El Portador: The Holder's Seeker

Capítulo III: El Holder de la vida

-Buscador, hoy te espera el Holder de la Vida. La congregación será su palabra esencial. Es tu primera búsqueda. Tendrás que tener un corazón de hierro y una gran fuerza. No cualquiera lo podrá  soportar. Te deseo suerte Dean.
Nuevamente ante el empleado del sanatorio, pregunté por quien se hace llamar El Holder de La Vida. Intentó suprimir un gruñido y volvió a concentrarse en su trabajo. Pregunté de nuevo, se levantó y me hizo un gesto de que lo siguiera. Llegados al cuarto de operaciones me entregó un escarpelo. Dijo en un leve susurro:
-Haz lo que tengas que hacer.
Esperé, creo que al menos, una hora. La puerta se abrió y una multitud de personas vestidas de blanco entraron al cuarto incluyendo una mujer embarazada. La recostaron en la camilla y se prepararon para el nacimiento del bebé. Mi presencia no parecía importarles. La mujer entre gemidos dijo:
-es Dean, ha llegado
Me quedé inmóvil, asombrado de cómo sabía mi nombre. El miedo tomó control de mi cuerpo y solo hice una pregunta:
-¿Cómo pueden congregarse?
Un grito salió de su boca, estaba a punto de nacer. Los doctores empezaron a realizar su trabajo y sacaron al niño después de un tiempo. ¡Me lo dieron a mí! El recién nacido  movía la boca sin salir sonido de ella. Su boca se detuvo. Sonrió. Entonces escuché la voz de Miranda en el viento:
-Arrójalo y clávale el escarpelo. Hazlo o morirás. ¡No te queda tiempo!
Era inhumano. Aunque pensé que no podía hacerlo no me quedaba opción. Lancé al infante al suelo  y atravesé su cabeza con el instrumento. Al  mismo tiempo, mis oídos empezaron a sangrar. La voz demoniaca de la madre respondió:
- Su  muerte congregará y traerá a este mundo a uno de los antiguos. Cuando  pise tierra todo habrá acabado. Los objetos se reunirán a su voluntad y solo un alma pura lo podrá derrotar.
Murió. Un último susurro del viento me dijo:
-Objeto 4… el bebé muerto… serás capaz de no remover el escarpelo.