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Hoy fuimos a comer sushi con Paulo, mi suegra y su hermano, Mariano, el cual estaba de visita.

A Mariano ya lo conocía, de cuando había ido con Paulo a Córdoba, para conocer a toda su familia. Es muy amoroso y simpático, me cae super bien.

Nos reímos un montón y nos pusimos al día, en momentos yo hablaba sola con Alicia y ellos también hacían rancho aparte, hablaban de fútbol, nada raro.

Al terminar de cenar fuimos para el departamento de Paulo, Alicia también nos acompañó, para no dejarme sola.

Paulo retó a mi cuñado a una partida en el fifa, ya parecía tradición jugar con todos sus invitados a la play.

Ellos se dirigieron hacia el living para después sentarse a jugar, y Alicia y yo nos fuimos a la cocina para hacernos café, y después sentarnos a hablar.

-¿Extrañas tu casa? -Alicia se sentó en la banqueta que esta cerca de la isla.

-Si, obvio que extraño. Hasta a mis mascotas las extraño. -ríe. -Pero soy a feliz estando acá, y si yo soy feliz mis papás también, por lo tanto me entienden.

-Y yo estoy muy contenta con que estés acá, le haces muy bien a Paulo, nunca lo había visto tan feliz en toda su vida. -me agarra la mano.

-Y el me hace muy bien a mi. -le sonrio.

-Menos mal que cambio al bagre ese. -se muerde los labios.

-Ay Ali, ¡no digas eso! -reí. -Hablando de eso, el nunca habla de Antonella, ¿Cómo fue que se separaron?

-Ella ya venía desconfiando de el, siempre dijo que el le era infiel, pero el siempre lo negó.

-¿Y para vos era verdad?

-No, para nada. El nunca sería infiel, y no lo digo porque es mi hijo. -me mira. -Pero un día se cansó, agarró sus cosas y se fue. Paulo quedó destrozado.

Yo la miré asintiendo.

Nunca me hubiese imaginado que por eso habían cortado, para mi el no le fue infiel. Como dice Alicia, Paulo es un hombre y nunca le faltaría al respeto a una mujer.

Después de eso fuimos hacia el living para ver el partido.

3-0 gana Paulo, que raro.

Después de unos cuantos insultos entre los hermanos termina el partido y gana Paulo, el le hace el baile de la victoria a Mariano y yo no dejo de reírme.

[...]

Llegó el día de irme, no me quería ir.

Mi despedida con Paulo fue dramática, parecía que no nos íbamos a ver nunca más en nuestras vidas.

Pero se sentía así, no nos íbamos a ver por un mes o más.

Al llegar a las tierras Argentinas me estaban esperando los noteros de lam, ellos previamente me habían solicitado hacerme una entrevista.

Di la entrevista y me tome un uber hasta mi casa. Al llegar estaban todos durmiendo, bueno, mi papá y mi hermana, porque mi mamá estaba conduciendo un programa de radio.

Dejé la pesada valija abajo y subí hacia mi habitación para tomar una ducha y después bañarme. Luego me planché en la cama y me desmayé, estaba muy cansada.




Amor ♡ | DybatiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora