-cuatro

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—No sé, Felix —Jeongin hablaba por teléfono con su amigo mientras jugaba con él—. No creo que sea una buena idea.

—¿Cómo no va a ser una buena idea? ¡Es la mejor idea que mi cabeza ideó! 

—Pero... ¿Y si se enoja porque le miento? 

—No va a enojarse, porque tampoco va a enterarse, Innie. 

Yang cortó la llamada luego de despedirse y terminar la partida. Tomó una fibra marrón de su escritorio y se dirigió al baño. Se paró frente al espejo y se quitó la remera, dejando al descubierto su torso blanquecino. Era bonito, pero no tenía ningún lunar que le gustase a Hyunjin. 

Suspiró y siguió la idea de Felix; si las pintitas marrones no aparecían, él debía crearlas. Por eso, comenzó a dibujar. Un lunar al lado de su ombligo y varios esparcidos por su pecho, dos en su brazo izquierdo y tres en el derecho, uno más en una mejilla y el último, en su nariz. 

Río al verse y volvió a vestirse; ahora tenía lunares para presumir. 





—¡Jeonginnie! ¡Mirá! Traje miel y agua—gritó Seungmin entrando en la sala de baile y acercándose a él— ¡Waw! ¿Qué es eso?—tocó su mejilla— ¿Un lunar? ¡Y en tu nariz! ¿Desde cuando tenés lunares?

—Estás muy cerca, alejate—empujó a Kim y llevó sus manos a los bolsillos de su buzo—. No sé, desde hoy, supongo. Cuando me levanté en la mañana estaban ahí.          

—Vas a tener que mostrárselas a Hyunjin.

—Y sí. Y bien por traer agua y miel—sonrió y se acercó a Chris y Jinyoung.

Ambos estaban sentados en una esquina, leyendo quién sabe qué, mientras compartían auricular. 

—Youngie, Channie—canturreó cuando dejó caer su cuerpo frente a ellos— Miren.

Señaló los lunares y sonrió a la espera de una respuesta. Chris lo miraba confuso, con los labios un tanto separados y la mirada dubitativa; mientras que Park tenía sus oscuros ojos clavados en el menor, sabiendo que de un día para otro, no podía aparecer con lunares. 

—¿Son tuyos?—preguntó el mayor.

—¿Cómo no van a ser míos? Están en mi cara.

—Pero no son de verdad, ¿o sí? 

Los ojitos de Jeongin bajaron hasta sus manos y los escondió entre su flequillo. Sus mejillas se tiñeron de un apenas perceptible rosado, a lo que Bang rió a carcajadas.

—Felix me dijo que las dibuje yo... Pero no parecen falsos —explicó el menor. 

—Esa es una idea muy mala, Innie —lo regañó Jinyoung, corriendo el cabello de su cara—. No lo lleves hasta un extremo, ¿sí? 

Asintió y sonrió, justo cuando los demás llegaban a la sala.





—No era una mala idea cuando te lo dije —Felix sonrió y siguió caminando con Jisung a su lado y un muy enfadado Jeongin pisándole los talones—. Y hubieses usado una fibra que luego puedieses borrar, no una indeleble.

—Y yo que sabía, Lix. 

—Nini —Han se metió en su conversación sin permiso—, Hyunjin no te conoce, así que no va a darse cuenta. 

Los mayores sonrieron y siguieron caminando hacia el patio.

—¿Puedo ir con ustedes? No sé donde fue Seungmin y Chris y Jinyoung siempre discuten por quién es el mejor cuidándome—Jeongin habló bajito, no quería incomodar a sus amigos. 

—Obvio que sí. Vamos a ir con Minho y a Changbin —sentenció el rubio—. ¿Los conocés? 

El pelinegro negó, pero no tuvieron tiempo de explicarles quienes eran; ya habían llegado al lugar de destino. Felix agitó salvajemente una mano y Han salió corriendo como un rayo. Dos muchachos pelinegros estaban bajo un árbol, uno de ellos cabizbajo. A su lado, un chico rubio que recibió en un enorme abrazo a Jisung. 

Cuando Yang se acercó al grupo de chicos aquél pelinegro cabizbajo, no era nada más y nada menos que, Hwang Hyunjin. Jeongin no sabía que hacer o dónde sentarse; sus dos amigos estaban con sus respectivas parejas y Hyunjin miraba el pasto. ¡Estaba nervioso! Muy nervioso para su gusto. 

Cuando se sentaba frente a Hwang, el contrario levantó un poco la vista, sonriéndole tiernamente y Jeongin se sintió desfallecer. Le devolvió la sonrisa mientras arrancaba pastitos, cosa que solía hacer cuando necesitaba descargarse silenciosamente.

—¿Cómo estás, Jeongin?—preguntó el mayor luego de un rato.

—Oh, bien, muy bien. ¿Y vos?

—Sí, también estoy bien.

Cada vez que el mayor sonreía el corazón del pobre Yang se detenía para latir aún más rápido; iba a darle taquicardia estar con el mayor.

—¡Nini! —Felix lo llamó y él se dio media vuelta, quedando frente a los cuatro chicos— El es Changbin —señaló al chico a su lado, de pelo oscuro y peinado como una taza, ojos un tanto cerrados y ropa más negra que el carbón—, y el Minho —un muchacho rubio apareció debajo del cuerpo de Han, sonriendo y abrazando a Jisung.

—Hola, soy Jeongin.

Sonrió ampliamente y los demás hicieron lo mismo. Luego de intercambiar algunas palabras, volvió a posicionarse frente a Hyunjin. 

—El lunar en tu mejilla es bonito—destacó Hwang acercándose unos centímetros al menor para apreciar mejor su marquita—. Te queda lindo.

Sonrió y el mundo de Jeongin se tiró al precipicio.

—¡Tu sonrisa es tan jodidamente hermosa!    

Habló sin intención, muy fuerte y completamente perdido en las perfectas facciones de Hyunjin. Había metido la pata como un campeón. 









(💌)Hola! Es mi primera
notita acá uwu. Quería saber
que piensan de la historia
hasta ahora.

Yo disfruto mucho escribirla
con ese toque cómico(? Idk💕

Díganme que les parece <3!




LUNARES ━ HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora