Amor ♡ | Dybatini

9

"Familia"

Narra Oriana.

Al despedirme de Paulo, caminé por el camino de piedras que conducían hasta la entrada de mi casa. Paulo se quedó esperando hasta que abriera la puerta, cuando lo hice, giré para saludarlo con la mano, a lo que él respondió tocando dos veces la bocina de su auto.

Al cerrar la puerta, me dirigí hacia el living que se encontraba a mi derecha, no muy lejos de la entrada principal.

Al entrar vi a mi hermana que miraba por la ventana que dirigía hacia el exterior de la casa. Claramente me estaba espiando.

- ¡Ah yo no lo puedo creer! -dije haciendo que mi hermana menor saltará de su lugar para mirarme. - ¿Me estabas espiando?

- No te enojes, pero en mi defensa estaba sentada acá cuando escuché llegar un auto, quería ver quien era. -dijo defendiéndose.

- ¿Viste todo? -pregunté mientras dejaba mi bolso en el sillón que se encontraba a mi lado.

- No, bueno si. -contestó sincera.

- Ay dios mio. -dije riendo llevándome mi mano a mi cara.

Acto seguido fui hacia la cocina mientras utilizaba mi celular. Agarre un vaso de la alacena y tome la jarra de agua que se encontraba en la heladera.

- ¿No pensás contarme nada? -dijo Tiziana haciéndome exaltar, casi tiro la jarra.

- ¿Que querés que te cuente? -respondí con una pequeña sonrisa en mi rostro.

- Y no sé, ¿todo? -respondió haciéndome reír.

- Acá no, después. No quiero que mamá nos escuche y después se haga la cabeza. Y papá se pondría como loco. - dije seriamente.

- No están, se fueron a comprar. Así que dale, contame rápido. -dijo apoyando el celular en la isla.

- Bueno, Paulo me invito a su departamento a almorzar. -dije sirviendo agua en el vaso.

- ¿Y...? -preguntó esperando que dijese lo que ella quería que pase.

- Nada Tizi, hablamos, nada más. -respondí para después tomar agua, estaba sedienta.

- ¿Nada más? -dijo sentándose en una banqueta para arrimarse a la isla.

- No nena, recién nos estamos conociendo. -bufé mordiendome los labios.

- ¿Y como es? -preguntó mi hermana.

- Es, hermoso. Es re buen pibe, humilde, gracioso, trabajador. Me trato como una reina. -dije mientras la miraba.

- Ah, estas re loquita por él. -dijo mientras apoyaba su cara en su mano, y al mismo tiempo sonreía.

- Mmm, puede ser. -dije sonrojandome.

[...]

Eran las 7:30 de la tarde, estaba en la isla cenando una ensalada la cual me la habia preparado Juana, me encantaba como cocinaba esa mujer. Tiziana estaba a mi lado, pero a excepción de mi ella estaba con su celular, según ella no se sentía bien como para cenar.

De repente veo abrirse la puerta trasera, casi me agarra un infarto.

- Ay la reputisima madre. -dije con algo de comida en mi boca y al mismo tiempo llevándome una mano a mi pecho.

- ¡Oriana! ¡La boca nena! -me retó mi progenitora mientras cerraba la puerta que dirigía hacia el patio.

- ¿Por qué mierda entran por atrás? Pensé que eran chorros. -dije mirandolos a ambos enojada por lo que acababa de pasar.

- Porque al bajar las cosas del auto nos quedaba más cómodo entrar por atrás. -dijo mi papá mientras dejaba unas bolsas sobre la mesada.

- ¿Donde estabas tú? -preguntó mi mamá.

- Fui a la casa de Trini. -respondí mintiendo mientras tomaba mi plato para llevarlo a la pileta.

- ¿Y por que no me avisaste? -remató mi madre.

- Ma, creo que ya estoy grande para que te este avisando a donde voy y a donde no. -respondí para después agarrar mi celular e irme hacia mi cuarto.

Subí a mi habitación y cerré la puerta, luego me dirigí hacia mi baño para tomarme una ducha, seguidamente me puse un pijama de licra, con encaje en el escote de la remera y en el borde del short, no era nada provocativo igual.

Me recosté en mi cama boca para abajo, estaba revisando instagram, cuando me sorprendí al ver que me estaban llamando, era Paulo.

Me arreglé rápido el pelo en la cámara, no lo quería hacer esperar mucho.

Finalmente, atendí.

- Hola. -dije simpaticamente.

- Hola, ¿te estabas por ir a dormir? -preguntó.

- Nono, estaba boludeando con el celular. -respondí.

- Bueno, ¿que estabas haciendo? -preguntó.

- Ya te dije... estaba boludeando con el celular. -respondí.

- Ah mal que pelotudo. -contestó mientras los dos reíamos.

- ¿Que hacías vos? -trate de llevar una conversación.

- Extrañandote. -contestó sonriente.

- Si nos vimos hoy. -dije recostadome de lado.

- ¿Y? ¿no te puedo extrañar igual? -dijo levantando ambas cejas.

- Si, igual yo también te extraño. -dije haciendo que se le escape una pequeña risa.

Hablamos un montón, hasta que se hicieron la una de la madrugada, yo ya había empezado a bostezar.

- Anda a dormir, mañana hablamos. -propuso Paulo.

- No tengo sueño Pau. -contesté pasando una mano por mi cara.

- No paras de bostezar. -dijo haciéndome sonreír.

- Bueno, nos vemos. -dije.

- Chau, descansá. -dijo y seguidamente corte la llamada.

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Bueno, pinchó horario jeje.

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