El Portador: The Holder's Seeker

Capítulo XI: El Holder de la Comprensión

Al fin algo con lo que realmente podemos ganar al antiguo pero como siempre un problema. Cada vez que avanzo un poco se complican las cosas.
El rifle de Osiris es capaz de herir a cualquier Holder, incluso al Antiguo pero con el poco tiempo de vida que me queda, es más ni, aunque me quedara una vida entera por delante no podría matarlo .Tengo que encontrar otra solución. Miranda me habló de un objeto que puede sellar y desellar las almas. Debo encontrarlo.
El orfanato... quizás allí encuentre la comprensión. Las condiciones de los niños eran bastante aceptables y sentía que comprendía el dolor que pasaban al estar solos. Un pequeño que estaba en una esquina apartada se acercó a mí y pregunto:
-¿A quién buscas Dean?
A pesar de estar confundido y a la vez impresionado por como sabía mí nombre le seguí la corriente.
-A alguien que se hace llamar El Holder de la Comprensión.
Sonrió y pidió que me sentara mientras lo buscaba. Pasó mucho tiempo hasta que de la habitación contigua apareció un hombre vestido de camisa y jeans blancos con apariencia bastante tranquilizadora y reconfortante. Me saludó calurosamente y me guió a través de la habitación. Una vez atravesamos la puerta la cerró levemente. La habitación tenía dos sillones y frente a ellos una hoguera. Se sentó tranquilamente y me pidió que hiciera lo mismo. Obedecí.
Imágenes de cada persona a la que les falle, ignoré o no ayudé me rodearon. Sus voces hacían eco en mi cabeza. Algunos comenzaron a atacarme físicamente causándome heridas. Otros me contaron sus historias de lo que ocurrió por no haberles ayudado. Mi cabeza iba a reventar.
Un silencio se extendió por el cuarto y apareció la persona que para mí más le había fallado, mi hermana. Por mi culpa había muerto en un accidente de autos. Comencé a llorar desconsolado. Ella se acercó al Holder:
-Tienes la elección final querida. Frente a ti tú tonto hermano menor que tomó demás en una fiesta y chocó el auto matándote. En tus manos está su destino. O lo perdonas y continuas muerta y sin alma o lo matas y te devuelvo  la vida.
No pensaba ver nunca más a Elena y menos en una situación así. A pesar de que en mi subconsciente me decía que solo era una prueba, que estaba muerta. Yo solo quería de vuelta a mi hermana, que viviera lo que no pudo por mi culpa. Le pedí entre lágrimas que lo hiciera, yo era el culpable. Ella se acercó lentamente me besó en el cachete y dijo:
- … Tienes una importante misión que cumplir… Vive por ti y por mí…Yo te perdono.
-Con que esa es tu decisión. Te dejo ir entonces hacia la luz querida. Tu hermano ya comprendió que es el dolor y la compasión
Mi hermana dejó caer una lágrima, me sonrió y desapareció con una luz celestial. Estaba devastado tanto física como psicológicamente. Caí al suelo muy débil y le dije al Holder:
-Ya comprendí… todo el dolor que causé… y… entendí que cosa es la compasión…, algo que no dejaré de tener en cuenta… Gracias por dejarme verla…y siento lo que causé a tantas personas…Les pido perdón. ¿Entiendes?
Se levantó del sillón, me reincorporó del suelo y me abrazó. Tenía algo especial, parecía el calor de un padre.
De la nada apareció una gran espada. En la hoja estaba escrita Segadora de Almas.
-Comprendo el dolor que sientes Buscador, eres digno de llevar mi espada. Con ella sellaras y desellaras las almas de tus amigos y enemigos. Siempre que tengas presente en tu mente la compasión su poder nunca fallará.
Sonrió e inclinó la cabeza. En un parpadeo estaba en mi cama. A mi lado enfundada la Segadora de Almas.
De su hoja salió la voz del Holder:
-El Objeto 6… La Segadora de Almas… Ahora entiendes el costo de tus acciones, no tienes más opción que ser devoto a tu causa. No redimirse ahora es un insulto para todos aquellos con los que te has encontrado…