Cuánto anduve?
Ni siquiera lo sentí
Cuánto busque?
Ni siquiera lo recordé
Tantas tormentas
Lunas incontables
Pesares inmemorables
Nubes de cirros
En gran silencio estuve
Tan solo observando
Tan solo esperando
Tan solo aguantando
Y sin más llegaste
M...
Aleski. Fue en una mañana de primavera, cuando el destino la puso en mí camino, una hermosa chica de cabellera dorada y ojos zafiro duela que ganó mí corazón. Éramos felices un nuestra burbuja pero como todo tiene que acabar lo nuestro no fue la excepción, una noche lluviosa había ido a verla, ya que dijo que se sentía un poco resfriada y como todo Alfa se preocupa por su luna salí bajo esa tormenta nadie me preparo para lo qué vería. La puerta estaba abierta y sentí pánico creyendo que había sido algún ladrón, pero no... Resultó que encontré a mí mate y mi beta teniendo una noche apasionada en la sala. Mí corazón se rompió en miles de pedasos.
- Así que estabas resfriada?- dije con voz tranquila aún que me moría por dentro.
Ambos se asustaron y me miraron conn vergüenza (par de cínicos).
-Aleski! Esto no es lo que piensas- dijo ella empezando a vestirse.
-enserio?-susurre- acaso no te estabas acostando con mi mejor amigo?- levante una ceja.
-Amigo lo siento en verdad, yo nunca quise fallarte y menos así- se notaba culpa en su mirada (demasiado tarde).
Ya no era el mismo, los mire con malicia para luego decir: -tranquilos no los desterrare- ambos me miraron sorprendidos.
-eso significa que nos perdonas?- respondió Marishka ja! (Ilusa).
- por supuesto -dije con una sonrisa- que no- los mire fríamente.
-pero...
-sus actos no se pagan con el destierro. Se pagan con la muerte- ambos soltaron un jadeo.
-No por favor, por favor quiero encontrar a mí mate- dijo Max .
- Aleski soy tu mate no puedes matarme- dijo muy segura.
- creí que tú no serías capaz de engañarme y mira me equivoqué.
Me di la vuelta y salí de la casa, llamé a los guardias para que los aprehendieran y los llevarán a la plaza de la manada. Una vez que todos estuvieron presentes les informe lo sucedido, se escucharon murmullos pero los detuve de golpe con un gran gruñido.
-esta noche todos sabran lo que les sucederá sí me traicionan- me gire hacía los verdugos- matenlos - dije con amargura.
-Noooo.
Eso fue lo último que escuche, desde ése entonces me eh vuelto un hombre frío y calculador nunca más permitiría que me hicieran menos incluso mí padre por primera vez se sintió orgulloso de mí.
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