Amor ♡ | Dybatini

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Paulo.

Llegamos a Grecia, al fin.

Me ponía contento habernos ido de vacaciones para conocer y obviamente descansar.

Nuestras primeras vacaciones, de muchas.

Al llegar al aeropuerto pedí un auto así poder transportarnos hacia el hotel en donde nos hospedaríamos.

Al llegar al hotel hicimos el check-in y lo típico para después dirigirnos hacia nuestra habitación.

Al encontrar el número de esta, inserté la tarjeta en la puerta para abrirla.

- Ay me muero. -dijo Oriana dejando las valijas en un rincón.

Más que habitación parecía un departamento, ya que esta ocupaba casi un piso.

Oriana directamente fue en busca de la habitación, al encontrarla entró y sin dudarlo se tiró sobre la cama boca arriba a lo que yo la seguí riendo.

Después inpeccionamos más hasta llegar afuera, donde había una pileta enorme.

- Es enorme. -dije caminando al rededor de esta.

- ¡Cuidado amor! -me empujó a la pileta.

- La puta madre. -oriana no paraba de reir.- Metete, esta re calentita.

- Ni en pedo, debe estar helada.

- ¡En serio te digo! -extendí mi mano.

- Bueno, pero no me tires, yo me meto sola. -tomó mi mano.

Al tomar mi mano yo la tiré a la pileta sin previo aviso.

- Ah no sos un garca. -dijo saliendo de la pileta.- Está helada.

- La venganza querida. -no podía parar de reir.

Los siguientes días era mas de lo mismo, por el día íbamos a la playa, a la tarde estábamos en la pileta y a la noche íbamos a cenar.

A veces era incómodo por el tema que nos estén sacando fotos sin nuestro consentimiento, obviamente la mayoría de las veces no nos dábamos cuenta, pero cuando lo hacíamos el ambiente se tornaba raro.

En esta semana que nos pudimos tomar me hizo dar cuenta de lo bien que me hacía estar junto a ella.

Desde que empezamos a salir no pudimos estar mucho tiempo juntos por el tema que nos teníamos que estar escondiendo.

Pero ahora que ya aclaramos todo es como que nos sentimos aliviados, no podíamos aguantar más sin mostrarnos.

Oriana.

Se habían terminado nuestras míni vacaciones, y aunque sólo haya sido una semana, la pasamos genial.

Al siguiente día tomaríamos el avión hacia Italia, iba a aprovechar a pasar mas tiempo con Paulo antes de tener que irme a México por trabajo.

Estábamos en la pileta cuando me llama mi mamá.

- Hola ma, ¿todo bien?

- Hola Ori, ¿Cómo la están pasando?

- Bien, mañana ya nos vamos.

- Que bueno, Ori te tengo que contar algo.

- ¿Qué pasó?

- No te lo iba a contar hasta que volvieras pero me parece que es mejor que te lo cuente ahora.

- No me asustes ma, ¿Qué pasó? -Paulo me miraba confundido.

- Nemo, se escapó; se fue y no aparece.

Sentí que una parte de mi corazón se rompió en pedazos, empecé a llorar como una boluda.

Nemo fue, es y será gran parte de mi vida. El gatito que tanto amé y cuidé, se había ido.

Paulo vino a abrazarme y yo lloré en sus brazos. Me sentía muy triste, no me imaginaba mi vida sin el.

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DELEN LOCO VOTEN Q SE ARMA LA PODRIDA ACA los tkm