-cinco

4.4K 641 281
                                    

Jeongin estaba sentado en el piso del salón de rap con un cuaderno sobre sus piernas suavemente cruzadas, y la letra de Wow en su mano izquierda; estaba haciendo todos los cambios posibles para dedicársela a Hyunjin dentro de tres semanas. 

Estaba solo en el salón hasta que el bonito pelinegro que tanto admiraba Jeongin cruzó la puerta. 

—Hola, Jeongin. ¿Todo bien?—se sentó frente a él— ¿Qué haces?

El pobre Yang sentía que se desmayaba y volvía para volver a desmayarse. Hyunjin, alias el amor de su vida, le hablaba y él se sentía desfallecer. 

—Solo arreglaba la canción que voy a usar para la evaluación a fin de mes. ¿Cúal vas a usar?

—Ah, eso—rió rascando su nuca—. Todavía no sé bien.

—¡Podés pedirle una a Chris! Yo hice eso. Tiene un montón y seguro te puede prestar una. 

—Gracias, Jeonginnie. 

Definitivamente, para Jeongin, Hwang era un ángel; acababa de confirmarlo. Sus ojitos se cerraban cuando sonreía, lo que era aproximadamente todo el día; el lunar bajo su ojo era tan hermoso que el menor podría hablar horas y horas sobre él sin repetir ni una sola palabra. 

—¡Ah! Casi lo olvido—Hyunjin cambió su posición y se sentó al lado de Jeongin—. Sobre lo del parque del otro día... Gracias por lo que dijiste sobre mi sonrisa. 

Yang había pasado toda la noche anterior intentando borrar ese acontecimiento de su cabeza, y una vez que había aceptado que quizás el mayor no hablaría de eso, ahí va el bonito muchacho a su lado a hablar de como se expuso frente a él. 

—Oh, eso... Lamento si te incomodé—rió nervioso cubriendo su rostro con sus manos y la hoja.

—No, no. Está bien; tu sonrisa también es muy preciosa, Nini; al igual que tus lunarcitos. 




Jeongin entró despacio al salón de baile, arrastrando los pies y con los brazos cruzados. Y al momento de cruzar la puerta, lo único que quería era irse de aquél lugar. Jinyoung, Chris y Seungmin competían por quién lograba alcanzar la nota más alta cantando, Jisung se encontraba sobre las piernas de aquél muchacho llamado Minho , comiéndole la boca como si no tuviese otra cosa que hacer; y Felix rapeaba con Changbin, recibiendo un pequeño beso cada vez que lograba realizar bien un verso completo. Hyunjin, por el contrario, aún no había llegado. 

—¿Qué tal, Nini?—los brazos del mayor atraparon su cuello; Hyunjin había llegado. 

—Oh, hola...

Jeongin mentiría si dijese que no estaba nervioso, que sus manos no temblaban ni un poquito. 

—Tus lunares se ven mucho mejor de cerca —los oscuros ojos del mayor se clavaron en los de Yang, analizando las tres falsas pintitas en su bonito rostro—. Son extraños, pero me gustan. 

Sonrió, esperando que Hwang lo soltase para poder gritar junto a Seungmin, quien ignoraba a sus competentes y miraba atentamente la escena que tenía a cinco metros de él.    

—De todas formas, no tengo muchos.

—¡Pero son bonitos!

Hyunjin se separó del menor cuando el grito del profesor de baile entró en el salón.

—¿Quiénes son estos chicos?—Felix abrió exageradamente los ojos y Jisung saltó sobre las piernas del rubio, dándose media vuelta para mirar al hombre— No son de esta clase. 

—No, ya nos íbamos—la voz gruesa de Changbin sonó en el salón y todos los ojos se fijaron en él.

—No, no van a irse. Van a participar. 

Ambos chicos abrieron exageradamente los ojos y maldijeron para sus adentros. 




Al final, Minho resultó bailar extremadamente bien, logrando posicionarse entre los mejores de los nueve y dejando sin palabras al profesor. En cambio, a Changbin le costaba un tanto más seguir la clase, pero lo lograba con la atenta ayuda de Felix, a quien le brillaban los ojos con solo mirar al pelinegro moverse. 

El enamoramiento de Jisung por Minho crecía más y más; al igual que el de Jeongin por Hyunjin, y quizás, una pequeña chispa crecía dentro de Hwang por el pequeño de lunares extraños.    





LUNARES ━ HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora