Mariposas

1° Crisálida

Nuova Vita

Crucé el umbral de la puerta acojonada porque no conocía a nadie. Mi corazón latía desbocado al sentir la mirada de muchos y la mirada de tan pocas en mi persona. Escogí un asiento cualquiera acompañada de alguien en el que ni me había fijado y miré a mi alrededor... Entonces te vi empezando así mi nueva vida.

Cambio de posición

Durante toda mi vida había sido de esas personas que agachaban la cabeza ante las nuevas situaciones. He sido esa persona que luchaba ante las injusticias cometidas... Pero nunca me mojaba del todo por miedo a que el agua me abrasara la piel. Hasta que me di cuenta que si gritaba en silencio, solo aquellos a los que les importaba me escuchaban. Pero no era suficiente. Al ser consciente de que podía convertirme en eco en la mente de la gente cambié mi posición y comencé mi propia revolución.

Curiosidad

No sabía quién eras, cuál era tu nombre, ni de dónde venías. No había escuchado el sonido de tu voz y tampoco había podido deleitarme con el color de tus ojos. Desconocía todo de tí.

Suele decirse que la curiosidad acabó por matar al gato pero yo no tengo miedo del: "Qué pasará si...".
Yo temo el saber que pude haber intentado algo y solo por miedo no haberlo hecho.

Prefiero mil veces el intentar algo y dar lo mejor de mí para lograrlo, que no haberlo intentado solo por el terror al fracaso.

Estoy matando mi curiosidad evitando que la curiosidad me mate a mí primero.

Primeras impresiones

Las personas a mi alrededor hablaban entre si mientras yo hacia un esfuerzo por integrarme y darme a conocer ante los demás, hasta que el profesor pronunció tu nombre y lo asocié contigo al sentir las vibraciones de tú respuesta... Y perdí el hilo de la conversación.
Tu nombre fue el primero de la clase que me aprendí, podía confundir los rostros con los ojos y los nombres con las voces de los demás, pero sabía reconocerte porque había notado que la singularidad vivía en tí.

Sin saber nada de tí me atreví a prejuzgarte solo por averiguar qué tan lejos quedaría de la realidad... Tus muros fueron más fuertes de lo que creí.

Microcuento N°1

-Estudié algo de ésto en bachiller, no se me daba mal. Te podría ayudar si quieres. -Me ofrecí amablemente cuando dijo que jamás había dado la materia.

Me miró por un momento, ladeó ligeramente la cabeza... Y asintió.

Oveja negra

Cuando se tiene hermanas mayores las cuales a pesar de sus caídas han sido el orgullo de la familia, es difícil de superar. Al pasar las primaveras he comprendido que yo no debía ser igual a ellas o superar sus logros, sino que al contrario de eso debía ser yo misma sin dejarme llevar por los demás.

Yo era una pequeña flor de lirio aún sin madurar que todavía tiene que aprender que las otras flores de su jardín son veneno para sus pétalos. Esas finas hojas, suaves como la seda de la inocencia que al crecer se vieron oscurecidas de su precioso blanco marfil ante la aspereza de la vida.

Dieciocho latidos después contados en doce meses aún tengo mucho que aprender pero ahora sé que aunque lirio soy tengo que volar aunque las raíces me deba de arrancar.