CAPÍTULO CUARENTA Y TRES: No se llamaría amor sino doliera.
El caminar de aquellas tres personas por encima de la nieve será preciso y sin dudar; Paul estaba al lado de Jasper y no dudó en dirigir su mirada a su alfa de manada y dar un asentimiento de cabeza. Alice por su parte también giró en dirección a todos los que estaban reunidos en aquella oportunidad y no pudo evitar regalarle una pequeña sonrisa a su sobrino, quien en sus ojos solo reflejaba miedo por lo que fuera a suceder.
Después de todo, Naim solo era un bebé de meses de nacido.
–Mí querida, querida Alice. – La voz emocionada de Aro se escuchó, sin embargo parte de la guardia de los tres grandes les bloqueo el paso –Es un gusto tenerte aquí después de todo. – Paul se puso parcialmente enfrente de Jasper para protegerlo, y aquello era claramente visto ya que le regaló un gruñido al vampiro encapuchado.
–Tengo evidencia de que el niño no será un riesgo para nosotros. – La voz tranquila de la pequeña mujer hizo dudar a Aro y le miró afiladamente aun esperando algo más para poder creerle. –Te mostraré. – Habló extendiendo su mano por en medio de los dos de la guardia que le bloqueaban a ella, Jasper y Paul.
–Hermano. – Habló Caius para darle su consentimiento. Aro elevó la mano lo suficiente para poder dar su consentimiento y de inmediato Alice empujo al guardia para poder quitarlo de su camino, mostrando su enojo por ellos. Alice se abrió paso y Demetri no dudó en desfogar su enojo con Jasper, dándole una bofetada la cual no pasó desapercibida por Paul quien no dudó en devolverle esa bofetada convertida en un enorme puñetazo, resquebrajando el rostro del vampiro quien terminó sobre la nieve. El vapor comenzó a emanar del cuerpo de Paul dando vistazos de que entraría en fase en cualquier momento.
Jasper le sujetó del brazo sintiendo la alta temperatura a la que estaba. –Por favor, contrólate, estoy bien. No olvides lo que hemos hablado. – Aquel simple susurro hizo que Paul retrocediera un paso y mirara aun a los dos guardias frente a él que le sujetaron de los brazos, notando que éste era un licántropo más, quien no dejaba de gruñirles.
Aro tomó la mano de Alice y pronto comenzó a concentrarse para visualizar lo que la pequeña mujer le tendría que decir acerca del niño; sus ojos se concentraron en los de la pequeña mujer y se vio reflejados en los dorados que terminó por perderse por un instante en ellos hasta que sintió la pequeña mano de la mujer retirado de un tirón.
–No. No importa lo que te haya mostrado, aun viéndolo todo, no cambiarás tu decisión. – la fiera mirada de Alice le hizo darse cuenta a Aro de que tenerla en su poder no sería fácil. Alice giró el cuerpo hacia Seth y mencionó palabras mudas "Ahora", y aquello hizo que el corazón se le encogiera al neófito picándole los ojos por las lágrimas que amenazaban con salir.
Seth observó a su pequeño que tenía los ojos cristalizados y sus pequeños labios entreabiertos.
– ¿Papi?– El menor no pudo más que apretar los labios mientras observaba lagrimas caer por las sonrosadas mejillas de su hijo. Naim giró en dirección a Emmett y también le llamó para que le dijera que iba a suceder.
El vampiro de gran musculatura se acercó hasta Liam y apretó la mandíbula aun teniendo aquellas palabras en la garganta que no querían salir, mas bien, no quería dejarlas salir.
–Cuida bien de mi hijo, Liam. Por favor. – El lobo no dudó en asentir con su gran cabeza a las palabras de su ex enemigo.
–Te amo con toda mi alma, mi amor. – Seth acarició la mejilla de su niño.
–Siempre serás mi orgullo, hijo. – Emmett dio a conocer sus palabras y el niño solo pudo soltar mas lagrimas silenciosas sintiendo como Liam se comenzó a movilizar hacia atrás y pronto girando para comenzar a correr; el corazón de ambos padres se encogió viendo como su pequeño se iba, sin embargo el mandato de Aro de no dejar que su pequeño huyera puso en alerta a todo el clan; uno de ellos dio una rápida carrera evadiendo a ambos padres y dando por ultimo un gran salto para caer encima del niño y el lobo, pero lo que no vieron venir es como el gran animal giraba y el pequeño en su lomo elevaba la mano en el aire deteniendo al vampiro de ojos carmín, suspendiéndolo en el aire, todo quedaron estáticos observando al niño. Liam no dejaba de gruñir con fuerza.
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No se llamaría amor sino Doliera 3 [EmmSeth]
VampirUna nueva aventura empieza para Seth, ahora convertido en el prometido de su imprimación, Emmett, sin embargo al hombre lobo había algo que le preocupaba y eso era que todo estaba demasiado en calma: "Mucha calma solo puede traer una gran tormenta"...