porque se puso tan nerviosa.

Ochako tomo la pulsera que le había dado como regalo de Navidad a Katsuki,y con un movimiento rápido tomo unas de las manos de él para colocarsela para después, colocarse la pulsera que le había regalo de cumpleaños.

-Ahora tú y yo compartimos pulseras ¿No es genial Bakugo-kun? -Dijo con entusiasmo con un leve sonrojo en sus mejillas. Al parecer no tenia ni la menor idea sobre la historia en aquellas pulseras.

El rubio ceniza con pasos lentos se acerco a la castaña para después abrazarla, rodeó sus brazos por el cuello de esta.

-¿Bakugo?-Extrañada por la acción tan repentina del chico explosivo- ¿Sucede al..?

-Ni se te ocurra quitarte la maldita pulsera a menos que sea necesario ¿Entendido?-Hablo y esta vez su voz sonaba un tanto calmada pero no había nada de nervios en ello.

-Entendido-Dijo mientras que correspondía aquel abrazo tan inesperado del rubio ceniza.

¿Ochako lo hará feliz?

¿Pelearan pero nunca se separarán?

¿Ella llenaría toda su vida llena de alegría y amor?

Esas preguntas serían respondidas en un futuro no muy lejano

-Feliz cumpleaños, Uraraka.

✨❤✨❤✨

Para ti || KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora