Tras esa larga charla sobre mi familia y lo que soy, se fue.
Al rato llegó Crish, con los nudillos ensangrentado.
-Crish,¿que te ha pasado?- le pregunté alarmada.Él no respondió pero me hacía una idea de porqué estaba así y no quería que discutiesemos asique no seguí preguntando más y le curé las heridas.
''Vaya familia, todo el rato con peleas y heridas, ha este paso no íbamos a llegar ni a la vuelta de la esquina sin matarnos con alguien ''- dije para mis adentros.
Cuando se calmó estuvimos hablando y riendonos, hasta que se hizo de noche y nos acostamos.
Al despertarme, vino el curandero y me quitó los puntos que me dieron debajo de las costillas ,me vestí para irme a entrenar y al cruzar la puerta unos brazos me detuvieron agarrandome por na cintura.
-Espera- me dijo Crish- Por favor no te sobre esfuerces, ¿vale?- me dijo preocupado acariciándome la mejilla con ambas manos.Yo asentí
-Ah por cierto ¿no ibas a quedarte conmigo en todos mis entrenamientos?- le pregunté mostrando una sonrisa traviesa.
-Eso se suponia hasta que se han dado cuenta de que he rematado a esos tres tipo y no me dejan ir a otro campo de batalla, al menos no sin permiso o supervisión.
Asentí un poco decepcionadame fui al campo de entrenamiento.
Y allí estaba Seth, sentado junto a Matt e Ezhan, no entendía porque tenían que estar los tres pero bueno, supongo que para controlarme por si acaso me vuelvo ..."agresiva".
Al verme, Seth se levantó a la par que matt que me miraba con los brazos cruzados.
-¿Estas lista?-me preguntó Seth.
-Por supuesto - le respondí con una mano en la cintura y cargando todo el peso de mi cuerpo en una pierna.
Estuvimos toda la mañana y parte de la tarde entrenando, me enseñó a manejar la espada y a luchar cuerpo a cuerpo con las dagas aunque antes de entrenar con un adversario, me dijo que practicase con un pivote de madera. Al enseñarme como manejar las armas, se fueron y yo me quedé practicando con el pivote de madera.
Tras una semana de entrenamiento con armas y haciendo todo tipo de ejercicios para ponerme en forma, hicieron un ultimo ejercicio que se les ocurrió de repente y que consistía en lanzarme dagas desde diferentes ángulos para esquivarlos.
-¡¡¡Que!!!, es que estais locos- le dije sin poder creer lo que me habían dicho- queréis matarme o qué
-Tendras que hacerlo si quieres seguir entrenando, a demas, el jefe está de acuerso en este ejercicio-me dijo seth colocando objetos que lanzaban armas a gran distancia por diferentes lugares.
Ezhan hizo una demostración con la velocidad media y solo le rozó una daga en el hombro; a continuación fue el turno de Seth que no le rozó ni una como era de esperar del entrenador que se dedicaba a las armas y por último Matt, quien éste en vez de esquivarlas las cogió y las lanzó unas contra otras.-Impresionante- pensé.
Cuando me tocó el turno ,me pusieron la velocidad mas pequeña, osea la 1 y las esquivaba mas o menos.
- sigue practicando, te dedicarás a esto los ultimos tres dias , tienes que ser capaz de vencer a todos los gladiadores e incluso a nosotros tres- me dijo Matt
-¿Que?- le dije exaltada - se suponía que solo tendría que entrenar y enfrentarme a algunos gladiadores no a todos los del clan - le respondí malhumorada.
- Haber cariño- me dijo vacilante matt - antes de que puedas vencer a un dragón , tendrás que vencernos a todos nosotros y salir ilesa, sinó, nunca te mandaran a que los atrapes y mucho menos ganaras cuando te encuentres accidentalmente con uno; ni cinco de nosotros podríamos vencer a uno sin salir ilesos, así que deja de quejarte, entrena y haz lo que te manden.
Me quedé asombrada por todo lo que me había dicho y me costó asimilarlo y cuando le iba a responder, ya no ví ni rastro de esos tres entrenadores exigentes, asique me dedique a entrenar.
Cada día era mejor, a demás de que practicaba con la espada, el arco y las dagas lanzándolas hacia las dianas y luchando con el pivote con éstas en las manos, practicaba con las dagas lanzadas desde diferentes ángulos, como necesitaba a alguien para que pusiese los aparatos en funcionamiento, se lo pedí a Dante.
Dante era uno de los mejores amigos de mi hermano y un buen amigo mío que siempre me ayudaba cuando lo necesitaba a parte de que era guapísimo y muy sexy con ese pelo moreno y ojos azules, no se quedaba atras de mi hermano ; la verdad no se como lo hacia pero siempre Crish estaba rodeado de chicos realmente sexys y guapos por no hablar de que eran todos guerreros y su cuerpo estaba muy bien marcado.
A demás, Dante nunca se podía negar cuando se lo pedía, me tenía mucho aprecio, a parte de su forma impulsiva y protector que era por no decir que siempre coqueteaba con todas y sobre todo con migo, pero eso era otro tema.
-Bueno, preciosa - me dijo con esa sonrisa de medio lado que me encantaban- ¿en que querías que te ayudase?- me preguntó acercándose a mí agarrandome de la cintura.
Los dos sabíamos muy bien que entre nosotros pasaba algo pero nunca pasábamos se eso ya que aunque el fuera solo un años mayor que yo, era el mejor amigo de mi hermano y le conozo desde que eramos pequeños y aunque él lo supiese muy bien, siempre coqueteaba conmigo e incluso me manoseaba cuando tenía oportunidad, pero nunca le dejaba pasarse ,a demás, para mí, solo eramos buenos amigos, solo eso.
-pues...quiero que me ayudes a encender todos esos objetos para que al tirar de la cuerda, todos a la vez vayan hacia mí y así esquivarlos- le dije de la manera mas normal sin parecer una suicida
- ¿Por que quieres suicidarte? - me preguntó con cara de burla.
-JAJA, muy gracioso Dante, pero esto no es porque me encante sino porque me han obligado esos tres dementes que tengo por entrenadores para tu información - le contesté fríamente.
- Eso no nos lo han hecho hacer en nuestro entrenamiento ¿porque te hacen hacerlo a ti?
-No lo se pero el jefe estaba de acuerdo; en serio, ese anciano cada vez me cae peor- le confese a dante.
-Está bien, encenderé uno y si lo esquivas otro así hasta que estén todos funcionando a la vez¿vale?
-Si, genial
Lo puso en marcha y lo esquivé; duramos un par de horas y logré esquivar todos aunque algunos me hicieron unos cortes en los brazos y las piernas pero por lo demás lo conseguí.
-Está oscureciendo, deberíamos parar y ya de paso curarte esas heridas.
-No, yo seguiré entrenando, gracias por ayudarme y por favor puedes avisar a mi hermano y decirle que sigo entrenando porfa.
- Claro guapísima -me dijo dandome un beso en la comisura de los labios y bajando sus manos hacia la parte inferior de mi espalda
-Gracias -le dije apartandome de él bruscamente al notar sus manos bajando por mi espalda.
Él al ver mi incomodez, mostró una sonrisa traviesa y se fue haciendo caso a mi petición.
Pasaba el tiempo y cada vez era mejor , era capaz de verlos tan rápido que parecía que se movía a cámara lenta, así que intenté detenerlos con los ojos cerrados pero uno por uno.
Lo puse en marcha y cerré los ojos, intenté concentrarme en el sonido que hacia la daga al salir del objeto ese extraños y venir hacia mí, y por instinto, la cogí del mango, no me lo podía creer, lo había logrado.
A continuación, puse dos en marcha y me centré solo en los sonido y detuve uno con el pié haciendo un giro y el otro lo esquivé.
Estuve bastantes horas entrenando y ya era capaz de esquivar y detener todas las dagas, e incluso se me agudizó el oído.
Llege a casa agotada por el entrenamiento, me duché y le di un beso a mi hermano que estaba durmiendo placidamente en su cama ; me fui a la mia y caí rendida por el agotamiento.

ESTÁS LEYENDO
La última cazadragones
Fiksi Remaja-No te escaparás-dije -cogeme si puedes, guapa-respondió mi presa. Imbécil Jamas pensé que seria tan difícil cazar a un dragón y menos si estaba en su forma humana. -venga preciosa- que arrogante, pensé- demuestrame de lo que eres capaz-me...