Capítulo VII: El Holder del Tiempo

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Siento que el tiempo se me acaba, unos sueños llenos de sangre inundan mi mente. Al despertar de mi boca y nariz brota sangran. Los médicos no pueden explicar lo que sucede, pero yo lo sé. Son estas pruebas y la búsqueda que están haciendo que pierda la pizca de humanidad que me queda. Creo que mi muerte se acerca y aún tengo que cumplir mi deber. El tiempo me espera…
Investigando en la ciudad llegué a una relojería antigua. Al abrir la puerta cientos de relojes en las paredes y en el centro del salón junto a  un viejo sentado arreglando uno. Me acerqué preguntándole si conocía a alguien que se hacía llamar El Holder del Tiempo. Levantó la mirada levemente, me dio un vistazo de arriba abajo y sonrió:
-El tiempo no está a tu favor eh… Bien espera ahí hasta que la luz te envuelva. Por favor intenta no moverte no quiero tener que limpiar después tu cenizas.
Al parecer estaba en el lugar correcto. Ya pasado unos minutos me bañó una luz celestial. Los relojes comenzaron a sonar todos a la vez causando un insoportable dolor en los oídos. El sonido cambió a una mezcla etérea de música  y metal. Comenzaba a perder el equilibrio… se detuvo.
Estaba en un gran salón hecho de metal. El viejo de la relojería estaba parado en el centro. Su apariencia y ropaje cambiaba constantemente, entre épocas a mi entender. Comenzó a rezar en un idioma que desconocía. Le pregunté:
-¿Cuándo fue la última vez que estuvieron juntos?
- El tiempo ha sido cruel con nosotros, fue cuando los antiguos sellaron el mal y nos reunieron en el salón Holder, donde los objetos deben ser reunidos. Luego crearon portales a distintas dimensiones y fuimos separados. Desde entonces nadie nos ha podido juntar.
Me miró fijamente y extendió su mano. La tomé e imágenes de la reunión de los objetos pasaron como una película por mi mente. Sentí algo solido en la mano del viejo. Era una llave la cual tomé. Un empujón y estaba en la relojería de nuevo frente al viejo:
-¿La has encontrado?
Le enseñé la llave y sonrió señalándome la salida. En lo que me alejaba con voz ronca susurró:
-El objeto 5… la llave… reza no encontrar nunca lo que abre.




El Portador: The Holder's Seeker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora