Me desperté y vi la hora en mi celular, eran las 4:00 am y solté un pequeño ruido de sorpresa y cerré los ojos nuevamente. Sin embargo, los volví a abrir ya que me pareció muy extraño que fueran las 4:00 am y hubiera luz de día.
Me reincorporé en la cama y volví ver la hora, efectivamente, marcaban las 4:01 am y seguía la luz del día. Fue cuando recordé dónde estaba.
Busqué en internet la hora de Shanghái, eran las 3:00 pm. Cielos, dormí mucho.
Me levanté de la cama y decidí darle un recorrido al departamento.
En verdad que era grande como para que solo una persona viviera en aquí. Las otras puertas del pasillo eran el baño y el estudio. En la sala había otro enorme ventanal con cortinas negras, los sillones eran grises y había una alfombra afelpada color beige. Del otro lado había una encimera y estaba la cocina enorme, frente a la cocina había la estatua de un venado ¿Qué hacía ahí? no lo se, pero era interesante.
Me dio hambre y recordé que Megan había dicho que iba a hacer algo de comer para mí, solo tenia que calentarlo; cuando iba a sentarme a comer, noté que no había nada de beber, sorpresivamente el refrigerador estaba más vació que mi alma. Recordé que Megan habló de una tienda en la esquina así que decidí aventurarme por primera vez sola en las calles de un país completamente desconocido.
De todas maneras no está tan lejos, no creo perderme.
Tomé mi cartera en la que había algo de dinero que había cambiando cuando llegué, tomé la tarjeta en la que venía el código de acceso porque aun no me lo aprendía y salí del departamento.
Justo de la puerta de al lado, salía un chico. Era alto, MUY alto. Iba completamente de negro, llevaba un pantalón de pijama junto con una sudadera que le quedaba enorme, una cachucha y un cubrebocas. Era delgado y en cuanto me vio me hizo una pequeña reverencia únicamente agachando su cabeza y camino hacia el ascensor, yo simplemente lo seguí por detrás sin darle mucha importancia después de corresponder su saludo con una pequeña sonrisa.
-¿Eres la nueva vecina?- dijo en cuanto las puertas del ascensor se cerraron, me sorprendió un poco.
-Si- contesté algo tímida, su altura intimida.
-No eres de aquí ¿cierto? ¿Cómo te llamas?- dijo mirándome, en ningún momento se quito el cubrebocas
-No, no soy de aquí, creo que es muy evidente ¿no? - solté una pequeña carcajada y él hizo lo mismo. -Me llamo Emma-
-Mucho gusto Emma, si es evidente que no eres de aquí, yo tampoco lo soy pero a mi no se me nota tanto ¿cierto? - dijo bajando su cubrebocas y volteando su cuerpo hacia mi - Mi nombre es algo difícil así que solo dime Dimash, mucho gusto- extendió su mano hacia mi.
-Dimash...- dije con una sonrisa estúpida en la cara.
En ese momento no recordaba que era él al que habían mencionado en la junta, de verdad que era muy lindo que mi mente se concentró solo en esos bellos ojos. Soltó una carcajada y bajó la vista.
-No muerdo, pero entiendo si no me quieres dar la mano- dijo. En ese momento volví a la realidad, lo había dejado con la mano extendida. Por Dios, me abofetee mentalmente.
-No, lo siento mucho, estoy un poco adormecida, acabo de llegar de un vuelo muy largo y estoy algo aturdida- dije estúpidamente.
-¿En serio? Bueno, creí que eras algo así como una maniaca de la limpieza y que no te gustaba dar la mano porque es "sucio" o algo así.
Eso me hizo recordar a mi precioso Levi Ackerman.
-No, no, no. Para nada- dije alzando la mano, él la tomó.
Su mano era grande, delgada y un poco suave. En sus largos dedos tenía algunos callos, eso podría significar que tocaba algún instrumento; específicamente uno de cuerda, tal vez guitarra.
En ese momento recordé que Megan había dicho que hay más famosos viviendo aquí.
-¿Tocas algún instrumento? pregunté
-Varios ¿Cómo sabes?-
-Tus manos, reconozco ese tipo de callos-
-Uh, chica conocedora, me gusta- dijo sonriendo -¿y de dónde eres?-
-Francia ¿y tu?-
-Soy de Kazajistán- ¿Qué rayos es eso? ¿en serio es un país? ¿Dónde queda? jamás oí hablar de un Kazaj...no se qué...¿Pakistán? no, no es ese ¿o si?
-Interesante... fue lo único que dije.
-No sabes dónde está ¿cierto?- ¿Cómo lo supo? -tu cara te delata- más bien, creo que lee mentes.
-Me disculpo-
-No, está bien- dijo y se puso de nuevo el cubrebocas. Finalmente salimos del ascensor y caminamos a la entrada -¿a dónde te diriges?-
-A la tienda de la esquina, pero ahora que lo pienso, no se en cuál esquina está-
-Ah, yo también voy ahí, vamos juntos-
Caminamos hasta la tienda, era como un OXXO o un SEVEN pero con otro nombre. Me fui directo a las bebidas y él, la verdad no sé, de pronto lo olvidé y sólo pensé en el hambre que tenía.
Tomé un té que ya conocía y que me gustaba mucho. Afortunadamente también lo venden hasta estos lugares así que me sentí feliz de no tener que experimentar en China y tomar algo que creyera que se viera bueno y al final resultara no serlo.
Caminé por el pasillo de dulces y vi algunos, no sabía qué decía pero me llamaron la atención así que solo pasé a verlos.
-¿Llevas lo que necesitas?- Di vuelta de un brinco -perdón, no quería asustarte, ¿quieres recomendaciones?- dijo viendo hacia los dulces.
-Tal vez, después, solo los veía- dije caminando hacia la caja, pagué mi té y esperé a que él pagara lo suyo. Ese momento, lo sentí como si fuésemos amigos desde hace mucho tiempo, y eso me recordó a Sam. Me puse un poco triste pero en cuando vi la sonrisa de aquél chico alto, sentí paz, fue raro pero agradable.
Corrí al ascensor después de saludar al portero, aquél chico subió de nuevo junto a mí.
-Es bueno ver caras nuevas- dijo
-Gracias, es bueno conocer gente nueva-
En ese momento, sonó mi celular. Era un mensaje te texto de mi madre.
Emma ¿llegaste bien? ¿Cómo estás?
4:33 pm
Sonreí al leer el mensaje, le contesté a mi madre haciéndole saber que había llegado bien y le conté breve mente mi día que realmente no había tenido mucha acción.
Bajamos del ascensor y el chico se despidió de mí.
-Espero verte pronto, fue un gusto conocerte - dijo al frente de su puerta
-Igualmente, gracias-
-Hasta luego vecina- dijo finalmente y entró a su departamento.
Al entrar al mío, me quité los zapatos y me puse las pantuflas que estaban en la entrada, corrí directo a la cocina.
Comí todo lo que Megan había dejado, no sabía bien qué era pero estaba muy rico.
Megan llegó un rato después mientras yo veía tele, afortunadamente encontré una película gringa así que me entretuve un rato ya que no entendía nada de lo que decían en los demás canales.
Megan me ayudó a desempacar las cosas mientras escuchábamos algo de música de CNBLUE y FT Island.
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La voz de un ángel [Dimash Kudaibergen] *En edición*
Fiksi PenggemarMuchos hablan de amor,lo más hermoso del mundo y lo más doloroso tambien. Aquel chico con voz de ángel que se robó mi corazón,el mejor cantante del mundo,alguien casi inalcanzable...el amor de mi vida. Antes solo pensaba en artes,después de conocerl...